Tercera generación: La oportunidad de salvar vidas.

Capítulo 24. Albus Potter.

¡Ya llegó por quién lloraban! Empezaré con mi nombre principalmente, el cual, por cierto, es fantástico. Me llamo Albus Severus Potter.

Y se desató el caos, Harry alegando que debió estar bajo la maldición imperio para ponerle ese nombre, James haciendo puchero y alegando que debía ser Remus por segundo nombre, Sirius diciendo “deshonor” y Severus, en cambio, sentía que todo esto era una locura y que despertaría de ese anormal sueño.

– ¡Silencio! – Grito Dumbledore poniendo el orden que se necesitaba. – Debemos seguir leyendo y gracias Señor Potter por ponerle mi nombre a su hijo.

– De nada, profesor.

Severus creyó librarse pero un fuerte codazo le hizo quejarse, la mirada de Regulus se entendía bien «Da las gracias, imbécil». – Yo... Eh, creo que gracias Señor Potter.

Odio no estar ahí, el caos sería genial, en fin... Diré el nombre de mi madre más adelante.

Soy slytherin, tengo quince años, juego Quidditch en el puesto de buscador y... ¿Qué más? ¡Ah sí! Mi novio es Scorpius Malfoy pero creo que eso ya lo saben, ¿No?  Aspiro a ser premio anual y prefecto pero lo rechazaré, no deseo decepcionar a mis tíos Fred y George.

Los gemelos rieron y palmearon a Harry orgullosos de los hijos del azabache.

Me gustan más o menos las bromas, amo a mi familia completa y... Deseó una vida junto a mi escorpión.

«Me dió diabetes»

¡Vete a la mierda, Riddle!

«Obligame, mago de quinta»

«Delphi, Al, dejen de discutir. Ahora.»

Varios no pudieron evitar reír.

En fin, mis padrinos fueron elegidos por mis padres, mamá eligió a Arthur Weasley y papá a tía Hermione.

Los mencionados agradecieron con una sonrisa. Bueno, en realidad Hermione se le tiro encima y le abrazo con fuerza, sintiéndose especial por ver que su hermano de otra madre lo hacía madrina de otro de sus hijos.

¿Qué falta?

«Tu madre, Al»

Eso es verdad, gracias amor. Bueno, papá ve y escondete detrás de tía Hermione y de la Abu Molly, eso te salvará. Genial, mi mamá es la bella, maravillosa, terca y medio enojona, GINNY WEASLEY.

Harry había echo lo dicho por su hijo pero no nego que se asombro, ¿Con Ginny? No lo mal entiendan, ella era fuerte, guapa, amable y con carácter, si deseará estar con alguna chica seria como ella pero ese era el problema, él no amaba a Ginny más bien la veía como la hermanita que jamás pudo tener. Tan metido estaba en su mente que no noto a Molly, Hermione, Lily y Ron evitando que los demás varones Weasley asesinen al azabache.

Cuando las cosas se calmaron el Potter, Weasley y Granger se sentaron, aunque el primero aún sin poder creer lo dicho.

Es el futuro. Pensó. Todo es posible.

Enserio espero que papá este vivo y espero que sí, deseo existir....
Lamento informarles que los abandonó, me voy, me iré por cigarros... Mentira, debo irme, el Señor Malfoy está contando anécdotas de su adolescencia y es divertido ver qué los Potter tenemos un gusto por los Malfoy. ¡Los dejo con mi recuerdo!

Todos miraron a los Potter presentes, Fleamont, James y Harry se avergonzaron, Draco y Lucius se hicieron los que no escucharon y miraron a otro lado. Dorea, Lily y Narcissa compartieron una mirada complice y rompieron en carcajadas, atrayendo la atención de los demás.