Capítulo 4. Charlas.

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«"La verdad es el mejor conocimiento"»


D

espués de decir eso cada persona hizo su propio círculo de «conocidos» deseosos de saber sobre sus vidas o, en otros casos, sobre sus muertes. Lily arrullaba con suavidad al bebé Harry, haciendo que este, en su versión mayor, sonriera con tristeza y anhelo, podía ver el amor surcandole el rostro de su madre, la sonrisa de James al verlos.

- Harry, cariño, no te hice pasar vergüenza cuando subiste por primera vez al tren, ¿Cierto? - Silencio incómodo.

Remus y Harry no sabían que responder, buscaron con la mirada a Sirius hasta toparselo charlando con Regulus pero este estaba muy serio, tal vez hablaban de su muerte o desaparición. Una respiración larga hizo que lo mirarán con atención, poniéndolo más nervioso, no sabía como les diría a sus padres lo que sucedió.

- Bueno... No lo sé. - James y Lily parecieron confundidos, cuando estaban por hablar él hizo una seña con suavidad para que lo dejarán hablar. - Ustedes... Merlín, jamás imaginé haré esto, papá y tu fueron asesinados por Voldemort, los vendió Colagusano tal vez como un intercambio para seguir vivo y tener protección, no lo sé.

Los Potter lloraban, no podían creer que Peter, un amigo de la infancia prácticamente, los traicionara de esa manera pero aún así no pudieron sentirse felices de saber que Harry logro vivir, los hijos están conformados, de alguna manera, por la personalidad de sus padres y ellos sabían que así ellos jamás dejarían solo a Harry aún después de muertos. Ron, sin saber muy bien que hacer, dió unas palmadas a su amigo como diciéndole «No soy bueno para las emociones pero aquí estoy, no me iré» y Hermione, avanzo hasta él abrazándolo enviando un claro mensaje de «Si quieres unos momentos solo yo puedo ayudarte, llorar te ayudará».

Cuando las cosas se calmaron, Regulus fue hasta la mesa de profesores y sonrió burlón.

- Vaya, Tobías, no esperé verte como maestro. - Para sorpresa de muchos Severus río un poco, no con maldad como lo hace normalmente, se inclino hacia el frente y nego.

- Arcturus, yo tampoco te esperaba ver y aquí estás, ¿No? Señora Black. - Saludo el hombre a la mujer, inclinando la cabeza con suavidad lo cual la mujer respondió del mismo modo, acostumbrada, al menos en su tiempo, de ver al hombre de cabello grasiento en su hogar.

Albus miro ambos unos segundos, tal vez un minuto entero, y comprendió que había algo más, una historia entre ellos, se inclino hacia Minerva que veía con una sonrisa a sus ex leones.

- Minerva, amiga mía. - Llamó él, parecía muy serio y curioso al mismo tiempo. - ¿Crees que todo esto es buena idea? Muchas cosas cambiarán y no sabemos si para bien.

Solo hubo silencio unos instantes en los cuales la animaga frunció el entrecejo con seriedad, buscando las palabras adecuadas y no sonar muy cruel o insensible.

Tercera generación: La oportunidad de salvar vidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora