Capítulo 57. Especial que prometí hace mucho.

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«“Ámame en todos los sentidos y con tanta intensidad que me duela... Pero que sea un dolor placentero”»





Las callosas manos de Severus fueron quitando el saco que el azabache siempre portaba y sonrió gustoso cuando noto un traje ajustado. Regulus viste como si estuviera listo para salir a cualquier sitio elegante, no solía decirlo en voz alta pero amaba ver cómo el traje se ajustaba al cuerpo remarcando cada parte. Trago grueso. Tal vez para Regulus habían pasado horas desde el último encuentro pero para él fueron años.

– Severus... – Susurro el joven Black, deseoso.

Severus trago grueso sabiendo que estaba haciendo esperar al contrario, sonrió un poco tomándose el tiempo de quitar cada prenda hasta tenerlo desnudo. Se tomó un momento observando el cuerpo contrario, no sabía si podrían cambiar el pasado y deseaba grabarse cada detalle prácticamente a fuego. Guío la mano hacia el cuerpo desnudo acariciando cada parte de piel a su paso, rostro, cuello, hombros, clavícula... Tuvo un deleite haciendo eso.

Regulus cerro los ojos disfrutando aquellas caricias, el sexo siempre era bueno pero tenerlo con alguien que amas y deseas por partes iguales era aún mejor, acortó la distancia entre ambos presionando el cuerpo contra el contrario haciendo una mueca ante la tela. Él también quería acariciarlo, disfrutar como la piel desprendía una agradable calidez y lo hacía sentirse tranquilo, feliz. Podría ser valiente para practicar hechizos nuevos, aventurarse a intentar magia experimental y aceptar los riesgos pero era un vil cobarde cuando se hablaba de sentimientos.

Fue difícil aceptar que se enamoro de un mestizo, aceptar que ya no lo veía como un amigo y el tener que preguntarse si su madre aceptaría todo. Fue un horrible espiral dónde su única opción fue mantener todo oculto, seguir siendo amigos frente al mundo pero a solas amarse locamente. Al regresar no tendría miedo de gritar y hacer notar que estaba enamorado de Severus Snape, que ese hombre era el único que podía hacerlo sonreír con solo su presencia y temblar con un solo toque.

Las prendas fueron a dar al suelo permitiendo por fin que ambas pieles se tocaran al desnudo, un escalofrío les recorrió el cuerpo. Estaban sintiéndolo como si fuera la primera vez que tenían intimidad, Severus poso las manos en las caderas contrarias forzando un movimiento que hizo que ambos miembros se frotaran contra el otro, Regulus gimió pegando la frente contra el hombro contrario.

– ¿Harás lo que yo te digo, Reg? – Susurro Severus con voz ligeramente ronca, el mencionado no hablo sino que solo asintió. – Ve y acuéstate en la cama, ponte de rodillas y abrelas para mí, ¿Entiendes?

Regulus tardo en procesar la información pero de inmediato sonrió, amaba cuando el contrario tomaba el control. Dejando que el deseo lo hiciera reaccionar avanzo hasta la cama, donde se subió hasta esta y se acomodo en el centro, se puso de rodillas para después abrir las piernas. Se quedó quieto esperando indicaciones, sentía el corazón latirle ferozmente contra el pecho y la respiración agitada, aun no hacía nada pero ya estaba perdiendo el control.

Tercera generación: La oportunidad de salvar vidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora