Llegué, por fin es mi turno.
Muchos alzaron una ceja, otros solo le miraron curiosos, Draco parecía a nada de volver a desmayarse pero es que no podían culparlo. ¡Sería padre! Y él era un sangre pura lo que daba a entender que, muy posiblemente, sería un matrimonio arreglado.
Soy Scorpius Hyperion Malfoy...
– ¡El nombre, quiero el maldito nombre! – Grito Draco perdiendo la calma, Lucius rodó los ojos y Narcissa lo hizo sentarse, dándole un zape por idiota.
Eso lo dirá alguien más.
«No, dilo tú»
¿YO?
«¡SÍ!»
Bien... Y Astoria Greengrass.
Astoria y Draco se miraron, no sentían nada el uno por el otro, pero está sabía que sus padres jamás harían un matrimonio a la fuerza para sus únicas hijas.
– ¡No, Astoria! – Sollozó Daphne, haciendo que todos la mirarán confundida.
– No llores, estaré bien. – Comento, aún sabiendo que no era verdad.
Harry, desde la mesa de gryffindor, bajo la vista. No, no logro estar con el chico que ama y con el recuerdo, le hizo ver qué terminó con alguien más. Vale, que ya sabía eso pero podía haber sido una mala broma de su hijo —Lo escribían, no todo lo que alguien escribe puede ser verdad— pero ahora sabía que no, que todo era cierto, nunca pudo estar con ese chico de cabello rubio platinado y ojos grises.
Tengo 15 años, pertenezco a Slytherin pero el sombrero estuvo tentado a enviarme a Hufflepuff.
«¡Rollito de canela!»
¡Cállate!, en fin. Juego Quidditch como guardián, soy bueno en casi todas las materias menos pociones.
Algunos miraron raro al hurón... Digo, a Malfoy, ya que este era bueno en esa materia. Su futura esposa, en cambio, estaba completamente roja del rostro y su hermana se burlaba, dando a entender de donde salió tan mal de esa materia.
No planeo ser prefecto o premio anual y mis mejores amigos son un Weasley y un Potter... Somos el trío de oro 2.0
Cinco golpes secos se escucharon, Draco, Lucius, James, Harry y Sirius se habían desmayado, Dorea rodó los ojos y dijo «Enervante» y su hijo, nieto e hijo adoptivo despertaron.
– ¿Potter y Malfoy? – Repitió Sirius.
– Ay. – Fue lo único que soltó James.
– ¡Fantástico! – Gritaron Draco y Harry.
– No otra vez. – Se lamentó Lucius.
Mis padrinos son Pansy Parkinson y George Weasley.
Pansy abrazo a Draco con fuerza, demasiado feliz por ser la madrina pero el pelirrojo agradeció confundido, no entendía por que era el padrino.
No soy hijo único (Gracias a Merlín) pero... Debo decir algo importante... La familia Greengrass tiene una maldición de sangre que pasa a las mujeres de la familia, mamá y mi tía la tienen, esa es una de los motivos por lo que las mujeres Greengrass quedan solteras el resto de sus vidas. Mamá no quería ese destino para ella, así que cuando terminaron enamorándose mis padres y después de convencerlo, me crearon (Eso se escuchó de científico loco). Fue difícil, había días en que mi mamá no podía pararse de la cama o agarrar un simple objeto, pero con esfuerzo y (Naciendo en un día en que estaba "bien") me tuvo, crecí entre el amor.
ESTÁS LEYENDO
Tercera generación: La oportunidad de salvar vidas.
Fiksi PenggemarCon trabajo y esfuerzo la tercera generación envía un libro donde se presentan, mostrando como son y lo que hacen pero no solo eso, sino, también, para contar muertes que ellos desean evitar con desesperación, desean que cada uno de esos lectores te...