La mañana siguiente, Hoseok se escabulló de los brazos de Jimin para salir a su trabajo. Agradecía mucho que aquel día no estuvo tan atareado como los restantes, sólo unos cuantos pedidos, dos envíos a domicilio como regalo y uno que otro pedido grande como decoraciones para algún evento. Cuando recibía la ayuda de Jongho y HueningKai se preguntaba ¿cómo demonios podía hacer todo eso solo? Claro, habían unas cuantas tiendas de su marca regadas por la ciudad, pero a lo mucho eran tres, sin embargo, el siempre recibía los pedidos grandes y lograba tenerlos para el día.
La hora de cerrar había llegado tan rápido que Hoseok ni notó cuando ya estaba anocheciendo. Parpadeo sorprendido para dar la salida y empezar a guardar las cosas con ayuda de sus empleados. Al finalizar los tres salieron de la tienda para que el encargado pudiese cerrar.
—¡Nos vemos mañana Jongho!
—Adiós.
—Algún día seremos buenos compañeros —asintió un entusiasmado HueningKai.
Cuando Hoseok terminó de cerrar, sonrió mientras negaba ante el entusiasmo de HueningKai.
—Ya, sube al auto que hay que irnos.
El muchacho asintió para irse a rodear el auto, pero su sonrisa se borró cuando vio algo detrás de Hoseok. Empujó al hombre con rapidez y con agilidad sacó su navaja escondida para clavarla directo en el abdominal del hombre haciéndolo gemir y gritar de dolor. Hoseok observó con temor como el hombre dejaba caer su arma para ser empujado por el chico.
—¡Rápido vámonos!
—¡N-No puedes dejarlo ahí!
—¡Vámonos!
Con rapidez HueningKai y Hoseok subieron al auto, pero el hombre alcanzó a abrir la puerta del auto sacándole un grito a Hoseok. Con pánico sacó su pierna para darle un buen golpe en el abdomen herido haciéndolo gritar de dolor nuevamente y una vez más le lanzó otra patada alejándolo de auto para cerrar la puerta, encender y arrancar el auto saliendo de ahí.
Con respiraciones agitadas huyeron del lugar sin importarles si el hombre seguía con vida o no. La tensión y el temor estaba en el aire y HueningKai podría ver que Hoseok estaba aterrado al ver el firme apretón en el volante.
—Lamento que haya visto eso señor Hoseok...
—No... tranquilo, no es tu culpa, dejémoslo atrás, ¿si?
—Lo siento.
Hoseok quería aclararle que no era su culpa, que estaba bien, pero su cerebro aún le decía que desde que se metió con Jimin las cosas en su vida han sido peores.
Una vez en el hotel, los dos bajaron ya menos asustados, pero el temor en el mayor aún estaba presente. Al entrar a la recepción del hotel el muchacho le avisó que se iría ya que le tocaba su turno en el espectáculo de esa noche. Sin saber muy bien lo que le dijo, Hoseok se quedó solo y se dirigió al elevador para subir al piso en donde estaba Jimin. Ahora más que nunca deseaba recostarse y abrazarlo hasta dormir.
Una vez estaba en el piso, caminó apresurado hasta la habitación y cuando iba a meter la llave esta se abrió revelando al criminal un tanto somnoliento.
—¿Hoseok? Tan rápido se acabó el día...
Lo abrazó sorprendiéndolo, pero sintió alivio al sentir como le devolvía aquel gesto haciendo que ambos entraran a la habitación. La puerta estaba cerrada y la pareja estaba a oscuras aún abrazándose recargados en la pared.

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CRIMINAL | jihope
Fanfiction"Tan elegante el criminal que me destruye" Park JiMin o mejor conocido como Kitty, es solicitado por la policía para rescatar a Jung HoSeok, el hijo del senador. Cuando su misión es completada, el golpe que la policía da es inesperado para el crimin...