Al salir de la bóveda los duendes sellaron la misma con cuidado. Tuvieron perspectiva y actuaron como debían, en cualquier caso, se les había prometido volver a la bóveda o a las demás de la misma importancia esa misma semana, no los importaba lo más mínimo ocultar su entusiasmo, todos los duendes los empezarían a tratar con respecto sólo por haber tenido el privilegio de entrar en esta.
Se subieron al vagón y en esta ocasión a pesar de ir rápido lo hicieron a la velocidad normal, es decir, como cualquier otro vagón que pudiera estar moviéndose por el interior del banco. El trayecto no fue largo, volvieron a bajar y Harry se sentó en el suelo y cogió otro libro, en esta ocasión no malgastaría el tiempo y como antes tuvieron que estar 8 minutos esperando a que quitaran el hechizo de sello. Los cuesta creer que en aquel lugar, con escasa luz siendo limitada por antorchas hubiera alguien capaz de leer y más de hacerlo con esa concentración que le vieron a Harry.
El duende joven que no tenía que ayudar a los demás se limitó a mirar al mago, incrédulo de que estuviera leyendo y no simplemente pasando las páginas porque las pasaba a tal velocidad que no creía que nadie pudiera leer nada. Hasta que con júbilo habló el mayor de los duendes y lo devolvió a la tierra.
-Justo a tiempo (se levantó Harry).
Introdujo el libro en la bolsa que ahora colgaba de su brazo derecho, esta debería de pesar un montón, pues lleva 200 libros y 3 bolsas con dinero, sin embargo, la magia hacía que fuera ligera.
La puerta de esta bóveda no era tan descomunal como la que habían visto en la anterior bóveda, aun así, llamaba la atención, era circular, como la primera que tuvo, aunque tenía un montón de adornos, una cantidad justa de estos que hacían ver lo digna que era esa familia y que por tanto son merecedores del título de Lord que ostentaban. Esta se abrió para un lado, mostrando su grosos y que ningún humano podría moverla.
Igual que la otra ocasión, los duendes esperaron a que el dueño entrara, quedando perplejos al ver que esta cámara parecía tan grande como la anterior, enseguida notaron que la clasificación no era para nada la misma. Había una especie de círculo en el medio que ocupaban una cantidad exagerada de baúles, igual que en la otra, tres tipos y Harry dedujo que todos sus parientes los tendrían clasificados del mimo modo, cada tipo de baúl y de su material coincidía con un tipo de moneda que usaban los magos.
Luego, alrededor del centro, había una especie de pasillo en forma circular que tenía estanterías a ambos lados dejando espacio en medio para que se pasara. Lo que había en cada estantería tenía el nombre puesto con madera de arce flotando sobre este y después de hacer una ruta casi corriendo Harry dio con lo que quería, una estantería con baúles que ponía pociones para curas raras y casi desconocidas, cómo elaborarlas, ingredientes y ejemplos de cómo deben de ser.
Como se había ido casi corriendo, ninguno pudo alcanzarlo. Tenían su permiso para pasearse y observar todo lo que había en aquel lugar y no iban a perder el tiempo.
Harry comenzó a leer de un pergamino el listado de ingredientes raros y casi extintos que tenía el baúl del cuál tenía aquello; todas las pociones que con dichos ingredientes se podían hacer, sus utilidades y el efecto que se espera, porque todas habían funcionado a la perfección. En cuanto dio con una que hizo que su rostro se iluminara por completo, al fin, había dado con algo que podía usar para lo que quería.
Metió el baúl completo en la bolsa y puso uno falso en su lugar, no la apetecía nada que los duendes hicieran preguntas y menos que los Weasley se metieran en sus planes. Estaba contento, lo entusiasma las posibilidades que ahora contaba con aquello y temió que de haber ido a la zona de pociones de la bóveda de los Peverell. Las próximas que visitara no sería tan estúpido como para no prestar atención en las pociones. Recordó cuando el señor Snape había dicho que con las pociones podían lograr cualquier cosa, sobre todo aquellas que eran provocadas por los hechizo y encantamientos.
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Tenías que ser tú
Fiksi PenggemarHarry ha tomado la decisión de su vida. Se va a enfrentar a Voldemor aceptando así su propia muerte. Después de todo, en lo que ha divisado de los recuerdos de su profesor, Severus Snape, eso es lo que tiene que hacer. ¿Y si cuando muere se encuentr...