Good Love

Parte 31

Gulf abrió los ojos y vio a Mew que aún dormía. Se quedó unos minutos contemplando, se preguntaba como era posible esa obsesión que se había creado en él de siempre querer mirar su rostro, de siempre querer mirar sus ojos. A veces trataba de ocultarlo, pero navegando por twitter había leído conversaciones entre las fans donde decían que sus ojos brillaban al ver a Mew y cada vez que veía esas publicaciones o las fotos que la fans captaban de los eventos o entrevistas, lo hacían sentirse apenado de ser tan obvio.
— ¿Cómo es que tu mirada es tan fuerte incluso si tengo los ojos cerrados? – dijo Mew entre dormido y despierto, sin abrir sus ojos.
El menor se sobresaltó un poco y esbozo una pequeña sonrisa de lado.
— ¿Cómo le haces para salirte con la tuya siempre? — preguntó Mew abriendo por fin sus ojos. Gulf le sonrió y lo escaneo desde su cabello hasta su pecho descubierto. Mew se rio y comentó
— Tranquilo, ya fue mucho por una noche, descansa.
— ¿Tienes que levantarte ya?
— Sí, tengo que estar en el aeropuerto en una hora más, puedes quedarte aquí y seguir durmiendo si quieres – le dijo el mayor mientas se levantaba y dejaba un beso en la frente se Gulf, para posterior dirigirse a la ducha.
Gulf se tomó muy en serio la propuesta de Mew, pues en cuanto éste desapareció tras la puerta del baño, cayó en un profundo sueño.
Cuando Mew salió de bañarse, se encontró con la escena más tierna de Gulf en posición fetal, descansando como todo un bebe. Por un momento sintió el impulso de ir y acostarse con él y quedarse ahí todo el día, pero rápido borró eso de su cabeza. Sólo tenía menos de 40 min para arreglarse y llegar al aeropuerto.

Gulf se despertó de golpe, asustado. Miró a su alrededor y encontró todo apagado y en completo silencio, se dio cuenta que Mew se había ido y él no pudo quedarse despierto para despedirse de él. Miró su reloj y se dio cuenta que aun no era la hora de salida de su vuelo. Así que rápidamente marcó a Mew para una video llamada.
— Hola... – contestó Mew con una sonrisa. Gulf se veía un poco dormido.
— Phi... te fuiste sin despedirte
— No quise despertarte... te di un beso antes de irme, pero tu sueño era demasiado pesado, ni siquiera te inmutaste.
Gulf se sintió apenado por un momento, pero después sonrió nervioso y sonrojado.
— ¿me marcarás cuando estés en el hotel?
— Te marcaré en cuanto aterrice
— También cuando ya estés en tu hotel... – insistió Gulf
— De acuerdo, también cuando ya esté en el hotel.
Hubo un largo silencio.
— Te dejo, estoy a punto de abordar el avión
— De acuerdo Phi... susu na
— Gracias...
— Bye bye...
Hubo un largo silencio de nuevo y ninguno de los dos colgaba.
— ¿No puedes ir usando el celular hasta que abordes el avión?
Mew soltó una risa de ternura.
— Te juro que te marcaré en cuanto aterrice ¿de acuerdo? – le contestó el mayor ignorando su petición.
— Está bien
— Bien, ahora colgaré
— Phi... – lo detuvo Gulf apresurado.
— ...
— ... Te amo... cuídate por favor — Mew sintió que el corazón se le detenía y en ese momento quiso correr hasta esa cama y comerse a besos a la persona que estaba en ella. ¿Por qué Gulf estaba siendo más amoroso de lo normal? Era algo a lo que fácilmente podría acostumbrarse.
— Te amo — contestó Mew sin titubear ni divagar. — te llamo en un rato más.
Por fin ambos colgaron el teléfono. Gulf se quedó recostado boca arriba un momento y después se levantó para apresurase a irse a casa.
"Es sólo un día" se repetía Gulf en la cabeza.
Después de un rato decidió ponerse de pie, tomar algo rápido para desayunar y salió rumbo a su casa.
Su madre lo esperaba despierta, la saludó con un beso en la mejilla, pero ninguno de los dos se dijo nada, no estaba seguro si tal vez su madre estaba molesta por no haber llegado a casa anoche, había olvidado por completo avisarle a su madre que no llegaría a casa, pero cuando había llegado al departamento de Mew le había dejado un mensaje a Grace pidiéndole que le avisara por la mañana a su madre, lo cual predijo que no sucedió, pues cuando llegó, la única que estaba levantada era su madre. Trató de no tocar el tema y se siguió de largo a su habitación.