sesenta y cuatro

624 78 16
                                    


┏━•❃°•°۞๑۩๑۞°•°❃•━┓

Siete soles y siete lunas habían pasado desde aquel momento en que aquellos piratas de negro tomaron un rumbo en concreto. No se habían detenido en ningún solo lugar y parecían un destello brumoso que surcaba las olas del mar con ayuda del mismo viento.

Desde que el capitán Kim mostro aquel nuevo poder, nadie había necesitado tocar el barco para comandarlo o cubrirse de las tormentosas lluvias que les atacaban. Las velas se plegaban en el momento justo y al mismo tiempo se extendían para cuando el viento resonaba por la chirriante madera obscura con la que surcaban.

Era un barco con vida propia.

—¿Cuánto más falta para llegar al punto? —pregunto el único pirata que se negaba a soltar el timón a pesar de tanto truco de magia.

—Solo 2 días más... ¡No cambies de dirección!

Aunque Nam Joon comandara el barco, por alguna extraña razón hasta hace un día y medio este se había vuelto loco. Giro rápidamente haciendo que Seok Jin cayera al mar y luego iba de regreso por donde vino. No se podía controlar.

En cuanto Yoon Gi tomo el timón, el control regreso a ellos.

Estaban seguros, era el camino correcto.

El capitán se encontraba viendo los miles de mapas que había en su estudio y ninguno parecía llevarlo a esa zona, era como si el mismo lugar no quisiera que lo descubrieran. A su lado, Ho Seok y Jin se mantenían pendientes de cualquier cosa. Jung era experto en crear nuevos mapas y sin ninguna duda, en cuanto el capitán se lo pidió, este comenzó a trazar en una hoja lo que llevaban de transcurso. Jin, al contrario, solo se dedicaba a cuidar lo que sucedía debajo de ellos, si, en el océano.

No había ningún ser marino por debajo de ellos, e incluso el mismo aire parecía escasear a momentos. No había vida en esos lares.

Tae Hyung se mantenía en lo más alto, si en algún momento no se movían, entonces invocaría a su psychí para ayudarles con un empujón. Si era sincero le molestaba el hecho de que estuvieran siguiendo algo que implicara a Park o al niño, pero mentiría si dijera que no le emocionaba. La aventura estaba ahí, frente a sus narices y no la perdería.

Jung Guk se mantenía en la proa, trataba de seguir buscando que significaba aquello. Una vez llegaran con el Kraken, sabía que podía surgir y tomarlos como amenaza, aunque realmente le extrañaba eso. El príncipe Woo Sik había dicho que aquella criatura mitológica le había hablado, en primera no tenía sentido que un calamar le hablara a un pulpo, pero a fin de cuentos si lo pensaba, nada era coherente. Buscaba en sus memorias cada historia que sus padres les contaban o incluso que escuchaba de Sung Wong en uno de sus ataques de contar toda la historia.

¡Eso es! Abrió los ojos de golpe.

—¿Encontraste algo? —hablo por primera vez su acompañante.

Jeon volteo después del brinco que pego, estaba tan ensimismado en sus pensamientos que por un momento se olvidó de que Ji Min yacía acostado en sus piernas, ahora entendía porque ya ni las sentía.

—N-no realmente... —tartamudeo, era increíble como el humano que veía era simplemente precioso. —Es solo que pensé que Sung Wong podría ayudarnos en este caso...

—¿El nerd? ¿Cómo lo contactarías? Por lo que se de Seok Jin llevamos un tiempo sin tener contacto con otro ser, no sé si puedas hacer ese sonar o lo que sea que haces.

Jung Guk sonrió, a pesar de que suene loco su plan... ahí estaba otro loco que creía que podía hacerlo.

—¿Dije algo gracioso? —Ji Min pregunto al ver la enorme sonrisa que ahora decoraba el suave rostro de su pececito.

over heat 지국 jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora