Se encontraba recargado en una pared de concreto de tonos rojos esperando en la puerta trasera de un hotel mientras disfrutaba de la paleta que había robado en una tienda de 24 horas. Sacando la paleta sabor cereza, sonrió al encontrarse con un muchacho alto de cabello negro como el cuervo y ojos cafés destellantes, portaba un traje negro que le hacía ver muy maduro junto a esas joyas de color verde que adornaban sus dedos y orejas.
—Hola Van —le saludó con una sonrisa.
—Perdona la tardanza, mi chica no me dejaba ir, entremos.
Con tres toques en la puerta, esta se abrió revelando a una muchacha muy guapa recibiendo al dueño del edificio y a su amigo. Con una gran sonrisa se hizo a un lado dejándoles pasar y fue justo lo que esos dos hombres en traje hicieron.
—Escuché que Linda está en Brazil.
—Si, envió una postal —le extendió el sobre entre sus manos para que este lo tomara— te envía saludos.
—Vaya mujer —sonrió Van.
—¿Para qué me llamaste? —mencionó metiendo su paleta a la boca saboreando aquel cereza artificial dándole un gusto en sus papilas gustativas.
—Un Kir Royal y...
—Dame un whisky —murmuró guiñándole el ojo a la bartender quien sólo rió rodando los ojos para retirarse a preparar las bebidas.
—Nunca te cansas —rio negando mientras sacaba su teléfono.
—Aunque ya me mandó al diablo la primera vez es divertido molestarla.
—Dile que nos suban los tragos a la oficina —mencionó a uno de los camareros quien asintió para ir con la bartender— vamos.
Suspiró cansado, pero siguió a su mejor compañero en aquel asqueroso mundo de criminales. Subieron por las finas escaleras de "sólo personal autorizado" que guiaban a un pasillo algo silencioso hasta llegar a unas puertas exageradamente grandes de color rojo y tonos dorados. Atravesaron esas puertas para toparse con una oficina llena de tonalidades blancos y grises. Sin chistar, Jimin se lanzó al sillón gris subiendo las piernas a la bonita mesa negra mientras sacaba su paleta de la boca. Van caminó dejando que sus costosos zapatos resonaran en toda la oficina hasta que llegó a su escritorio para sentarse en su cómoda silla.
—Jimin, eres mi único amigo en este mundo lleno de criminales apestosos consumidos por el poder, pero se muy bien qué hay gente como nosotros que odia a esos tipos y que odia que esos se aprovechen de nuestras noblezas.
—Ve al grano —ríe levantándose metiendo la paleta en su boca de nuevo.
Arrastró la silla negra que estaba frente al escritorio de Van para sentarse recargando su pierna sobre la otra sacando su paleta de cereza de nuevo.
—¿Recuerdas a Soobin?
Un chico entró por las puertas rojas con una charola en donde se encontraban las bebidas que hace un rato habían ordenado. Dejó las órdenes frente a cada uno y se retiró dando una pequeña reverencia para cerrar la puerta tras él.
—Ah si, el niño universitario que atrapaste robando una de tus bonitas joyas y que ahora trabaja como croupier en la entrada y lo tratas como si fuera tu hijo.
—Ese mismo —sonrió, pero dicha mueca se borró en un instante— DoYu mandó a golpearlo como amenaza en que no le cobre lo que me debe, el idiota lo secuestró también, pero su hijo HueningKai lo detesta y me ha estado contactando para rescatarlo y que me lo lleve de paso.
—¿Y confías en ese mocoso?
—No, lo que quiero es que me traigas a Soobin, ¿puedes hacer eso por mi?

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CRIMINAL | jihope
Fiksyen Peminat"Tan elegante el criminal que me destruye" Park JiMin o mejor conocido como Kitty, es solicitado por la policía para rescatar a Jung HoSeok, el hijo del senador. Cuando su misión es completada, el golpe que la policía da es inesperado para el crimin...