42.

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-LEER AL FINAL-

—¿Te has vuelto loco? —exclamó alguien.
—No te metas en esto, Wesley —respondió Zayn.
¿Wesley? ¿En serio? Es decir, creo que Zayn nunca le cayó muy bien, pero yo tampoco.
—Harry, ¿estas bien? —me preguntó Jake al llegar a mi lado y se agachó.
—Ayúdame a ponerme de pie —pedí aún sin levantar la vista.
—Esta bien —se puso el de pie y me ayudó—. Vaya, estas sangrando bastante.
—Lo sé —intenté limpiar mi rostro con mi ropa.
—¿Te crees muy "hombre"? —preguntó Drew empujando a Zayn—. ¡Déjame decirte que seis contra uno es de cobarde!
—Hey, hey, tranquilo, "machote" —intervino un amigo de Zayn haciendo retroceder a Drew unos pasos.
—Más que tú seguro que lo soy.
—¿Acaso no paras? —preguntó Wesley a Zayn—. ¿No tienes límites? Pudo haber terminado peor si no llegábamos nosotros.
—¿Por qué lo defienden tanto? Más allá de que sean sus amigos, dense cuenta de que por algo lo hice, él lo buscó —se atajó y me señaló con el dedo al divisarme unos metros más atrás de Wesley.
—¿Sabes qué? —grité exasperado—. ¡Estoy harto de ti, estoy harto! —me dirigí hacia él pero Jake me impidió el paso reteniendome con sus brazos—. ¡Supera tu maldita obsesión con Amber de una maldita vez! ¡Entiende cómo son las cosas!
—¿Tú estás harto? ¡A ti no fue a quién le robaron a su novia, idiota! —exclamó de la misma manera que yo.
También se dirigió a mi, pero sus amigos no hicieron nada, así que Wesley lo detuvo. Mientras tanto, yo luchaba por zafarme de Jake y el luchaba por retenerme. 
—¡A ti tampoco! ¡No-te-quiere! —dije detenidamente—. ¡Acéptalo!
De la nada, unas sirenas comenzaron a escucharse. 
—¡La policía! —exclamó uno de ellos. 
Todos salieron corriendo y por último Zayn y yo que mantuvimos una mirada venenosa por parte de ambos.
—¡Vayámonos de una vez, Harry! —exclamó Jake y me cinchó del brazo.
Le hice caso e intenté correr con dificultad, ya que me dolía todo cuando me movía. No sé dónde habían quedado Wesley y Drew pero nosotros nos metimos en un callejón. 
—¿Estás bien? —me preguntó mi amigo agitado.
—De hecho no. Me duele todo.
—Deberías ir al hospital —sugirió.
—No, gracias.
—¿Qué pierdes con ir?
—No, no quiero, no es para tanto —mentí.
—Pero--
—No, estoy bien.
Esperamos unos pocos minutos y cuando creímos que los policías estaban lejos decidimos salir.
—Me voy —anuncie.
—Te acompaño.
—No, necesito estar... solo.
—¿Seguro?
—Sí. Gracias por todo.
—No, no agradezcas. Cuídate.
Asentí con la cabeza y me alejé de allí. Me puse la capucha de mi campera para ocultar mi rostro y comencé a pensar en todo lo sucedido. Me di cuenta de que Zayn no tenía freno y que si yo seguía con Amber, tal vez en poco tiempo fuera mi funeral, así que, odiaba decirlo pero, era el final de mi relación con Amber. Me duele en el alma, lo juro, pero es por el bien de todos. ¿Quién no dice que es capaz de dañarla a ella a pesar de todo? Personas así no son un juego. 
Sentimientos de enojo, rabia, impotencia y más me invadieron. Tenía ganas de pegarle a cualquier cosa, gritar o hacer algo para descargar todo lo que sentía en ese momento. En seguida comencé a llorar. Apreté mi mandíbula haciendo doler mis dientes y cerré los puños en los bolsillos de mi campera. No podía ser cierto, todo los que nos costó a Amber y a mi estar juntos para que finalmente se vaya todo a la nada por culpa de una persona sin vida. Una persona enferma, demente. Una persona que no tiene sentido común. Una persona obsesionada. Todo por culpa de una sola persona
Miré hacía adelante y vi que una chica se acercaba. Cuando me di cuenta era Amber. ¿Qué hacía en la calle? Se supone que la había acompañado a su casa para que no fuese sola. Estaba con su celular en la mano y venía en dirección contraría a la que yo iba. Marcó un número y se llevó el celular a su oreja.
Yo intenté esconderme en mi ropa lo más que pude, pero lo más probable era que me descubriera. A tan solo unos pocos metros de mi, giré la cabeza para un costado y me quedé sin aliento por unos segundos. Cuando pasó por mi lado ni siquiera me miró y agradecí aquello, estaba concentrada mirando al piso. Fue entonces cuando maldije el momento en que mi celular comenzó a sonar dejándome en evidencia. Amber me estaba llamando. Si contestaba se daría cuenta y si no contestaba también. Tomé mi celular para confirmar mi suposición, miré la pantalla y así era. Me detuve en el lugar y me volteé. Ella había volteado también y estaba mirándome confundida.
—¿Harry? —preguntó.
Me quedé en el lugar sin levantar la mirada y ella se acercó con paso vacilante hacia mi.
—Harry, vengo de tu casa, te quise ir a buscar por lo de mi padre pero no estabas allí —me contó—. ¿Harry? ¿Qué sucede? 
Aún no había notado ninguna herida o moretón de mi rostro porque la capucha ensombrecía el mismo. 
—Amber, tenemos que hablar—musité.
—¿Qué sucede? Me preocupas. 
Levanté mi cabeza y finalmente me quité la delgada capucha lentamente dejando ver mi rostro. 
—¡Oh por dios! ¿Qué te paso? ¿Estás bien? —preguntó y se acercó fugaz a mi. 
Me tomó el rostro con delicadeza y me observó detenidamente. Sin mucha brusquedad, tomé sus manos y las alejé de mi. Me miró confundida por aquella acción y esperó a que le diera alguna explicación.
—Cuando salí de tu casa me encontré con Zayn y su grupo. Me golpearon de manera salvaje y hubiesen seguido de no ser por Wesley, Jake y Drew que me "salvaron" —relaté resumiendo la situación—. Amber, te amo muchísimo, eres lo más importante para mi y soy feliz a tu lado pero, me rindo, ya no puedo continuar.
—¿Qué? —preguntó en un murmullo y sus ojos se aguaron—. No, no me digas eso.
—Di todo de mi, todo lo que pude dar, la peleé hasta el final, pero ya no puedo, es el final. Es por nuestro bien, incluso podría dañarte a ti.
—Harry, no, por favor, no te rindas, no ahora, al fin estamos juntos y somos felices, no lo hagas —suplicó ahora llorando y se acercó a mi.
Retrocedí un paso y me negué a que me tocara.
—No —dije—, no hagas esto más difícil, por favor.
—Pero Harry--
—Te amo, Amber —dije por último.
—Harry, no. 
—Te amo —repetí en un susurro.
Adolorido abandoné el sitio y con dificultad ignoré a sus llamados. Las lagrimas caían constantemente pero no me detuve a limpiarlas, me dediqué a llorar en silencio solo para hacer la situación más fría, así sería mejor. 

