Lo único que me motivó al otro día a asistir a clases fue la necesidad de hablar con Jasper. Quería entender por qué me había besado o si usó ese maldito poder para controlar mi cabeza y hacer que lo besara.
Cuando llegué a la universidad, no lo encontré por ningún lado, pero si hallé a Frank y Hayley en el comedor de la universidad jugando a las cartas. La sonrisa que compartían se desvaneció cuando me vieron y no era para menos. Mis ojos se veían casi negros y por primera vez, desde que fallecieron mis padres, tenía ojeras. Mi único rasgo de que no era totalmente un monstruo expuesto por el dolor que sentía.
-No creí que vinieras- comentó Frank luego de sentarme en su mesa. -¿Cómo te encuentras?
-Igual. Y para colmo no encuentro al idiota de Jasper.
Noté que él y Hayley intercambiaron una mirada extraña, como si estuvieran ocultando algo relacionado con Jasper. Cuando hablamos en la madrugada no mencionaron nada al respecto pero ahora el secreto parecía estarles quemando en la boca.
-¿Qué pasa?- pregunté levantando una ceja.
-Creo que deberías esperar otro momento para hablar con Jasper. Un momento a solas.- contestó Hayley.
-¿Por qué?
No fue necesario que hablara, vi la razón con mis propios ojos. Cuando Taylor entró del brazo de Jasper, con una sonrisa que podría partirle la cabeza al medio y luego de dar una mirada fugaz a donde me encontraba se colgó de su cuello y lo besó apasionadamente.
-¿Están saliendo?- pregunté sin dejar de verlos.
-Así es- contestó Frank y lo miré totalmente confundida. –Desconozco el momento exacto pero debió ser entre el momento luego de dejarte en tu casa y antes de que Taylor llamara a nuestra casa para dar la noticia.
-Entiendo
En verdad, no. Ni siquiera habían pasado veinticuatro horas de lo que sucedido y de repente estaba en pareja con la peor persona del mundo. Taylor se veía contenta, era como ver a una persona totalmente diferente.
Los observé cuando dejaron de besarse y Jasper no logró sostenerme la mirada. Lo que confirmaba mis sospechas. Lo suyo no era real, solo una excusa para evitar aclarar lo que pasó y Taylor era una completa idiota que no se daba cuenta por no poder ver más allá de su propio ombligo.
-Debo ir a clases.- anuncié antes de que la pareja se sumara a la mesa y estar obligada a lidiar con ellos.
-¿Él estará ahí?- preguntó Hayley preocupada.
-No lo sé- me encogí de hombros. –Espero que no.
Pero otra vez estaba equivocada. Porque al minuto que ocupé unos de los pupitres en el medio del aula, Mikey entró y me miró como si me odiara. Durante las horas de clase estuve más ocupada debatiendo conmigo misma si aguantaría su mirada quemándome la nuca que escuchando al profesor.
Quería que aquello parara, explicarle a Mikey de una sola vez qué fue lo que pasó y confesarle mi amor. Al menos de esa forma ya no tendría ese dolor punzante en el pecho que con su desprecio se intensificaba ni la cabeza llena de pensamientos que comenzaban a aturdirme.
Cuando la clase terminó, fui de las primeras personas en levantar mis cosas y sin molestarme en guardarlas en mi bolso me dirigí a la puerta. Di un par de pasos fuera del aula cuando alguien pasó por detrás y chocó conmigo. Ni me molesté en ver quien era o si lo había hecho agrede. Me daba igual. Levanté algunas cosas y cuando estaba por tomar mi cuaderno otra persona lo hizo por mí. Era Mikey y ahora que lo veía de cerca me di cuenta que no era desprecio lo que había en su mirada, sino miedo.
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Love will kill you [Mikey Way]
VampirosHazel era muy ingenua. La tipica hija de buena familia buenos amigos y bien educada. Pero ahora, que los errores han sido cometidos, debe adaptarse a una nueva vida donde reina la oscuridad y las costumbres de esos mitológicos chupasangre. Mikey viv...