CRIMINAL | jihope

Dos

—Que tenga un buen día —mencionó un muchacho de sonrisa acorazonada y dientes perfectos.

La pareja que recibía el arreglo respondió aquella sonrisa con otra junto a un saludo de manos para salir por la puerta del local. El muchacho corrió hasta la bodega al ver llegar el auto de otro cliente buscando el arreglo que le había ordenado. Al encontrarlo, lo tomó sonriendo orgulloso de su trabajo y salió de la bodega para encontrarse con un hombre rodeado de más personas como guardaespaldas lo que atemorizó al chico, pero mantuvo su rostro neutral y sonriente intentando ocultar su miedo.

—¡Bienvenido! ¿Es usted KoByeong?

—Estas en lo cierto —el hombre sonrió tronando sus dedos— mi hombre recibirá el detalle, gracias.

—Ah, claro tome, son 200 dólares —asintió apuntando algo en su libreta.

—Págale —mencionó al aire mientras uno de los hombres del señor sacaba su cartera.

El dinero cayó en su mesa y abrió sus ojos en grande al ver que el dinero era más de lo que estaba puesto en el recibo. Con algo de nervios y vergüenza, el muchacho miro al hombre con una sonrisa nerviosa.

—Ah, esto es demasiado señor...

—Quédate con todo, me gustó el arreglo —sonrió.

Con otro tronar de dedos el señor junto a los hombres que le rodeaban salieron del local dejando a un muchacho nervioso con la gran cantidad de dinero que le habían dejado.

—¿Que haré con esto? —suspiró.

Guardó el dinero en la caja registradora tomando su libreta para tachar el pedido que había sido entregado hace unos minutos. Hizo una mueca algo frustrado y decidió negar con la cabeza en un intento de borrar sus preocupaciones. Su teléfono sonó y lo contestó sin ver que tomaba su teléfono personal.

—HopeWorld florería a sus órdenes —habló con su lema.

—Ah, ¿cómo? ¿Ya tienes saludo para tu celular?

Frunció el ceño para separar el celular de su oreja y ver el nombre del contacto. Su sonrojo en las mejillas se hizo presente y sacudió su cabeza ante su desconcentración.

—Lo siento Yoongi, pensé que estaba contestando el del local —rió nervioso.

—Aww, me había gustado el saludo —rió— como sea, ¿vienes conmigo a una fiesta hoy?

—Yoongi, sabes que no puedo —suspiró— tengo una junta con Cindy —sonrió apenado.

—Ah, esa niña que tu papá arreglo todo con su papá, ¿de verdad va en serio? Todo esta arreglado Hoseok.

—Lo se Yoongi, pero bueno yo le confesé que realmente me gustaba y ella me correspondió entonces las cosas bueno son reales —sonrió ante el recuerdo.

—Pobre iluso que eres —suspiró—, pero bueno las personas lindas como tu piensan que viven en un cuento.

—¿Me llamaste para insultarme? —murmuró molesto.

—Te llamé para invitarte a la fiesta, tonto —rió—, pero me saliste con esa bobería, Hoseok esa niña es una caprichosa y sólo te dice que te quiere porque eres hijo del senador.

—No voy a dejar que hables de ella de esa manera, si me llamaste para eso adiós.

—¡Ya, ya! Estoy jugando contigo, eres un sensible —escuchó su risa— haz lo que quieras con tu vida, me da igual, pero ven a la fiesta.

—Entiende que no iré, saldré con ella.

—Si hombre y yo soy el de arriba, ya anda.