Veinte

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—Que tenga un buen día

—¡Gracias! —la muchacha sonriente salió del local satisfecha luego de haber hecho un pedido grande para una despedida de soltera.

Su sonrisa fue borrándose poco a poco mientras se ponía manos a la obra indicándole a Huening Kai lo que había que hacer para más tardar una semana. Los estarían haciendo unos tres días antes para evitar que se marchiten en ese momento.

—Señor Hoseok, ¿siempre le llegan pedidos así de grandes?

—Sip, muchas veces llegan a este local para esos pedidos, en el otro puesto solo piden arreglos bonitos para mesas o ramos de flores, en este se hacen pedidos para bodas, fiestas o decoraciones.

—Ah, debí ir al otro local —bromeó haciendo reír a Hoseok.

—Me agrada que hayas venido aquí, la verdad me hacía falta una mano.

Ambos se sonrieron para continuar con su trabajo. Decidieron empezar aquel proyecto grande ya que habían pocos clientes. Cuando ya llevaban algunos arreglos, Hoseok vio que era hora de cerrar.

—¡Ah! Huening Kai, es hora de cerrar.

—¡Tan rápido!

Ambos se dedicaron a guardar todo en la pequeña bodega y cada arreglo fue puesto en el auto de Hoseok para que el los cuidase. Cuando terminaron por fin, saltó un suspiro lleno de satisfacción para entrar a la tienda. Huening Kai cerraba la bodega y corrió a darle las llaves para despedirse con una reverencia y salir del local.

—¡Nos vemos mañana Señor Hoseok!

—¡Hasta mañana!

Quedó completamente solo cuando ya estaba bajando las puertas metálicas del local. Se quedó viendo al otro lado de la calle como le era costumbre para suspirar resignado y entrar a su auto. Lo encendió y la radio resonó en todo el auto reproduciendo una canción cualquiera, mordió su labio para bajar el volumen, no tenía ganas de escuchar nada, pero tampoco quería un viaje silencioso.

Emprendió su camino a casa paseándose por las calles nocturnas de la ciudad. Se sentía extraño, sentía un vacío y tristeza, pero no pensaba que fue por lo de su novia, eso le daba coraje. Sentía que necesitaba algo o alguien, pero ¿quien era ese alguien?

Su teléfono sonó y se obligó a estacionar en la orilla de una banqueta para poder contestar y no causar problemas en los semáforos, después se reincorporaría a la calle.

—¿Hola?

Hola hijo, ¿todo bien? —suspiró al escuchar la voz de su madre.

—Si mamá, ya voy a casa.

Esta bien cariño, quería avisarte que hemos cancelado todo para la boda, fue difícil convencer a tu padre, pero finalmente aceptó.

Sintió como una pesa de 100 kilogramos caía haciéndolo sentir más ligero. Sonrió asintiendo y se sintió un tonto ya que su madre no podía ver su expresión así que mejor abrió la boca para contestar.

—Gracias mamá, en serio lo agradezco.

Intentaré que tu padre no intente emparejarte con otra chica, se que necesitas tiempo para salir con alguien de nuevo.

—Esta bien mamá, los amo ya voy a casa.

Te amamos, aquí te vemos.

Terminaron la llamada y su sonrisa creció. Si, Cindy fue su novia por un largo tiempo, pero lo engañó por siete meses y usaba el trabajo y el hecho de que fue secuestrado como una excusa para irse con alguien más. Desde ahí supo que no quería estar con ella, al menos no con una persona como ella y la noticia de que su padre había accedido a cancelar el matrimonio y los preparativos de la boda le habían aliviado y regresado mil años de vida. El estrés por ese pendiente se había ido.

CRIMINAL | jihope Donde viven las historias. Descúbrelo ahora