sesenta y uno

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Jeon Sung Jae no esperaba que, al volver a despertar del sueño inducido por Afrodita, quien lo salvaría fuera un humano. Después de eso el hecho de enterarse que su reino estaba siendo atacado por los Shark y que hasta cierto punto su mejor amigo los había ayudado. Finalmente, el hecho de ver que su hermano menor, el ser al que más amaba en todo el fondo marino, no se despegue de otro humano que, para colmo, resulta que ahora es su soberano.

Si, su rey.

-¿Entonces el Kraken vio que sucedería todo esto? -pregunto una vez más a Ravi a ver si ya su cabeza comprendía todo.

-¿Enserio crees que atacaría tu reino? ¡Por Poseidón, Sung Jae! -exclamo dolido.

-No me dejas otra cosa que pensar...

-¡Te lo he explicado! El Kraken no obedece a humanos, solo a su único soberano del mar y yo no tengo ese poder. Una noche entro a mis sueños y me dijo lo que iba a suceder, pero que no hiciera nada que no pidiera, y sus órdenes fueron aliarme con Eun Kwang y ayudarle a llegar lo más rápido posible a tu hermano sin que hubiera muchas bajas, ¿Por qué crees que en realidad la pelea no se intensifico? El Kraken podría haber destruido tu reino en un segundo, y sabes que estoy diciendo la verdad.

Aunque creyera que es cierto, Sung Jae duda de que los dioses hayan escrito todo eso como su destino. Un humano no podría gobernar el océano, menos los siete mares y estaba seguro que, aunque ellos cuatro fueran los gobernantes principales, los otros que tenían los seis mares no se quedarían quietos.

Si de algo está seguro, es que el humano que cuida su hermano tiene la respuesta, solo tiene que esperar a que despierte.

-Bien, por ahora estaré conforme con eso pero que quede claro, que esto puede ser considerado una traición contra Dolphin.

-No quiero pelea Sung Jae, y toma en cuenta que tanto Shark como Wale no tienen príncipe ahora... sí debemos servir a ese humano lo haremos, pero muchos no están conforme con que sea un sin cola su rey, -aclaro Ravi, las cosas en esos momentos no eran del todo oportunas.

-No ha despertado, y Jung Guk no se despega de él, -mascullo.

-¿Celoso? -sonrió travieso el pulpo.

-Estás loco... -pero después de decir eso comenzó a nadar en dirección contraria lejos de aquel que quería molestarlo.

¿Celos? ¿De qué? ¿De que su hermano ya no lo ve como lo máximo del océano, pero a ese humano sí? ¡Ni loco!

La construcción del palacio Dolphin era un caos, pero progresaba poco a poco. Tenían ayuda de otros reinos y al parecer los habitantes de Shark que se unieron a Seo estaban perdidos, parecía que les hubieran quitado una parte de su alma y eso lo entiende, después de todo su único príncipe ya no está. Necesitan que alguien los guie.

Nado hasta la zona sagrada, donde antes estaba siendo resguardada y que el Kraken rompió con facilidad. Pero al ser más mágica que otra cosa, su reconstrucción no tardo nada y eso se lo agradece a su fiel beta Yu Gyeom, quien también salvo a su hermanito.

Al llegar al lugar de nuevo vio aquella escena, el humano flotando como si estuviera dormido junto con un tiburón enorme rodeándolo y dando vueltas sin haber descansado todo un día. No dejaba que nadie se le acercara, a cualquiera que intentara posar un pie o aleta a una cierta distancia, el animal se voltearía y no dudaría en atacar. Ya había sucedido con un pobre delta que solo pasaba curioseando. Ni siquiera los otros tres piratas que estaban con el humano podían acercarse fácilmente, aunque al parecer ya estaban acostumbrados.

over heat 지국 jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora