cuarenta

853 115 5
                                    


┏━•❃°•°۞๑۩๑۞°•°❃•━┓

La mañana siguiente fue sin duda el tormento para Jung Guk, o más bien hacía su mente, sino se sobrecalentaba su cabeza por haber visto a Ji Min seguir durmiendo a su lado, de esa manera tan tranquila, calmada y tierna... ¡diablos! Grabaría esa imagen para siempre en su cabeza, y al mismo tiempo estaba impaciente por el anochecer para que al despertar de nuevo, esa vista fuera la primera de su día.

Ese día sería imposible.

Pues en el rostro calmo de Ji Min, comenzó a formarse una sonrisa socarrona y al mismo tiempo sus ojos expresaron diversión.

-¿Dormiste bien pececito? -por alguna extraña razón su voz alertó a Jung Guk, quien no tardo en ponerse colorado. -¿Ahora eres tímido? Anoche ni siquiera lo pensaste... y eso que ni siquiera llegamos a segunda fase -dejo un beso detrás de la oreja de Jeon.

-¡Idiota! -un golpe hubiera llegado sobre el pecho de Ji Min... pero era Ji Min.

-Fallaste.

La risa del mayor no se hizo esperar, ni mucho menos el sonrojo de Jeon, pero ahora de enojo.

-¡Ey! tortolos, Nam Joon nos busca a todos. -menciono Ho Seok quien no se veía dónde estaba, pero definitivamente sabían que les hablaba a ellos.

Ambos tripulantes del barco se levantaron perezosos y no queriendo perder la comodidad en la que se encontraban, pero a aparte de que el mayor los había llamado sabían que había una razón detrás de todo eso. El pirata conocía a su líder muy bien, y el tritón ya estaba encontrándole sentido a todo aquel nuevo mundo que descubría. A pesar de que se tuvieron que separar, no lo hicieron del todo, pues Ji Min tomo la iniciativa entrelazando los dedos de su mano con las del contrario quien gustoso y un poco avergonzado por aquella nueva experiencia, no dudo en aceptarla. Le gustaba, lo admitía.

Caminaron por aquella madera negruzca que tronaba y rechinaba con cada paso que daban pero que a pesar de todo no era para nada molesto, era algo a lo que estaban acostumbrados y que por ende ya era normal. No se encontraron con ningún otro miembro por lo que intuyeron que eran los últimos en llegar a esa reunión mañanera.

Jung Guk iba a entrar primero por la puerta perteneciente al camerino del capitán, pero Park lo detuvo con su agarre y negó, sonrió y luego se puso primero, abrió la puerta con cautela y una daga salió volando directo a su frente, donde si no hubiera sido él quien abriera la puerta, de seguro alguien más ya estaría muerto. Jeon se asustó al principio y luego se regañó a si mismo... es un barco de piratas.

-Tu puntería deja algo que desear Min, -exclamo el blanco lanzando de nuevo el objeto a su dueño. -Sinceramente ya se está volviendo aburrido cada día.

-No te preocupes, hasta que logre atravesar tu cráneo dejare de hacerlo.

-También te aprecio.

Jeon ya se había acostumbrado a esos arrebatos e intentos de matarse uno al otro, era como si no pudieran vivir sin ello y a pesar de que intento comprender porque lo hacían no llego a nada, Seok Jin le aclaro que es algo que mantiene a las bestias con vida y que no mueran de aburrimiento. Con esa declaración entendió un poco más, pues si lo piensas es extraño que tres personas amantes de la muerte, la sangre y los desafíos convivan entre ellos sin ningún rasguño aparente, había aprendido que el capitán Nam Joon no era de los que se metía en aquellos arrebatos infantiles a su parecer y que lo único que hacía era ver el mar o estar encerrado en su camerino, donde por cierto había cientos y miles de pergaminos enrollados y acomodados, creía que al menos de ahí sacaba diversión. Por otro lado, Ho Seok y Seok Jin eran los que más tranquilos estaban, mientras el primero se encargaba de algunas tareas "domesticas", el segundo iba más por lo que podía obtener ya que le había visto experimentando con varios objetos o plantas, sentía que la curiosidad de ambos era lo que los mantenía entretenidos. Entonces dejamos a los tres al final que siempre eran los que se mataban con la mirada y de ahí viene su obsesión por querer acabar con el contrario, ya que tenían el mismo nivel de agilidad creía que sería difícil para ellos acabar entre si como lo ha intentado Yoon Gi desde el inicio con Park, lo mismo con Tae Hyung quien al parecer le gustaba más estar sumergido dentro del agua salina. Era interesante conocer las personalidades y gustos de cada uno, se volvía hasta cierto punto familiar y entendía que a pesar de que se dijeran mil maldiciones al día o que intentaran matarse... realmente cada uno de ellos era preciado para todos aquellos que tripulaban el barco. Se querían.

over heat 지국 jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora