Capítulo 18: Vampiro

1.6K 85 7
                                    

No recuerdo haber soñado nada, pero cuando abrí los ojos, estaban llenos de lágrimas y el pecho me dolía.

Aún era de día, podía decirlo aunque las cortinas estuvieran cerradas, me senté con un poco de esfuerzo y miré a mi alrededor, mi cuarto estaba igual que siempre, a excepción de algo que realmente sobresalía.

Peter estaba sentado en una silla al lado de mi cama, estaba un tanto recostado y también dormía, parecía estar bastante cansado, y verlo allí me calmó ya que había despertado nerviosa.

Me levanté de la cama lo más silenciosa que pude, aunque no era nada fácil con el cuerpo tan débil y dolorido como lo tenía.

Estuve de pie un buen rato observando a Peter, se veía bastante inofensivo cuando dormía, y bastante apuesto además. Frunció el ceño y yo no pude evitar una sonrisa, pero apenas toqué su frente con mi dedo índice, Peter abrió los ojos de pronto con una mirada bastante vacía y tomó mi mano con fuerza, solté una pequeña exclamación, y sus ojos volvieron a la normalidad. Relajó su agarre y me miró con pánico.

- Perdona, ¿Te lastimé? - Negué con la cabeza - Lo siento, fue sólo un reflejo.

- Está bien, no te preocupes - Para mi sorpresa, Peter tomó mi mano y se la llevó a sus labios.

- ¿Cómo te sientes? Y quiero la verdad - No pude más que sonreír.

- Mejor - Admití - Aunque tengo algo de hambre. Iré a preparar algo.

- Para nada - Peter se puso en pie y sin soltar mi mano salimos de mi habitación.

Bajamos las escaleras lentamente ya que no podía moverme bien del todo, Peter me ayudó sin rechistar y le agradecí mucho por eso. Cuando llegamos a la cocina, él me ayudó a sentarme en una butaca de la cocina y empezó a sacar cosas de la nevera y la alacena. Miré el reloj de la pared, eran las tres y media de la tarde. Ray saltó a mi regazo y empezó a ronronear mientras lo acariciaba.

- ¿Qué pasó con Raquel y Daniel? - Pregunté.

- Prefirieron irse, Raquel estaba cansada y tenía hambre - Luego escuché en mi cabeza, en tono de broma - Raro eso en ella.

No pude evitar reírme un poco, y cuando Peter dejó de un lado lo que estaba haciendo para verme de una manera un tanto maliciosa, me mordí la lengua por ser tan indiscreta.

- Me mentiste - Dijo Peter.

- ¿Qué? - Exclamé sorprendida, pero él parecía divertido.

- Dijiste que sólo me escuchabas cuando era lobo, ¿No?

¡Lo había olvidado por completo!.

- Lo siento - Dije y él rió.

- Como compensación tienes que dejar que me quede aquí por esta noche. No pienso dejarte sola mientras estás enferma.

No hubiera estado más sorprendida si me hubiera dado un pastel.

- ¿En serio? - Me emocionó la idea, sólo que había un pequeño detalle - Mi madre...

- Dormiré en la cochera, no se dará cuenta - Peter se encogió de hombros y siguió con lo de la comida.

- No dormirás en la cochera - Dije molesta - Te quedarás en mi habitación.

Eso último lo dije sin pensarlo mucho, Peter volvió a verme como sí pensara que no hablaba en serio, pero después de meditarlo un poco, se me ocurrió una idea.

- En la cochera no hay espacio, y en el sofá podría descubrirte, así que mi habitación es el lugar más seguro.

- Muy bien, entonces - Dijo para mi sorpresa.

Fire & IceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora