Capítulo 16: No tendrías tanta suerte.

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Mi madre abrió la puerta y pasó de verme a mi a ver a Peter, pero no es que lo mirara de buena manera, entrecerró los ojos un poco y vi como de manera airada veía nuestras manos juntas. El aire estaba tenso y yo no supe que decir.

- Con que a esto te referías cuando dijiste que no estabas sola - Dijo ella al fin.

- Peter, mucho gusto - Él extendió su mano derecha y mi madre la aceptó recelosa.

- Gracias por traerme - Le dije a Peter, él volvió a verme.

- Si, ya debes irte - Mi madre volvió a entrar a la casa.

- Lamento eso, no sé por qué actúa así - Susurré.

- No te preocupes - Me guiñó un ojo y me dio un beso en la mejilla antes de irse por la calle.

Cuando ya no podía verlo, entré a la casa, Ray me recibió, lo cargué dispuesta a subir a mi habitación, pero mi madre me llamó desde la cocina, no parecía muy contenta. Algo no iba bien, y eso me preocupaba.

- ¿Qué sucede? - Le dije al sentarme en una de las butacas de la cocina, ella estaba recostada en el lavaplatos.

- ¿Qué hacías con ese muchacho? - Me dijo seriamente.

- Sólo salimos a dar un paseo - Admití tranquila.

- ¿Acaso no sabes lo que es? - Empezó a subir la voz - Él fue quien lastimó a Lucas.

- Espera - Le dije ya un poco confundida - Si sabes lo de Lucas, ¿Por qué me preguntarte si estaba con él?

- Quería ver si me mentías - Cruzó los brazos sobre su pecho.

- ¿De qué va todo esto? - Pregunté aunque ya comenzaba a comprender.

- Te prohíbo que lo vuelvas a ver, él no es bueno para ti.

- ¿Qué insinúas? ¿Que Lucas sí lo es? 

- No tengo por qué responder eso, ahora eres tú la que tiene que responder, ¿Ha estado ese animal aquí?

- ¿Animal?

Mi madre estaba irreconocible, su mirada era airada y llena de odio. Pero no por eso dejaría que ofendiera a Peter.

- Eso es lo que es - Ella suspiró irritada.

- ¡No digas eso de él!

Mi madre bufó, algo extraño en ella.

- Lo conoces de sólo unos días - Iba a negárselo, pero tenía razón en eso, sólo que no por eso Peter merecía ser llamado un animal - Y olvida eso ya, por que no vas a volver a verlo, nunca.

- ¿Por qué?

- Por que él es el enemigo, y a menos de que quieras traicionar a Lucas y a tu padre, vas a obedecer.

Sin decir nada más, me fui a mi habitación, cerré la puerta con fuerza y di varias vueltas mientras respiraba profundo para poder tranquilizarme un poco. Cuando ya mis pensamientos estuvieron claros, llamé a Charles.

- Alice, justo iba a llamarte, Lucas quiere hablarte.

- De acuerdo, adelante.

Hubo un sonido cuando cambió la voz de Charles por la de Lucas.

- Alice, cuanto lo siento, yo... - Su voz parecía la de una persona enferma.

- Lucas, no quiero disculpas, no te preocupes.

- ¿Hablas en serio?

- ¡Por supuesto! Quiero saber cómo te encuentras.

Lucas suspiró aliviado, yo traté de calmarme aunque estaba impaciente.

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