tres

1.3K 170 14
                                    


┏━•❃°•°۞๑۩๑۞°•°❃•━┓

-¡Entonces el niño se hizo del baño en sus pantalones! –Tae Hyung se reía escandalosamente mientras contaba lo sucedido anteriormente.

-Tae Hyun, sabes que no debiste haberte mostrado de esa forma. –recrimino el capitán.

Vestido con una camisa blanco de manga larga, el cuello descubierto dejando al visto su marca perteneciente al barco, colgando en sus hombros una gabardina azul marino con los bordes dorados, unos pantalones negros ceñidos a sus piernas y unas botas cafés que complementaban el atuendo, la espada pareciera estar pegada a su cuerpo, como si conociera cuál es su lugar y que de ahí no debería moverse. El cabello morado se escondía juguetonamente en el sombrero negro que cubría la cabeza de aquel individuo, junto con una pluma azul de pavorreal que se movía sensualmente. Su único ojo plateado se paseaba por todo el recinto para ver si había alguien más, el otro ojo simplemente estaba escondido bajo una tela negra, un parche.

El mismísimo líder, Kim Nam Joon, el único que podía controlar a esos dos, y también uno de los más despiadados humanos que han pisado la tierra y navegado el mar estaba parado detrás del chico parlanchín. Al parecer se había enterado de todo el jaleo que habían provocado dos de sus tripulantes, aunque sabía de ante mano que aquello fue ocasionado por Kim, quien solo parecía divertirse con cada travesura.

-Capitán, es una buena entrada, ya sabe que así todos tendrán en cuenta que estamos aquí y nadie querrá molestarnos. –soltó con orgullo otro de los integrantes que iba llegando.

Los cabellos azabaches de aquel chico aparecieron en la vista de los otros tres, la camisa azulada con bordes plateados se ceñía a su cuerpo, el pantalón de igual color que el cabello era aprisionado en las piernas por unas botas aún más altas que sobrepasaban su rodilla, no necesitaba un tacón para parecer más alto, y la funda de su espada era color plata, como resaltando todo en él, sus ojos oscuros parecían divertirse con la situación.

-Seok Jin, creí haberte dicho que te encargaras de la recolección de nuestros suministros. –alego el capitán.

-Y lo hice, capitán, he terminado. –sonrió dejando a la vista su hermosa dentadura.

-¿Los demás?

-No deben tardar en llegar, aunque ya sabe que no le gusta cargar cosas...

-Y aun así me dejaste que lo hiciera, maldito Seok Jin, ¿quieres morir? –el gruñido del quinto integrante se escuchó resonar por todo el bar.

Junto con Ji Min, ese chico de cabellera oscura con rayos azules entraba a pasos rápidos como si quisiera golpear rápido al causante de su enojo. Su camisa era igual que la de Seok Jin, aunque los adornos de este estaban de una tonalidad dorada, el pantalón era negro, aunque parecía un poco más brilloso y las botas cafés solo cubrían una cuarta parte de toda su pierna, la funda de su espada era de color negro igual, pareciera que quisiera decir que es el único color que realmente le queda bien. Pero la piel blanquecina resaltaba de más, se podría decir que era una combinación de negro con blanco, pero tenía el mismo maldito carácter que Park. Min Yoon Gi era el segundo más fuerte de aquella tripulación. Su marca de El Bangtan yacía escondida en su brazo izquierdo, muy pocos la habían visto y esto se debe a que solo podías verla si cortabas parte de la tela de la camisa y eso, era lo último que hacías con vida antes de morir en sus manos.

-No quiero morir, Yoon, pero si... tenías que hacerlo tú. –sonrió.

-Ya, ya. –calmo el último de los integrantes. –No cargaste mucho Yoon.

Y ahí, con el cabello rojizo, una camiseta negra, una camisa plateada, unos pantalones rasgados por las rodillas negros y unos zapatos de charol en color plata, el chico llamativo fue el centro de atención. La marca de su lealtad yacía en su clavícula izquierda, portándolo orgullosamente.

-Tú también eres muy conformista Ho, debiste haber dicho que no. –exclamo Tae Hyung.

Los seis integrantes de El Bangtan yacían en una taberna, cada uno con un tarro de cerveza en la mano, unos ya habían acabado al contrario que Tae Hyung quien no llevaba ni tres cuartos.

Las personas no tenían el valor de acercarse a aquellos chicos, parecieran normales, pero por esa misma razón era que no eran para nada ordinarios.

-Mañana iré a buscar a uno de mis informantes, puede que tarde un poco. –hablo Ji Min, notificándole a su capitán que haría.

-Bien, solo no te metas en problemas, iras con Min.

Ninguno de los dos piratas dijo nada, a pesar de que la molestia se veía en sus rostros no podían alegar, si era una orden del capitán entonces deberían seguirla.

-Terminen con las cosas que necesitamos, estoy seguro que Jin no consiguió todo. –tomo un sorbo a su cerveza.

-Puede que se me hayan olvidado algunas cosas... -susurro el mencionado algo apenado.

-Bien. –fue lo único que dijo Ji Min.

Sabía que Mir estaría por ahí, era un ex-miembro de un barco pirata, noto que ganaba más dinero por información que siendo un bandido, por lo que sin duda se decido a hacerlo más seguido. Eso más la confianza que le tenía a Ji Min aumento que le diera cosas a cambio.

-Seok Jin, tu vas conmigo, los demás pueden hacer lo que quieran.

Dicho esto, todos asintieron con un ¡Sí! Y se dieron a investigar por su cuenta. Era noche cuando todos habían salido de aquel apestoso lugar, pero al menos se habían dado un buen trago, pareciera que se odiaban entre sí, pero la verdad era que se apreciaban más que cualquier otra cosa.



Ժ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴


-¡Capitán! –grito uno de ellos alarmado, le cortarían el cuello.

-¿Qué sucede?

-No está, la chica no está.

-¿Cuál chica? –pregunto confundido Guk.

-La chica a la que se le iban a sacar los órganos para venderlos, señor. –afirmo Jong Up.

No le importaba la chica al capitán Yong Guk, pero si esa chica podía haberles dado algo de dinero y ahora la habían perdido... eso sí que le enfurecía.

-¡Búsquenla!


┗━•❃°•°۞๑۩๑۞°•°❃•━┛


Los seis a pesar de que parece que no se llevan bien, se llevan muy bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los seis a pesar de que parece que no se llevan bien, se llevan muy bien. Tienen sus personalidad que se contraponen pero entre ellos se entienden y comprenden.

over heat 지국 jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora