No recuerdo haber soñado nada, pero cuando abrí los ojos, estaban llenos de lágrimas y el pecho me dolía.
Aún era de día, podía decirlo aunque las cortinas estuvieran cerradas, me senté con un poco de esfuerzo y miré a mi alrededor, mi cuarto estaba igual que siempre, a excepción de algo que realmente sobresalía.
Peter estaba sentado en una silla al lado de mi cama, estaba un tanto recostado y también dormía, parecía estar bastante cansado, y verlo allí me calmó ya que había despertado nerviosa.
Me levanté de la cama lo más silenciosa que pude, aunque no era nada fácil con el cuerpo tan débil y dolorido como lo tenía.
Estuve de pie un buen rato observando a Peter, se veía bastante inofensivo cuando dormía, y bastante apuesto además. Frunció el ceño y yo no pude evitar una sonrisa, pero apenas toqué su frente con mi dedo índice, Peter abrió los ojos de pronto con una mirada bastante vacía y tomó mi mano con fuerza, solté una pequeña exclamación, y sus ojos volvieron a la normalidad. Relajó su agarre y me miró con pánico.
- Perdona, ¿Te lastimé? - Negué con la cabeza - Lo siento, fue sólo un reflejo.
- Está bien, no te preocupes - Para mi sorpresa, Peter tomó mi mano y se la llevó a sus labios.
- ¿Cómo te sientes? Y quiero la verdad - No pude más que sonreír.
- Mejor - Admití - Aunque tengo algo de hambre. Iré a preparar algo.
- Para nada - Peter se puso en pie y sin soltar mi mano salimos de mi habitación.
Bajamos las escaleras lentamente ya que no podía moverme bien del todo, Peter me ayudó sin rechistar y le agradecí mucho por eso. Cuando llegamos a la cocina, él me ayudó a sentarme en una butaca de la cocina y empezó a sacar cosas de la nevera y la alacena. Miré el reloj de la pared, eran las tres y media de la tarde. Ray saltó a mi regazo y empezó a ronronear mientras lo acariciaba.
- ¿Qué pasó con Raquel y Daniel? - Pregunté.
- Prefirieron irse, Raquel estaba cansada y tenía hambre - Luego escuché en mi cabeza, en tono de broma - Raro eso en ella.
No pude evitar reírme un poco, y cuando Peter dejó de un lado lo que estaba haciendo para verme de una manera un tanto maliciosa, me mordí la lengua por ser tan indiscreta.
- Me mentiste - Dijo Peter.
- ¿Qué? - Exclamé sorprendida, pero él parecía divertido.
- Dijiste que sólo me escuchabas cuando era lobo, ¿No?
¡Lo había olvidado por completo!.
- Lo siento - Dije y él rió.
- Como compensación tienes que dejar que me quede aquí por esta noche. No pienso dejarte sola mientras estás enferma.
No hubiera estado más sorprendida si me hubiera dado un pastel.
- ¿En serio? - Me emocionó la idea, sólo que había un pequeño detalle - Mi madre...
- Dormiré en la cochera, no se dará cuenta - Peter se encogió de hombros y siguió con lo de la comida.
- No dormirás en la cochera - Dije molesta - Te quedarás en mi habitación.
Eso último lo dije sin pensarlo mucho, Peter volvió a verme como sí pensara que no hablaba en serio, pero después de meditarlo un poco, se me ocurrió una idea.
- En la cochera no hay espacio, y en el sofá podría descubrirte, así que mi habitación es el lugar más seguro.
- Muy bien, entonces - Dijo para mi sorpresa.
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Fire & Ice
RomansaFuego y Hielo. Hombres lobo y Vampiros. Opuestos naturales. Estar en el medio de ambos ha de ser horrible, pero, ¿Qué sucede cuando el destino elige para ti el bando que no querías? Alice Knight es una chica normal, aunque su vida no lo es del todo;...