Good Love

Parte 22

Parte 22: El cambio

A primera hora de la mañana los chicos tenían que estar en el aeropuerto para viajar a celebrar el año nuevo chino en una provincia de Tailandia. Ambos se sentían realmente cansados y agotados. Había sido días sin parar. Se sentían agotados tanto física, como mentalmente. Gulf le había platicado a Mew que siempre había querido saber que se sentía hacer el amor en el baño de un avión, así que había pactado que lo intentarían. Pero fue tanto su agotamiento que Mew prácticamente se quedó dormido sobre el hombro del chico en cuanto el avión despegó. Después de ese evento tendrían solamente cuatro días libres y después de eso volverían a una semana llena de eventos uno tras otro.

Faltaban dos días para que cumplieran su año de aniversario y Gulf ya tenía todo un plan elaborado de lo que quería hacer para festejar con Mew ese día. Por otro lado, Mew le había prometido que al día siguiente regresando de ese evento, lo ayudaría a mudarse a su nuevo departamento, era ahí dónde Gulf planeaba decirle su plan.

                                                                                      ***

Mew dejó caer la última caja de cartón en cuanto cruzó la puerta del nuevo departamento del menor. Gulf lo esperaba con un vaso de agua.

– ¿Estaba muy pesada? – le preguntó el chico mientras le entregaba el vaso de agua en forma de burla. Mew volteó a verlo con ojos de querer matarlo.
– Dijiste que tu roomie estaría aquí para ayudarnos – alcanzó el vaso de agua y tomó asiento en el suelo. Gulf se acercó a él y se deslizó por por la pared hasta bajar y quedar sentado a su lado.

– Cambié de opinión – lo miró sonriendo – quiero que pases mi primera noche en este departamento conmigo.

La expresión de Mew cambió por completo. Ya no se sentía cansado, mágicamente sus brazos y muslos dejaron de doler y una sonrisa de ternura se dibujó en su rostro.

– Te amo – La palabra salió tan suave de sus labios, que si no fuera porque era de noche y todo estaba tranquilo, difícilmente se hubiera escuchado. Sus ojos de cachorro enamorado veían al menor como si fuera lo más preciado que tuviera.
El menor le devolvió esa sonrisa de lado que tanto le gustaba, mostrando parte de su dentadura tan perfecta que dejaba ver un poco de sus retenedores, lo cual lo hacían lucir aun más niño de lo que ya parecía.

– Tengo un problema con tus retenedores – le dijo Mew casi a nada de estar por besarse. El chico se sobresaltó un poco, pues no recordaba que los llevaba.

– Olvidaba que los tenía puestos – comentó mientras hizo el intento de quitarlos. El mayor le sostuvo la mano deteniendo la acción.
– No lo decía porque me molestaran – le comentó mientras acariciaba la mano que detenía – mi problema con ellos es lo tierno que te ves y que no puedo aguantarme las ganas de besarte.

Terminó de acortar la poca distancia que quedaba entre ambos, y lo que era un beso tierno, comenzó a volverse en un beso tan intenso, que les robó la respiración a ambos.

– ¿Quieres que lo hacerlo aquí? – preguntó el menor tratando de agarrar un poco de aire.

Mew ni siquiera respondió su pregunta. Volvió a tocar sus labios y lo atrajo hasta él. Mew se sentía extrañamente dominante esa noche. Normalmente le gustaba que Gulf lo fuera llevando poco a poco hasta hacerlo desear tenerlo dentro de él. Pero esa noche sentía que él quería hacerlo perder el control y aunque le agradaba la sensación que estaba sintiendo, no la entendía del todo. Lo tumbó en el suelo y se montó sobre de él con sus piernas cada una por un costado. Sus manos se entrelazaron y las clavo en el piso por arriba de su cabeza y se bajó de golpe para atacar su cuello. Gulf no se quejó de absolutamente nada, de verdad lo estaba disfrutando y siendo honesto, era algo a lo que se había acostumbrado cuando grababan la serie. Tener a Mew arriba de él siendo dominante, era algo que no supo que extrañaba hasta que lo volvió a probar. Probablemente todo eso los hubiera llevado a algo más, si no hubiera sido por el sonido de la puerta que los sacó del amarre en el que se encontraban.