Tenías que ser tú

Noche y Votación

Se apareció en el despacho de la joven. Está dio un pequeño grito y Harry la miró molesto.

-Lo siento (se disculpó).
-Mira. No tengo tiempo que perder así que examinemos a esos pacientes (la mandó).

Esta sacó a regañadientes los 200 informes de los pacientes, A ella la dejó 10 y él cogió los otros 190.

-Sólo aquellos que hayan sido afectados por maldiciones o hechizos (la recordó).
-Esto nos llevará toda la noche (se quejó).
-Para nada, cuando hayas leído esos 10 habré terminado los otros 190 así que a por ello (la alentó).
-Potter, al menos podrías saber mi nombre (exigió).
-Siento mi dureza, ¿cómo te llamas? (la miró).
-Soy Bárbara Lilith, pero todos me llaman "Barby" aunque no es que me guste mucho ya me he acostumbrado a eso (soltó con lástima).
-Entonces Lilith podemos ponernos con el trabajo (la pidió).
-Por favor llámame Bárbara y sí, pongámonos con el trabajo (soltó).

Cada uno cogió su montón, la bruja se concentró tanto que no miraba lo que Potter hacía, es más, estaba leyendo y  no alzó la mirada hasta terminar con la primera carpeta. Ahí miró al joven que estaba a su lado. Había puesto ya un montón pequeño a un lado y estaba con una carpeta en las manos. No comprendía por qué hacía eso cuando antes vio que sólo era un montón y pasaba las hojas a una velocidad que no podía estar enterándose de nada. Terminó y lo cerró, poniéndola en el montoncito pequeño.

-Harry esto no es un juego, tienes que leer bien los documentos (protestó).
-¿Crees que jugaría con la vida de alguien? (la miró mal).
-No he dicho eso (se quejó).
-Pues es lo que me ha parecido. Soy más consciente de lo que otros quieren decir, se me da bien leer entre líneas e interpretar lo que dicen así que sé clara o no me digas nada (fue sincero).
-Está bien, puede que me parezca irresponsable que te limites a pasar las hojas (soltó).
-Ten (la dio un informe al azar de ese montoncito).
-¿Qué quieres que haga? (lo miró confundido).
-Pregúntame cualquier cosa del informe, te contestaré (sonrió).

La bruja abrió el informe y fue a una de las hojas del medio. Los informes de los pacientes que llevan muchos años suelen tener unas 4 hojas escritas por cada año así que era una carpeta grande.

-¿Qué mejoría vieron en su quinto año? (soltó).
-La niña pareció reconocer el rostro de su padre durante una semana entera, al cabo de esta siguió como antes (respondió).
-¿Cuántos años lleva ingresada? (siguió).
-12 (contestó).
-Mierda, ¿cómo lo haces? (sintió curiosidad).
-Eso no es algo que piense revelarte Bárbara, ahora, continuamos o te dejo el resto a ti (la miró).

Se resignó y cogió la segunda carpeta. Miró de reojo cómo él cogía otra. Así estuvieron cerca de 20 minutos.

-Terminé, te hecho una mano (la preguntó).
-Joder Harry, me faltan 4 y terminar el que estoy leyendo (se quejó).
-Dame las carpetas (la mandó).

Obedeció y se las pasó, estaba frustrada por no poder leer más rápido y más porque él parecía hacerlo todo bien.

-De las que he leído sólo estos 2 casos no les surtiría efecto y esas 3 las he apartado porque son las de Lockhart y el matrimonio Longbottom (explicó Harry).
-Eso es estupendo, de las que leí creó que sólo esta no podría (se la dio).

Harry la cogió y la leyó por encima, no la contestó, simplemente la dejó encima de las que él había descartado.

-Eso significa que necesitas 194 frascos (dijo).

Sacó de su bolso el baúl y depositó encima de la mesa 10 frascos y guardó de nuevo el aparatoso baúl dentro de su bolso. Tenía entendido que de cada uno podía sacar 100, así que el resto se lo dejaría para futuras ocasiones. Creó los 1000 frascos, ante la atenta mirada de la sanadora, que intentó descifrar algo pero lo único que vio fue que Harry agitaba con cuidado su varita una y otra vez sobre estos pero no decía nada, para colmo al joven se le daban bien los hechizos sin pronunciarlos, es que acaso era perfecto, pensó con frustración.