Cumpleaños

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Después de la boda de sus amigos, Harry tenía dos semanas antes de su cumpleaños. Si bien, su apetito sexual lo tenía controlado gracias a los jóvenes magos a los que veía tenía muchas horas libres dentro del día así que continuó con la tarea de dejar a sus amigos con sus parejas destinadas.
En la primera semana fue a casa de las gemelas Patil y de los Wood.

Ambas familias bien asentadas y que tenían su trascendencia mágica. Los padres fueron super corteses con él y como ya sabían por los padres de otros compañeros de Potter que él simplemente quería lo mejor para todos sus hijos comprendiendo esto cedieron por completo a sus peticiones, sobre todo cuando les dijo que tenía la intención de que todos encontraran a su amor destinado. Al haberse corrido la voz entre ellos eso le facilitó las cosas, no tenía ni que tantear el terreno porque todos querían que sus hijos fueran felices.
Así que luego fue con las familias Jones, lo cual significaba ir a dos familias que tiene que ir a esas casas. A eso agregó las visitas con los Wolpest, los Davies, los Bell y una familia Bones que era de Inglaterra y que no tenía ninguna relación con Perseus y Bethoben. Los padres fueron muy buenos, todos contentos con que se tomara la molestia de hablar con ellos y actuar con calma. Estaban fascinados con su amabilidad y grandeza.

En esas semanas hizo pocas apariciones en las noticias. Una reseña fue de cuando estaba contemplando desde un escaparate una escoba y hacía alusión a su intención de comprarse la siguiente escoba que sacaran; que fue a la semana siguiente y que en apenas unas horas de que fuera puesta en vente tenía 4 modelos entre los regalos que le llegaron ese día. La segunda vez que salió fue porque quisieron recordar que su cumpleaños sería en apenas 5 días, desde entonces los regalos comenzaron a llegar de todas partes de Inglaterra e incluso de fuera. Tuvo que pedirle a uno de los elfos que metieran todo en una caja y que lo empequeñecieran, no podía mirarlo en ese momento, salvo si eran escobas.

En esta ocasión había invitado a más gente de su edad al cumpleaños, dado que la mayoría de los de la Orden del Fénix y de sus amistades estaban en una burbuja de amor sabía que necesitaba a otros para animar la fiesta. Dado que Digory y Delacour asistirían se le ocurrió invitar a Victor Krum. No tardó ni 24 horas en aceptar y eso hizo que una sonrisa picarona apareciera en su rostro, quizás, sólo quizás, podría conseguir que ese hombre sintiera algo por él y mantener una amistad con derechos como con Malfoy.

Por culpa de este último se vio añadiendo a la lista de invitados a las hermanas Greengrass y a Parkinson. Realmente no entendía cómo es que una persona como él que tenía tanto orgullo como belleza lograba que el famoso Potter hiciera lo que quisiera, aunque, si lo pensaba bien era normal, pues la mayoría de sus peticiones las hacía cuando estaban en la cama y lo estaba montando, es que el rostro de Draco todo rojo con su polla en su interior hacía que perdiera por completo el raciocinio. Tuvo que ir a verlas personalmente porque quería dejar en claro que no aceptaría que trajeran a ningún invitado pero cuando fue a la casa de Parkinson se topó con Lavender Brown y Cho Chang. Lo molestaba ver a esas dos y lo que más rabia le dio era comprender por qué sus padres le dijeron que se hiciera amigo de Draco, porque podía ver los inicios de "puentes" de las presentes, hacia sus futuros amores.

Después, al ir a casa de las Greengrass se llevó una horrible sorpresa al ver a Corner y a McLaggen, sobre todo cuando se enteró que sus padres querían que se casaran con sus hijas. Eso no iba a funcionar, ellos y ellas no estaban enlazados y desgraciadamente podía verlo. Aun así, como los padres de las Greengrass no podían hacer nada para impedir que se las invitara a su cumpleaños ni que no fueran a este comprendieron que lo mejor era que sucediera. Ya hablaría con ellos en otro momento porque no se sentía con fuerzas para hacerlo durante esa semana.

Así llegó su cumpleaños y como desde que la guerra terminó, había dormido 4 horas, se encontraba en la cama de la habitación de San Mungo que ocupaba Snape, que tenía a todos preocupados porque debía de haberse despertado pero como no, él siempre iba a su propio ritmo. Lo examinó con su varita, todas las constantes eran normales, se cambió de ropa y se fue a su mansión, a la de los Potter, se apareció en la biblioteca y cogió un libro. Cumplir 18 años para él no eran la gran cosa, aunque en el último año pensaba que no los llegaría a cumplir, ahora que ya no corría peligro, estaba decidido a vivir una vida tranquila y divertida.

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora