sesenta y dos

591 81 11
                                    


┏━•❃°•°۞๑۩๑۞°•°❃•━┓

Dos días habían pasado desde que aprisionaron a todos los humanos, incluso a Jung Guk. No se habían visto ni habían podido hablar pues, aunque los tres piratas estuvieran en el mismo sitio, la corriente de agua que seguía rodeándolos no les dejaba escuchar o dejar salir un sonido de ese mismo espacio, ni siquiera moverse a voluntad. Por ende, no podían idear ni un solo plan y algo tenían esas corrientes como para evitar que el psychí de Tae Hyung o Yoon Gi salieran a la vista. No tenían idea de si Ji Min ya había despertado o como estaría el tritón menor, pero de algo estaban seguros y era que ya era suficiente.

Por otro lado, Jung Guk no dejaba de dar de vueltas por todo el recinto de su hermano a los ojos de Yu Gyeom, no había querido comer y había intentado de todo para poder escapar. Se sentía de nuevo como un crio cuando su hermano le castigaba sin poder hacer nada.

—Lo siento Jung Guk... pero debes entender que el humano no debe salir del océano.

No hubo respuesta.

—Por favor debes comer algo...

Ni un sonido.

Jung Guk no le había hablado a nadie por al menos dos días enteros, no desde que su hermano mostro signos de no escucharlo y si así lo quería, no abriría la boca ni para comer. Tenía que idea una forma de sacar a todos de ahí, fuera del agua era el elemento de ellos y los de mar no podrían hacer mucho, menos si se encontraban con su capitán. Lo presentía.

Escucho el aleteo de otra persona, pero ni siquiera se inmuto para parar de seguir dando de vueltas.

—Jung Guk, al menos ¿puedes decirme algo? Si no comes tu aleta perderá fuerza y enfermaras, además no puedes recuperarte de las heridas que te hicieron.

Pero de nuevo no respondió.

Sung Jae ya estaba cansado de esa faceta, había peleado contra los berrinches de su hermano por dos décadas casi casi y usualmente solo duraban unos minutos, Jung Guk era demasiado maduro para su edad y comprendía que no debía hacer eso. Esta era la primera vez que le había ignorado por más de dos días seguidos...

El humano tampoco mostraba signos de despertar y el tiburón estaba demasiado calmado.

Suspiro con cansancio.

—Está bien... te dejare que veas al humano.

Y en cuanto menciono esto vio como su hermano dejaba su andanza y volteo a verlo, rendido mostro que no tenía otras intenciones, no le expreso ninguna palabra, pero al menos se había acercado a él para seguirle.

Sonrió con tristeza, la verdad era que no quería hacer eso, pero Sung Woon no había encontrado nada aún. Ni siquiera matar al humano funcionaria porque el tridente desaparecía y quien sabe a dónde regresaría, no quería ni mencionar que llego a pensarlo o su hermano esta vez, quien sabe que haría.

Nado con calma hacia donde estaba el humano, pero podía sentir las ansias de Jung Guk quien trataba de nadar igual con calma, pero se notaba a leguas que esa no era su intención en el fondo.

Jeon quería nadar lo más rápido posible que su cola le permitiese, pero temía que si mostraba algún movimiento en falso de nuevo le encerrarían, y por ahora era suficiente que su hermano le hubiera dejado ver a Ji Min.

—Déjenlo pasar, —ordeno a los animales que seguían rondando y a los guardias, se hicieron de lado.

Jung Guk nado hacia el cuerpo aun flotando en el agua pasando al lado del tiburón que como siempre, no se inmuto. Le miro y jamás se había sentido tan perdido como en ese momento, a pesar de que pudiera tocar a Ji Min con sus manos después de mucho tiempo, se dio cuenta en esos dos días que ya no podía estar separado. Si en unos momentos más tendría que regresar y dejarlo... no sabía que pensar o hacer.

over heat 지국 jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora