Me planteé varias veces si debía cumplir con mi palabra aquel el día. Contarle a Sissy de la salida que haría sin omitir el detalle de la persona que me acompañaría fue peor de lo que esperaba. No quería que fuera, temía por Mikey, por mí y por las personas que estarían junto a nosotros en la sala de cine. Usó la excusa del nuevo don para intentar retenerme pero ya me sentía lo bastante segura para evitar usarlo descontroladamente.
Estaba a punto de salir, me vestí con lo primero que encontré en mi armario y era un poco mejor que la ropa que usaba normalmente para ir a la universidad. Ya había perdido por completo la costumbre de tener una cita. Porque eso era ¿no? Un chico invitando a una chica a ir al cine se debía tratar de una cita más allá de que éramos biológicamente incompatibles.
-¿No lo quieres pensar mejor?- preguntó Sissy recargándose en el umbral de la puerta de mi cuarto. –Podemos ir al bosque a que te vea cazar o... ¡ya sé! Esperamos a que sea más tarde y te ayudo a cazar a alguien.
Sonreí y rodé los ojos antes de pintarme los labios. En verdad estaba preocupada por lo que pudiera pasar sino nunca se hubiera ofrecido a ayudar a alimentarme.
-Estoy segura que nada va a pasar. Y si llega a pasar, siempre puedo decir que me siento mal o usar alguna excusa tonta de las que usan en las comedias románticas que miramos juntas.
Entró a la habitación y se paró frente a mí deteniendo lo que estaba haciendo para tomar mis manos. Su tacto era tibio y sus ojos brillaban. No aguanté sostenerle la mirada.
-Tengo que ir- empecé a decir en mi último intento por convencerla. –No tengo como avisarle y sería muy maleducado dejarlo plantado sin una explicación. Por favor, confía en mí.
-Confío en ti, pero no en lo que te has convertido.
-Esa también soy yo. No hay forma de separarlo. Lo sé. Lo investigué- sonreí y posé las manos sobre sus hombros, con las botas que me calcé era unos centímetros más alta que ella. –Te estaré enviando mensajes para comentarte cómo va todo.
Suspiró y reflexionó con la mirada baja antes de contestar.
-Está bien, pero a la menor incomodidad, te quiero de vuelta.
-De acuerdo- sonreí y nos separamos.
Llegué al cine quince minutos después en un Uber. Estaba algo nerviosa. Antes de ponerme a buscar a Mikey entre las personas, miré mis ojos en un pequeño espejo que traía en mi bolso y así corroborar que no estaban de ningún color anormal. Marrón claro era bastante discreto.
-Hey- miré a mi derecha y ahí estaba Mikey. –Comenzaba a creer que no vendrías.
-El Uber se tardó una eternidad en llegar- me encogí de hombros. -¿Ya elegiste la película?
-Quedamos en que tú lo harías ¿qué te gustaría ver?
-Entremos a ver que opciones tienen, hace mucho que no vengo al cine.
Nos acercamos y antes de que yo tirara del pomo de la puerta Mikey se adelantó y la abrió por mí. Una sonrisa tímida se dibujó en mis labios y si tuviera sangre en mis venas estaba segura de que me habría sonrojado por su caballerosidad.
-Estás hermosa, perdón que no lo dije antes- soltó de pronto mientras mirábamos la lista de películas que estaban por empezar.
Alcé las cejas y estaba por soltar algún comentario sarcástico para restarle importancia pero vi lo sonrojado que estaba por haberlo dicho y me guardé mis palabras. Comenzaba a creer que Mikey, al igual que yo, tiene un buen tiempo sin salir con alguien del sexo opuesto.
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Love will kill you [Mikey Way]
VampireHazel era muy ingenua. La tipica hija de buena familia buenos amigos y bien educada. Pero ahora, que los errores han sido cometidos, debe adaptarse a una nueva vida donde reina la oscuridad y las costumbres de esos mitológicos chupasangre. Mikey viv...