Maya y Lucho llegaron hasta la esquina de donde provenía la voz. Ahí estaba Petra, escondida entre unas plantas decorativas.
- ¿Eh? ¿Qué hace usted aquí? - Preguntó Maya.
- Corred, chicos, corred... - Contestó ella, en un tono sombrío.
- Pero...pero, ¿qué pasa? - Insistió la joven.
Mientras ellas dos conversaban, Lucho se acercó a la siguiente habitación, donde se podía entrever un poco de luz por debajo de la puerta. Tocó el pomo y se disponía a abrirlo, pero justo en ese preciso instante, Maya lo agarró de un brazo y lo llevó corriendo hacia la puerta de salida.
- ¡Hey! ¿Qué estás haciendo? - Se quejó el chico, mientras salían del hospital. - ¿Podrías parar y explicármelo?
La chica pareció no escucharle. Siguió corriendo y arrastrando a Lucho con ella. Él intentó zafarse, pero le apretaba con mucha fuerza y decidió no seguir intentándolo.
- Tenemos que subir otra vez a Sierra Helada y escondernos. Tú conoces esto muy bien...guíame hasta un sitio que esté bien escondido. - Dijo Maya, con mucha seguridad. - Allí te lo contaré todo.
Él la miró un instante. Después la cogió suavemente de la mano y la guió. Ella tenía una expresión seria y preocupada, como si Petra le hubiese contado algo espeluznante.
- Conozco un sitio...es un lago. - Explicó Lucho, mientras seguían avanzando. - Está bastante lejos de mi cueva.
- Mejor, mejor. - Opinó ella.
- Está oculto entre los árboles, pero tiene todo lo que uno necesita. - Continuó Lucho.
- Pues vamos allí...y, si puede ser, un poco más rápido...
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El poder oculto
AdventureMaya, una chica capaz de controlar el fuego a su antojo, decide ir en busca de un chico misterioso que parece tener el mismo don que ella. Por ello decide emprender un largo viaje en el que no se lo pondrán nada fácil.