Durante el domingo salimos a explorar una de las montañas. Hayley nos contó que por algún sitio de esa montaña se encontraba una cueva con piedras preciosas y quien la encontrara se llevaría todas las que quisiera. No pude contenerme, desde niña adoraba todo lo relacionado a la geología. Me separé del grupo a toda velocidad y recorrí todo el terreno que pude.
En un momento, escuché el murmullo de un arroyo y sabía que si había agua tal vez habría una cueva. Volví a correr, salté a un par de árboles para tener mejor vista pero nada de eso me ayudó a prevenir el salto que di por el acantilado, creyendo que no sería una gran caída. En esos segundos que floté, bajé la mirada, el murmullo era el de un furioso arroyo como cien metros más abajo. Había rocas, gigantes y filosas. No tenía miedo. Era inmortal. Sin embargo, el estómago se me estrujó cuando comencé a caer y los rostros de mis padres junto a mis recuerdos de infancia aparecieron en mi mente.
No sé cuántos metros descendí en caída libre hasta que Jasper me interceptó. Me sostuvo con fuerza entre sus brazos y me devolvió a la montaña. Ni entendí cómo lo había hecho, en mis nublados pensamientos no era posible hacer algo como eso.
-¡¿Qué te pasa?! ¡Estás totalmente loca! ¿Cómo se te ocurre hacer eso?- me sostenía de los brazos con fuerza. Miré sus ojos, totalmente negros alrededor de la pupila y el pánico controlando sus facciones.
-¡¿A ti que te pasa?!- lo empujé para que me soltara. -Iba a caer al arroyo, no sé por qué te pones así.
-¿No eres consciente que era una caída de como cien metros? Te ibas a matar.
Solté una carcajada.
-¿Matar? ¡Soy un maldito ser inmortal!- exclamé.
-Hay algo llamado gravedad, Haz. Ni el vampiro más poderoso podría sobrevivir a una caída libre de esa distancia y tú casi terminas contra las rocas.
-Exageras- se nos unieron Frank y Hayley que nos miraron preocupados. –Díganle que exagera. No había chance de morir ¿no?
-Hazel- comenzó a decir ella acercándose. –Si la punta de una piedra te atravesaba el pecho o la cabeza. Es probable que... no sobrevivieras.-
-Por suerte Jasper vio el momento en el que saltaste y trepó a uno de los árboles más altos que había cerca.- explicó Frank palmeando la espalda de su amigo.
Miré a ambos completamente perpleja. Entonces si había otra forma de morir que no fuera tomando sangre envenenada. Jasper me seguía mirando molesto, los demás preocupados y yo no sabía que decir. Me había confiado de mi naturaleza, olvidando por completo que todavía había una infinidad de cosas que no sabía.
-Chicos- dijo Hayley y todos volteamos a verla. Ella estaba de espaldas observando la cueva donde nos habíamos metido. –Esta es. Miren.
Sacó su teléfono y con la linterna hizo brillar todos los cristales de varios colores que sobresalían de las paredes y el techo. Quedé maravillada de tamaña belleza natural.
-Deberíamos hacer una fogata para iluminar un poco y quedarnos un rato ¿me acompañas, cariño?- dijo Frank.
Quedamos solo Jasper y yo, él se había alejado y estaba sentado sobre una roca cerca de la entrada a la cueva. Miraba un punto en el horizonte y apenas logré divisar que sus ojos seguían oscuros.
-Lo siento- dije acercándome y me senté a su lado. -No debí gritarte por salvarme- bufé. –Gracias, por cierto. No me gustaría cargarlos con la responsabilidad de contarle a mi tía cómo fue que morí por una idiotez.
-Estoy seguro que me odiaría más de lo que ya lo hace.
-No te odia, solo que lidiar con una sobrina vampiro por tu culpa nunca estuvo en sus planes.- soltó un intento de risa. -¿Me perdonas?
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Love will kill you [Mikey Way]
VampireHazel era muy ingenua. La tipica hija de buena familia buenos amigos y bien educada. Pero ahora, que los errores han sido cometidos, debe adaptarse a una nueva vida donde reina la oscuridad y las costumbres de esos mitológicos chupasangre. Mikey viv...