Capítulo 6 - La gorra

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El pobre chico se había desanimado mucho. Ya eran las once menos veinte, y no le daría tiempo a ir al pueblo de al lado a por las cosas que faltaban. Sabía que Maya no podría partir a la mañana siguiente.

Decidió volver al bosque. Ella estaba recogiendo algunas manzanas y bayas. Las iba metiendo en una bolsa de plástico que se encontró tirada el otro día. No le gustaba nada que la gente contaminase el bosque, pero en aquella ocasión le había venido bien.

- Anda, qué pronto has vuelto. ¿Ha ido todo bien?

- Pues...he conseguido la mochila, la botella de agua y el mapa, pero en la tienda no tenían nada para la montaña. Eso lo venden en el pueblo de al lado.

Max le entregó todo lo que había comprado a la chica. Ella examinó la mochila, metió la botella dentro, miró el mapa unos segundos y sonrió al chico.

- No te preocupes, enano. Lo que queda puedo comprarlo yo mañana mientras voy a Sierra Helada. Pasaré por algunos pueblos.

- Pero... ¿tú no dijiste que no querías pasar por ningún pueblo, por si te reconocían?

- Sí, pero no puedo irme sin ropa de abrigo y no puedo esperar más, porque viene el invierno y allí nevará...será más complicado moverme con nieve...y encima sin saber exactamente dónde buscar. Además, en este mapa pone que el camino más rápido es pasando por varios pueblos.

- Claro...tienes que arriesgarte...aun sabiendo que pueden capturarte...

- A lo mejor, si tuviese una gorra o algo parecido podría taparme la cara.

- ¡Eso es! ¡Ahora mismo vuelvo!

Max se fue corriendo, de vuelta a la tienda. Maya se le quedó mirando, perpleja.

El hombre de la tiendecita estaba cerrando la puerta, dispuesto a irse.

- ¡Espere! - Le gritó Max.

- ¿Qué pasa chico? ¿Se te ha olvidado algo? Estaba a punto de cerrar.

- Solo necesito una gorra o algo así, por favor. Solo eso.

El dependiente volvió a abrir la puerta, y entró. Salió unos minutos después con una gorra negra.

- ¿Te vale? Son 3€.

- ¡Perfecto!

Le entregó el dinero y se fue directamente al bosque, esta vez con una sonrisa en los labios.

El poder ocultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora