Fire & Ice

Capítulo 24: Rose

Hola ! He aquí un nuevo capítulo, espero les guste, aquí entra un nuevo personaje... puede que este parezca un poco falto de acción, pero ya el próximo tendrá sus sorpresitas ;)

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Cuando volví a la casa decidí no pensar en lo de Lucas todavía, primero era lo primero.

La ida al pueblo y la conversación con Anna me dieron a darme cuenta que necesitaba dinero, por consiguiente, un trabajo, puede que no lo necesitara para comer, pero necesitaba ropa, conseguir un nuevo celular y tal vez una computadora, además de pagarle al chico de la papelería.

Me decidí que al día siguiente buscaría algo en el pueblo, tal vez encontrara algo en un café o un restaurante, aunque también necesitaba preocuparme por mi alimentación, debía estar siempre a tope para no llegar a la tentación de atacar a alguien, me juré a mi misma que no rompería la promesa que le hice a Charles.

Al parecer los vampiros si podíamos soñar; dormir no me daba el descanso que quería, pero me permitía sentirme más humana. Me soñaba a mi misma sentada en el bosque, mi bosque, era de día y el sol brillaba en el cielo, no estaba sola, Peter estaba a mi lado, sonreía, ambos lo hacíamos. Me dio un beso en la mejilla y en ese instante desperté. Me sentí de cierto modo aliviada, por lo menos tendría a Peter en mis sueños.

Aún no amanecía y no pude conciliar el sueño, me duché y lavé mi ropa rasgada, no volvería a usarla pero por lo menos quería que estuviera limpia, como un recuerdo. Encontré unas tijeras y cogí una camisa de chico que había en la otra habitación, de alguna manera logré que quedara bien, la corté para que me quedara hasta un poco abajo de la cintura con unos alfileres lo sujeté por detrás para que no quedara suelta y encima me puse una chaqueta para esconder el remiendo. La chaqueta me quedaba exacta y cuando me vi al espejo vi que no estaba tan mal, el collar en mi cuello brillaba con intensidad, lo que me hizo sonreír.

No parecía tener sed así que no fui de caza; se me hacia tan extraño tener que pensar en eso, pero sabía que tenía que hacerlo por mucho dolor que me diera quitarle la vida de esa manera a los animales del bosque.

El pueblo en la mañana era más agitado que en la tarde, los restaurantes estaban llenos y a pesar de la cantidad de personas que habían, no sentí ganas de ir por ninguna. Estaba empezando a tener más control sobre mi misma y eso me gustaba.

Caminé por todos los cafés y restaurantes, ninguno tenía alguna señal de que se necesitaran empleados, cada manzana que transcurría era más deprimente, no encontraría nada a ese paso.

Los chicos me miraban dos veces cuando pasaban, ahora entendía lo que debía sentir Lucas en la escuela, evité pasar por la papelería para no tener que explicarle a el chico, Ray, que no tenía ni un centavo para darle.

Encontré una librería mientras caminaba, entré por la mera sensación de sentir los libros a mi alrededor, la campanilla de la puerta avisó que entraba, pero nadie salió a recibirme.

Las estanterías llegaban al techo, que en sí era bastante alto, vi la sección de biología, ciencias sociales, historia y luego al final del pasillo, una pequeña sección de fantasía. Sólo habían dos libros de vampiros, uno era Drácula y no alcancé a ver el otro por que una voz me sobresaltó.

- ¿Buscas algo en especial? - Una mujer de sesenta o setenta años apareció justo a mi lado.

- No, nada, gracias - Le sonreí, parecía ser una buena persona.

- No te había visto antes, ¿Eres turista?

- Algo por el estilo - Sonreí un poco nerviosa, no quería responder preguntas comprometedoras.