cincuenta y seis

543 94 30
                                    


┏━•❃°•°۞๑۩๑۞°•°❃•━┓

Su voz no parecía querer salir.

Ni siquiera sentía la garganta o sus cuerdas vocales.

No cuando aquel calor abrazador invadió su cuerpo y sintió que todo era una mentira, no sabía de quien, si del príncipe Eun Kwang o de su cabeza y corazón. Pero las lágrimas no tardaron en salir, no cuando al abrió los ojos al sentir aquella cálida intromisión.

No cuando Ji Min estaba besándolo como si ese fuera el fin del mundo, y para él estaba a punto de serlo.

—Te dije que solo podías cantar para mí... pececito —susurro el pirata.

Era una cruel broma, pero era real.

Las heridas abiertas y vivas en el cuerpo de Park le hacían comprobar todo, las ropas que traía puestas estaban desgarradas y ensangrentadas, sus ojos parecían casi vacíos, pero con un leve brillo, su cuerpo estaba frío y solo podía quitar las lágrimas del tritón con su única extremidad, las ojeras debajo de sus ojos eran opacas e interminables. Cuando se sintió aprisionado por cuerpo del contrario, aquel movimiento de arriba hacia abajo y viceversa provocado por su respirar, le decían que era real.

—¿P-por qué?

—Tú eres mío... como si fuera a dejar que un desquiciado te aparte de mi lado.

El trance hacia las personas estaba pasando poco a poco, se miraban confundidos entre sí para después caer desmayados por la presión que habían recibido. Hwasa se acercó a los dos piratas para ver si se encontraban bien, pero estos también eran presas aun de la confusión, en cuanto Min levanto la mirada y vio a Park a un lado de Jeon, suspiro de alivio.

Pero todo aquello desapareció en cuanto vio al maldito príncipe atravesar con una lanza el cuerpo de Ji Min.

—¿Cómo maldita sea un muerto se atrevió a lanzarme a un lado?

—Estabas en mi camino, imbécil... —la respiración de Ji Min se hacía cada vez más lenta, y difícil.

Toda fuerza sobrehumana estaba siendo utilizada por él para haber llegado a ese punto, incluso cuando ese maldito le atravesó el hombro solo sintió un pinchazo, su cuerpo estaba volviéndose cada vez más frio, si no se movía... moriría, pero no tenía fuerzas para ello.

Lo único que sabía, es que no se movería de ahí, aun si moría no lo haría. No dejaría que toque si quiera a Jung Guk.

Su psychí estaba demasiado débil, perdió mucha sangre y lo único que quizá lo mantenía cuerdo era su vitalidad, si eso se lo traspasaba a su animal no podría controlarlo y podría matar el mismo a Jeon, no correría el riesgo. Después de todo en esos momentos era un animal herido.

Sintio como su cuerpo se estrelló contra un pilar, vio a Jung Guk nadar hacia él intentando ayudarlo, pero aquel tipo era más rápido y los animales estaban comenzando a pasar el efecto por lo que no tardarían en verlo como su presa. Ni siquiera estaba consciente del todo para darse cuenta que había recibido un golpe.

—Jung Guk... corre hacia Yoon Gi y Tae Hyung, te podrán proteger si estas cerca de ellos...

—Iremos, no iré a ningún lado sin ti.

—Yo ya ni siquiera puedo moverme, los intentare distraer y huyan...

—No lo hare, —parecía que en cualquier momento se romperían.

—Vamos pececito... necesitas ser inteligente.

—Tú no lo e-estas siendo, —las lágrimas comenzaron a salir de parte del tritón.

over heat 지국 jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora