cinco

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Yoon Gi no entendía por qué Ji Min ayudo a esa chica, si bien ni siquiera estaba bonita sabía que solo les estaba trayendo problemas, pero decidió seguir la intuición de Ji Min al querer esconder a esa mujer.

Cuando escucho el crujir no dudo en sacar su arma y disparar, causando que el ruido de muchas aves volando y sus graznidos se hicieran oír. Del árbol cayó una ardilla, que tuvo mala suerte de estar por ahí en esos momentos.

-Una pequeña ardilla Guk -exclamo un poco más tranquilo Min.

-¿Seguro que no la han visto? -pregunto sin confiar.

-No, además, no es de nuestra importancia.

Yong Guk pareció molestarse un poco por el comentario, pero sin duda les dio la razón, aquella chica no es de interés para aquellos navegantes de El Bangtan, les creyó. Hasta que uno de sus lacayos grito:

-Señor ¡Allá va!

Todos se dieron la vuelta y sin duda vieron a la misma chica seguir su camino ya un poco alejados del resto. El capitán dio su mirada a Min y a Park, sin duda no mentían, pero no aceptaría errores. Volvió de nuevo su mirada y orden que todos fueran tras ella.

Todos menos aquellos dos que veían como aquel capitán y parte de su tripulación salían corriendo.

-Espero que tengas una buena razón para hacer esto Ji Min, no solo nos pusiste en peligro, sino que podíamos haber creado una guerra contra los matokis, y tu ni siquiera estarías ahí defendiéndonos.

-Sabes que nosotros podríamos con ellos si quisiéramos -exclamo relajado -Bien señorita -hablo Ji Min mirando hacia su pie -¿Podrías explicarnos porque te buscan? Creo que vale la pena por haberte escondido y también por hacer que yo desperdiciara una de mis raras pociones de ilusión.

-Sabía que fuiste tú... -susurro Yoon Gi, pues si bien Ji Min siempre tenía cosas muy raras, siempre los sacaban de apuros.

Ambos chicos escucharon como aquella chica sacaba el aire que seguramente había estado reteniendo en sus pulmones. Quizá aún no salía de la idea de lo que acababa de ocurrir, pues no sabía cómo fue que estuvo ahí sentada todo el rato y nadie la volteo a ver, es como si fuera invisible.

-Yo... Muchas gracias. -exclamo apenada.

Era una chica de unos 1.68, de piel blanquecina y el cabello azabache, tenía unos ojos de igual tono de color, un rostro perfilado junto con unos labios preciosos... si es que no estuviera lleno de moretones su cuerpo, sería una belleza.

-Gracias niña, pero dinos algo más interesante ¿Por qué te buscan? O mejor dicho... ¿Por qué el mismísimo Capitán Bang Yong Guk salió de su barco?

-Yo... Realmente no lo sé.

Aquellos dos se miraron intentando saber qué hacer, Yoon Gi por un lado buscaba en Ji Min alguna respuesta de que haría, Ji Min por otro lado estaba debatiendo dentro de él. Su intuición nunca le había fallado y algo le decía que debía cuidarla, pero ¿Por qué? Ella se le hacía muy familiar.

-Sera mejor que te vayas y te intentes esconder -hablo Ji Min.

-No creas que nosotros te salvamos por ser tus héroes, solo pasábamos por aquí -dijo Yoon Gi.

Ambos se dieron la vuelta ignorando la sensación que en esos momentos sentían, y más Ji Min. Pero no volverían atrás, ellos jamás cuidarían a una niña como la que estaba frente a sus ojos.


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over heat 지국 jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora