El ala de psiquiatría era la más tranquila del hospital. Muy pocas veces en el día se oía movimiento en los pasillos porque las enfermeras solo pasaban a dejar los medicamentos y las visitas no eran algo frecuente. Sobre todo para mí, ya que luego del episodio en la azotea comencé a ver menos a mis padres. El psiquiatra dijo que era algo normal en los padres que no comprendían sobre salud mental pero yo creía que los había decepcionado. Ellos esperaban que al despertar fuera la misma de siempre, que todo volvería a la normalidad y cuando menos lo esperaran, fuéramos una familia común otra vez.
Al menos estaba tranquila estando sola, mi habitación era de las más luminosas y aunque tenía una gran vista del jardín del hospital prefería estar en la cama asimilando que los antidepresivos me estaban borrando todos los recuerdos del coma. Ya no recordaba la mayoría de las cosas que había vivido con quienes creí mis amigos, tenía recuerdos borrosos de la universidad y despertaba angustiada en la madrugada por mis pesadillas donde Mikey se volvía polvo frente a mis ojos.
Ahora solo me quedaban dudas, que ni la medicina ni la psiquiatría podían contestar. No había manera de que yo creara todo ese mundo sin ayuda, que formara personas e inventara vínculos con quienes jamás había visto. Lo único que tenía sentido en ese momento era el anillo, al menos eso no me lo quitaron y era mi cable a tierra para estar segura de que no había perdido la cabeza. No del todo.
Golpearon la puerta, no dije nada y me giré de forma que me quedé en posición fetal mirando la pared junto a la cama. Oí el rechinido de la puerta al abrirse y unos pasos que por su sonido sobre el suelo de cerámica deduje que eran de alguna enfermera.
-¿Estás despierta, Hazel?- contesté con un ligero quejido. –Tomaré eso como un sí- hizo una pausa. –Pase señora- oí otros pasos que se adentraron en la habitación. –Por cuestiones de seguridad deberá dejar la puerta abierta ¿Está bien?- la otra mujer no contestó en voz alta. –Gracias. Nos vemos, Hazel.
Luego de que la enfermera salió sentí la mirada sobre mí. No quería voltear, seguramente sería mi madre eligiendo en silencio con qué carta intentaría apelar a mi lástima o me recriminaría cómo fui capaz de pensar en suicidarme después de todo lo que hicieron por mí. Respiré hondo, si era ella, lo mejor era que se fuera.
-¿Cómo te sientes, Hazel?- era la voz de Sissy, pero de todas formas seguí de espaldas y cerré los puños con fuerza. Seguía molesta con ella, porque desde esa mañana que no había vuelto a verla o saber de ella. -¿Puedo sentarme?
Seguí sin contestar, intentando apartar todos los insultos que se cruzaban por mi cabeza. Mi padre había dicho que ella no quería verme, que no podía lidiar con el hecho de que estuviera loca y estaba muy molesta por lo que había intentado hacer. Escuché como Sissy arrastró una silla de madera hasta cerca de la cama y la madera se quejó cuando ocupó el asiento.
-¿Te molesta si pongo música?- preguntó en voz baja y contesté con un quejido. –Cuando te cuidaba durante el coma solíamos escuchar música gran parte del día, es curioso porque aquellos artistas que escuchabas antes del coma no te interesaban pero cuando escuchabas lo que a mí me gustaba a tu edad tu pulso cambiaba y en varias oportunidades me apretaste la mano mientras te hablaba de ellos. Esta era de tus canciones favoritas.
Hubo unos segundos de silencio y se comenzó a escuchar la melodía de unas guitarras. Luego de unos pocos segundos una voz femenina se le sumó a la melodía. Un escalofrío me recorrió la espalda, me senté en la cama en un instante y me quedé mirando el teléfono sobre la mesita de noche mientras la canción seguía sonando.
-Hayley- dije sorprendida.
-Sí- dijo Sissy con una gran sonrisa. –La vocalista del grupo se llama Hayley Williams ¿recuerdas que te hablé de ella?
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Love will kill you [Mikey Way]
VampirHazel era muy ingenua. La tipica hija de buena familia buenos amigos y bien educada. Pero ahora, que los errores han sido cometidos, debe adaptarse a una nueva vida donde reina la oscuridad y las costumbres de esos mitológicos chupasangre. Mikey viv...