Capítulo 33. Lucy Weasley.

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Capítulo dedicado a:        gatachina y JuliJulCJ

Hola, pasado. Esto es asombroso, charlando con versiones jóvenes de mi familia.

Muchos no sabían si ofenderse o reírse.

Bueno, mi padre es Percy Weasley...

– ¿Yo? – Pregunto Percy.

– ¿Él? – Preguntaron los gemelos Weasley.

– Nunca creí escuchar eso. – Afirmó Ginny. – Pero felicidades Percival.

Percy hizo una mueca, aún no se disculpaba con su familia y no por su orgullo sino, más bien, por su temor a ser rechazado. En su afán de darle una vida mejor a sus futuros hijos no noto el daño que causó en su hogar.

Hablaré después con ellos. Pensó.

Y no diré mi madre, esa la dirá mi hermana.

Mi nombre es Lucybell Jazmín Weasley, no puedo hacer mucho por mi segundo nombre pero no es tan pésimo como Hyperion.

«Weasley»

Ayuda, Riddle me ve con odio infinito.

«dELPHINI NO»

aYUDA.

La gente en el gran comedor guardo silencio hasta que siguieron leyendo.

Después de ser casi asesinada por medio burlarme de Scorpius, le seguiré. Tengo diecisiete años, mi casa es Ravenclaw, me gustan todas las materias menos adivinación, es molesta esa materia.

Mis padrinos son Bill Weasley y mi tía materna, no diré su nombre ya que revelará quien es mi mamá. ¿Qué me falta?

«¿Padrinos? Ya. ¿Padre? Ya. No sé».

En fin, les dejo un recuerdo... Y LES MUESTRO EL NOVIO DE DAYANA.

«nO»

[…]

Los varones Weasley hicieron una mueca, Molly los veía con molestia para callarlos pero no entendían sus celos... Ellos temían por los corazones de sus futuros hijos y sobrinas, temían no poder estar ahí para evitar eso, aparte, ¿Qué imbécil es digno de sus encantadoras chicas? Nadie.

Percy no le quedó más que hacer una mueca, él apoyaría a sus hijas en las buenas y en las malas.

[…]

– Un Wood ama más a su escoba que a él mismo

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– Un Wood ama más a su escoba que a él mismo. – Coreó con alegría un chico.

Lucy no pudo evitar sonreír y negar, pero sabía que de cierta manera el chico tenía razón. El mundo mágico se había actualizado rápidamente después de que Hermione diera recomendaciones acerca de una unión en ambos mundos, así que ahora estaban sentados en la mesa de Ravenclaw y miraban el partido de quidditch atraves del celular.

– Vamos, cariño. – Murmuró Dayana.

– Primita querida, no te preocupes por tu idiota, ganará. – Comento ella.

– Lo sé. – Reconoció la chica de cabellera azabache. – Me preocupa que se mate por eso.

Cuando volvieron a ver hacia la pantalla creyó que veía mal, el chico caía de su escoba a una velocidad horripilante, agitaba sus brazos como si quisiera sujetarse a algo y los demás jugadores —De ambos equipos— quedaban en shock o volaban en su dirección para ayudarlo. Dayana grito, la pelirroja no dudo en abrazar a su prima que estaba junto a ella y susurrarle palabras de aliento.

– ¡Maldición, ayudenlo!

– ¡Oh merlín!

Los gritos de quienes veían la pantalla y los que estaban en el estadio comenzaron a combinarse, Oliver, uno de los fundadores de los «Glory » y padre del jugador agarro su escoba, subió y rápidamente emprendió vuelo.

Esa expresión decidida hizo calmarse a todos, Oliver tenía la misma expresión que usaba cuando buscaba que sus jugadores ganarán, la cual Ginny solía decir «Me preocupa su salud mental». Si el señor Wood seguía con el entrecejo fruncido y sosteniendo tan fuerte el palo de su escoba... Ailen estaba seguro.

– ¡Lo atrapó! – Grito Lucy con fuerza al ver a Oliver teniendo a Ailen en el aire.

– ¡Oh mi dios! – Mascullo Dayana aún sin querer ver.

– ¡Tengo la snitch! – La voz de Ailen sonó con fuerza, durante un segundo no hablo nadie y después todos gritaron por la gloria.

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Capítulo treinta y tres modificado a las 3:17 pm, día 13 de marzo.

Tercera generación: La oportunidad de salvar vidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora