Capítulo 41. Roxanne Weasley

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Mucho gusto, pasado, soy Roxanne Weasley, hija de George. Tengo catorce años y no se que hago aquí.

«Presentarte»

Hermano, te quiero pero no te hagas el chistosito.

«Uy que humor»

Dejando a un lado la interrupción de Fred seguire presentándome. Soy Ravenclaw, así es es, papá es muy listo pero suele usar su inteligencia solo para bromas, yo no.

George se dejó caer dramáticamente a los brazos de su gemelo diciendo que había creado un Percy dos, Fred, en cambio, fingía llorar de la pena. Percy se sintió ofendido pero después rio, debía comenzar a ver que cosas decían en broma y cuales reales, y eso defintivamente era una broma.

Pero eso no significa que no aprecie las bromas, me gustan pero no es lo único por lo que me conocen. Soy buena en todas las materias pero algunas de mis bromas me bajan calificación, mi padrino es Percy y Audrey, amiga de mamá. No juego ningún deporte, no soy muy habilidosa... No recuerdo si me falta algo...

«Te falta mamá»

Cierto, mi bella, asombrosa, inteligente y paciente madre es... Angelina Johnson

La chica se quedo de piedra, ella había aceptado ir al baile con Fred por confundirlo con George, una de las explicasiones más penosas que tuvo que dar y ahora ese libro venía diciendole que se casaría con el pelirrojo del que ella estaba interesada, George estaba rojo a tal punto que parecía fusionado con su cabello. Ninguno se acerco, aún en un trance de asombro.

Deben estar asombrados, más mamá. No me pondre a explicarlo, eso se dara de una o otra manera. Es todo, yo no tengo pareja y nada relativo, asi que adiós.

Tío Fred, sobrevive, todos te extrañamos, incluso quienes no te conocemos te extrañamos.

[...]

Si había una costumbre que siempre tenía Roxanne era sentarse en el sofá y leer, si se descuidaba podía llegarle la noche y ella seguiría ahí, emocionada, pero otra costumbre en la casa eran las bromas

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Si había una costumbre que siempre tenía Roxanne era sentarse en el sofá y leer, si se descuidaba podía llegarle la noche y ella seguiría ahí, emocionada, pero otra costumbre en la casa eran las bromas.

Apenas se sento en el sofá, agarro su libro de la mesita y lo abrio, un centenar de pintura de colores le fue lanzado directo a su cara, ella cerro los ojos junto con la boca. Cuando la pintura dejo de salir dio una larga bocanada de aire para calmarse, solto el libro y se tallo la pintura de los ojos, el supuesto libro no era mas que la pura portada.

Fred moria... De la risa al ver a su hermana echa una fiera, claro que el gusto le duro poco, la pelirroja saco su varita del bolsillo y tenso la mandibula.

- Te daré la delantera de tres segundos, si después de eso te atrapo ni mamá te salvara de mi furia. - Advirtio. - Tres....Dos...

Apenas el dos salio de los labios de su herman, Fred ya corría como alma que llevaba el diablo, cuando la chica dijo el tres se levanto y lo persiguió, al igual que su tia era habilidosa en el mocomurcielago.

En la entrada de la casa se toparon a George, su cabello era tan largo como el de Charlie y lo usaba suelto, cubriendo la falta de su oreja, Fred logro esquivarlo pero Roxanne casi le derriba.

- Chicos, ¿Que dije acerca de usar magia? - Dijo el pelirrojo mayor.

Sus hijos pararon de correr.

- Que nadie nos vea, ni tu.

- Exacto, por ahora lo dejare pasar.

[...]

Molly soltó un suspiro, su hijo George parecía que no mantendría en control a sus hijos pero al mismo tiempo agradecía que sus nietos tenían una buena relación.

Arthur agarro el libro y buscoa página, al dar con ella sonrió.

- Molly Weasley.

La matriarca Weasley sonrió.

Dedicado a: cielaplamtohive y HP_Gay_Ships

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Capítulo cuarenta y uno modificado a las 03:44 am, día 30 de marzo.

Tercera generación: La oportunidad de salvar vidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora