La siguiente pareja. Qué sintieron una suma vergüenza por cómo Potter había hecho las cosas hablando con sus padres y dejando que los hicieran firmar los papeles que los comprometían y que los obliga a casarse en un máximo de 3 años; pero ambos estaban decididos a hacerlo en 2, cuando Dennis Creevey cumpliría su mayoría de edad, los 17.
Gracias a su compromiso, ambos pudieron comenzar a tener citas. Se amaban, eso era algo en lo que estaban de acuerdo. Lo hacían de una forma que sólo se encuentra una vez en la vida.
Sus citas básicamente era salir a pasear, tomar algo o ir a algún lugar muggle. Pues Creevey quería que Macmillan conociera más de su mundo. Lo llevo al cine, al parque de atracciones, a una feria e incluso a un estudio de fútbol, un deporte que no le gustó nada a Macmillan, dijo que no era nada emocionante sin que hubiera escobas. Aún así siempre se dejaba llevar de un lado a otro y permite que Creevey le enseñe todo lo que quiera. Él simplemente disfruta estando a su lado.
Cuando Creevey le dijo que su hermano compartiría habitación con su novio, Neville Longbottom, pensó que era una idea increíble y pidió que ellos también lo hicieran. No lo pidió porque sintiera celos del hermano de su prometido si no porque quería pasar más tiempo con él. Después de todo ellos están en cursos separados y le dolía en el alma no poder estás más tiempo con él. De ahí a que se le hiciera la boca agua con solo imaginar lo que podían hacer en una habitación a solas. Su principal problema es que eran de distintas casas dentro de Hogwarts, pero McGonagall supo cómo hacerlo. Pues no eran los únicos que querían estar con sus parejas, sus prometidos legalmente así que se sacó de la manga una nueva ley para los alumnos de sexto y séptimo en donde podían tener habitaciones con sus parejas siempre que tuvieran el contrato legal y lo viera. Abriendo el ala cerrada de la cuarta planta con unas 400 habitaciones que llevaban años sin usarse porque ya las parejas no se solían comprometer, al menos no tan jóvenes y dando de ese mismo lugar una habitación para el señor Draco Malfoy al comprender lo inusual que era su situación. Ya que al ser uno de los pocos jóvenes que tienen la marca en el brazo izquierdo la mayoría lo trataba mal. De no ser por Potter y porque hizo que publicarán en el quisquilloso una noticia afirmando su sólida amistad con Malfoy en donde ambos tomaban el té en la casa de este más de uno habría intentado ir a por él. Aún así, los compañeros lo miraban con recelo, al menos hasta que el 1 de diciembre la mayoría de los amigos de Potter (incluso el idiota de Ron que estaba cegado de los celos) recibieron la invitación a su fiesta de navidad y que el lugar sería la mansión Malfoy. Asegurando así que el aludido no pudiera faltar y que todos lo comenzaran a tratar bien.
Los tortolitos estaban en su propia nube de amor y la verdad es que les importaba muy poco lo que sucedía a su alrededor. Se habían creado su propia rutina. Tal y como Potter les recomendó hacían deporte, se levantaban a las 6:00 de la mañana, en los brazos de su pareja pues se negaron a dormir separados, se daban los buenos días con un dulce beso e iban al lago a nadar. A pesar de que el agua estaba fría ambos cogieron la rutina para fortalecer sus músculos. A las 7:30 se "duchan" con magia saliendo del lago y se ponen las túnicas de sus respectivas casas llenado al desayuno. A las 8:00 Macmillan lleva a Creevey hasta la clase que le toque a este pues los de sexto comienzan a las 8:30 y él a las 9:00. Lo deja en su escritorio y se dedica un rato a besarlo hasta que aparece algún compañero de su clase a eso de las 8:20 y salen y se quedan abrazados hasta que uno ve a su profesor. Luego no se ven hasta la hora de la comida. Suelen desayunar en la casa de Macmillan, es decir, en Hufflepuff y comen en la de Creevey con el hermano y prometido de este, es decir, con los Gryffindor. Tienden a cenar en su habitación, porque después de la comida tampoco es que pasen mucho tiempo juntos, suelen contar con unos dulces 45 minutos los martes, miércoles y viernes pero los lunes y los jueves apenas tienen 15 y dado que la cena se sirve a las 20:00 y las clases suelen terminar a las 19:30 Macmillan se las arregló para tener terminados sus deberes a esa hora. También logró convencer a McGonagall que los dejarán cenar en su habitación a menos que estuvieran castigados y dado que ninguno de los dos tiende a comportarse mal están en sus cursos suelen cenar a solas, se cuentan qué tal fue el día del otro. Les gusta mucho hablar y escuchar lo que el otro dice. Siempre se lo toman con seriedad y ambos habían llegado al acuerdo de que iban a esperar un poco para acostarse pero desde que escucharon a los de la habitación de al lado gimiendo de placer ambos habían comenzado a sentir que no había nada malo pero les daba vergüenza sacar el tema.
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Tenías que ser tú
FanfictionHarry ha tomado la decisión de su vida. Se va a enfrentar a Voldemor aceptando así su propia muerte. Después de todo, en lo que ha divisado de los recuerdos de su profesor, Severus Snape, eso es lo que tiene que hacer. ¿Y si cuando muere se encuentr...