Parte 27

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Parte 27: El hombre perfecto.

La alarma sonó demasiado temprano, para lo poco que habían dormido. El deseo de ambos chicos parecía casi insaciable. No habían tenido suficiente con la acción en el carro. Gulf también quería tener su parte y hacer retorcer a Mew en placer.

Mew levantó la cabeza, aunque cansado, estaba consiente de que tenía que levantarse. Tal vez más adelante podría dormir un poco más, pero por el momento tenía que empezar a prepararse para irse. Boss había quedado de ir por ambos chicos a las 8 am. El reloj marcaba las 6. Quería ducharse tranquilo, tomar todo lo que necesitaba con paciencia para no olvidar nada. Quería desayunar junto con Gulf con calma.

Lo miró recostado tan pacíficamente en la cama, era como un pequeño angelito. Nada que ver con el chico de la noche anterior, hambriento por darle a él todo lo que Mew le había dado esa misma noche. Se quedó unos minutos sentado en el borde de la cama,  tratando de despertar un poco más. Estaba seguro que la ducha bien fría lo terminaría de levantar.

Después de la ducha se puso algo ligero y cómodo encima, para preparar desayuno para ambos. Una vez que todo estuvo listo, volvió a la habitación y se trepó sobre el cuerpo boca abajo del menor. Casi como un koala abrazado de un arbol.

— Cariño... —  le susurró a esa orejita pequeña que tanto adoraba — Cariño, despierta

Volvió a decirle mientras con sus dedos comenzó a acariciar la misma oreja. El menor se movió ante el peso que tenía encima y entre pujidos y quejas, por fin abrió los ojos.

—  Mmm.. Phi... ¿Qué hora es?
— Son pasadas de las 6:30... vamos, despierta. Tenemos que desayunar, para que después tomes una ducha. Boss vendrá por nosotros a las 8.

A regañadientes el menor fue levantado de la cómoda cama. A comparación con Mew, Gulf comió en modo zombie, ya que sólo agua helada en su rostro no ayudo mucho a despertar.

—  Quisiera poder dormir todo el día —  dijo el menor mientras se metía a la boca la cucharada de desayuno.

Mew simplemente rió ante la ternura del chico adormilado. Una vez que terminaron, Gulf fue directo a la ducha y Mew empezó a preparar las cosas para llevarse al fan meeting.

Se sentía nervioso, era el evento más grande que había tenido hasta el momento.  Había invitado a varias personas que habían estado con él desde años atrás y eran amigos suyos. Estarían con él o cantando o bailando en el escenario. También tenía planeada la canción que había compuesto para sus fans. Se quedó pensando en todos esos días que tuvo que dedicar a desvelarse para poder asistir a las practicas de piano y de baile antes de poder llegar a su casa a dormir.

Mientras guardaba las cosas sobre la cama y pensaba en todo eso se quedó ido viendo la pared detrás de la cama. De pronto sintió unos brazos que lo rodeaban por un costado.

— ¿Qué sucede Pho? ¿Por qué estás tan pensativo? ¿Estas nervioso?

Mew salió del trance en el que estaba y volteo feliz a ver a la persona que lo aprensaba a su costado y lo besó.

—  Me siento un poco nervioso con la canción.
—  ¿La que compusiste?
— Sí, tenía mucho tiempo sin tocar el piano, no es igual cantar y tocar la guitarra, a cantar mientras tocas el piano... y menos ante ciento de personas.
—  Phi... phi... necesitas tranquilizarte, tu corazón está latiendo demasiado rápido y me pondré celoso porque no es por mi.

A Mew le causó demasiada ternura el tipo de coqueteo del menor. De seguro estaba siendo así para que Mew se relajara, y lo lograba. Tenerlo a su lado lo ayudaba a calmar sus nervios, a sentirse en paz y tranquilo.

Good LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora