Capítulo 30 - Pensamientos

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- ¿Dónde...dónde estoy? ¿Qué es esto? ¡Hola! ¿Alguien puede oírme? - Lucho miró a su alrededor. Estaba en una especie de mundo onírico, rodeado de nubes lilas y celestes. Una especie de neblina colorida lo cubría todo. - ¿Qué es esto? ¿Por qué estoy yo aquí? ¿Es que usé demasiado tiempo mis poderes y me debilité, como me pasó la otra vez? No, es no puede ser...recuerdo haber usado mis poderes, pero...no lo suficiente como para debilitarme. Esto nunca lo había visto...¿eh?

Se calló un segundo, había oído a alguien.

<<Lucho, de verdad que lo siento, no pensé que esto fuese a pasar>>. Dijo alguien entre sollozos.

- ¿Ma...Maya? ¿Eres tú? ¿Puedes oírme? - Gritó el chico.

Ella siguió llorando, y él comprendió que no podía oírle. Seguía sin saber qué pasaba, pero prefirió callarse y escuchar a Maya.

<<Si yo...si yo no fuese tan cobarde...si yo te hubiese avisado antes, ahora no estarías en coma>>.

- ¡¿En coma?! No, no, no, eso no es posible. - De repente, empezó a recordar todo lo que sucedió antes de que perdiese el conocimiento. Empezó a temblar y a sudar en cuanto lo recordó todo. - No...no conseguí vencer al hombre de la navaja...

<<Estoy...estoy segura de que esto es cosa de Bruno y su familia, pero no te preocupes, los aniquilaré a todos si es necesario>>.

- Wow, que agresividad.

<<Me han dicho que esta sala es un quirófano...he estado muy pocas veces en un hospital, ¿sabes? Supongo que pronto te llevarán a otra sala en el caso de que tardes mucho en despertar. Bueno, por lo menos...aquí estás seguro, ¿no? De todas formas, no me separaré de ti>>.

- Uf, creo que esto empieza a ser más grave de lo que pensaba...suerte que ella está conmigo... - Pensó él, sonrojándose al instante.

Lucho oyó que Maya se alejaba un momento y se asustó. No quería alejarse de ella, se sentía seguro a su lado. Luego se relajó al volver a oír su voz cerca de él.

<<Me han dicho que se ha desatado una fuerte tormenta, y que puede ser peligroso...voy a por Fénix, que le he dejado fuera. Supongo que dejarán que entre debido al tiempo...>>.

La chica volvió a irse, dejándole solo en la sala. Pudo escuchar a lo lejos el sonido de la lluvia chocando contra los cristales.

- Pues...menudo aburrimiento. Ella no sabe que yo puedo oírla, no puede escucharme a mí...sí, todo perfecto. - Se quejó el chico. - Por lo menos estoy vivo, supongo.

<<¡Ya he vuelto!>>. Dijo ella.

- Y espero que no te vayas... - Contestó él, pensativo.

El poder ocultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora