Fire & Ice

Capítulo 5: Leyendo...

Con sueño me dirigía a la escuela, estaba tan embobada con mis pensamientos, tratando de sacarme ese sueño de la cabeza, que sin darme cuenta, estaba en frente del edificio, rodeada por estudiantes queriendo entrar.

Al llegar más gente busqué con la mirada inútilmente, el chico del bosque no estaba por ninguna parte; luego, noté que Anna no había llegado, ella volvía de su hogar en Rusia.

Recuerdo que cuando el rumor de que una estudiante extranjera vendría, todos pensaban que sería una chica futura súper modelo, esbelta y alta, pero muchos se sintieron decepcionados al ver que era una chica pequeña y tímida.

No hablaba muy bien inglés, así que no podía hablar con nadie, pero rápidamente hice amistad con ella, yo le enseñaba nuestro idioma y ella me enseñaba ruso. Lo malo es que podían pasar días en los que ella faltara a clases, su cuerpo era muy débil y enfermaba con facilidad.

Yo la entendía en ese aspecto, cuando yo era pequeña, de pronto, sin ningún aviso, empecé a sufrir de dolores en todo el cuerpo y fiebre muy alta. Aunque me hicieron bastantes exámenes, ningún doctor dio con lo que me sucedía, y lo único que podía hacer era soportarlo, por que los sedantes no funcionaban mucho que digamos. Me sucedía casi cada semana o semana de por medio, y eso, durante un año en el que tuve que estudiar en casa.

En fin, seguí buscando hasta que llegué a mi casillero, y para mi desgracia, ninguno de los dos apareció, ni el chico misterioso, ni Anna.

Empecé a meter las cosas allí y escuché un murmullo general, al mirar a la derecha, vi una aglomeración de gente alrededor de alguien, yo era un poco baja así que no alcancé a ver cual era la causa de toda esa emoción.

El corazón me palpitó con fuerza con la esperanza que fuera el chico del bosque, eso explicaría la mayoría de chicas formando un circulo.

De lejos vi que mi paso por allí sería imposible, por lo que decidí esperar a que los humos se bajaran un poco y pudiera ver mejor; terminé de llenar mi casillero, y cuando cerré la pequeña puerta de metal, sentí un brazo pasarse sobre mis hombros, miré con un poco de decepción que era Lucas, pero de todos modos le mostré una sonrisa, me alegraba verlo.

Antes de que pudiera saludarlo, él me estampó un beso en la mejilla, pude sentir los miles de ojos en mi espalda, el color de mi rostro se volvió rojo.

- ¿Quieres que todas las chicas de la escuela quieran matarme? - El soltó una corta carcajada.

- Tenía que quitármelas de encima, perdona Alice - Quiso parecer arrepentido, pero sabía que él disfrutaba con eso, más por que el color de mi rostro no quería volver a la normalidad.

- ¿Qué haces aquí? - Ambos empezamos a caminar, los demás estudiantes nos miraban de manera extraña, las chicas pasaban de verlo a él con admiración, a verme a mi con odio, los chicos, al ven la reacción de las chicas, lo miraban a él con desprecio.

- Bueno, ya que parecemos de la misma edad, quería pasar tiempo contigo en la escuela.

- Lucas... - Quise replicarle, pero él me guiñó un ojo.

- Vamos Alice, será divertido, además, yo nunca fui a la escuela - Aunque lo dijo sin auto compasión, me sentí mal por él, y tenía razón, tal vez si sería divertido.

Seguimos a nuestra primera clase, la impresión del chico nuevo había pasado y sólo esperaba llegar a historia, también esperé ver a Anna, pero al parecer no vendría, le envié un mensaje preguntandole como estaba, Lucas se sentó a mi lado y parecía ignorar bastante bien a todas las chicas que se lo comían con la mirada, me daba gracia, por que él prefería pasar desapercibido. Era normal que cuando yo saliera con él, las mujeres de todas las edades se le lanzaran encima, ignorándome por completo; aunque a mi no me importaba mucho, es más, prefería ver, muerta de risa, las maneras en las que se deshacía de ellas. Les sonreía cortésmente, pero nunca habían visto su sonrisa honesta, la que me había mostrado a mi tantas veces.