Llegué a casa y subí directo las escaleras. No quería encontrarme con nadie. Entré a mi cuarto, cerré la puerta, me senté en la cama y lloré sin consuelo alguno preguntándome por qué, por qué la felicidad nunca estaba a mi alcance, por qué la vida me ha dado tantos golpes, por qué Dios me está castigando de tal manera, por qué yo.
Me tomé la cabeza con ambas manos y me cinché del pelo con desesperación. Un gruñido salió de mi boca y tensé cada músculo de mi cuerpo. Agarré una parte arrugada de mi colcha y la apreté con todas mis fuerzas. 
Solo quería que toda esta mierda acabara de una vez por todas, no quería saber más nada de nada. Tal vez al terminar el año me mudara con mi madre para poder comenzar todo desde cero. 


Luego de haberme duchado y curado algunas heridas me acosté. Cuando mi padre me llamó para cenar, simplemente me excusé con un "no tengo hambre, me duele el estómago" y bastó para que me dejara en paz.
Al contemplar mi torso al descubierto descubrí que tenía violáceos moretones de diversos tamaños por doquier. Tenía un ojo hinchado y el mismo estaba adaptando un color morado, seguía una mejilla hinchada también con un corte horizontal y finalmente el labio inferior partido. 
Al cabo de unos minutos, me dormí finalmente. Maldecía que al otro día fuese Lunes, así todo el mundo podría ver mi estado, qué genial ¿no?
Durante la noche tuve varias pesadillas y me despertaba a cada rato. O sea que dormí mal. 

La alarma sonó e hice cualquier escándalo tirando al suelo todo lo que había encima de la mesa nocturna con tal de encontrar mi celular y apagar la molesta melodía que indicaba que eran las siete de la mañana. Me costó unos minutos despertarme del todo. Es decir, tenía los ojos abiertos pero aún no reaccionaba por completo.
No me quedaba otra, así que me puse de pie y en el momento sentí dolor desde la punta de mis pies hasta mi cabeza. Me quedé quieto en el lugar esperando a que el denso dolor cesara un poco y me dirigí al baño. Estuve allí dentro varios minutos examinando mi rostro. Lucía peor que el día anterior. 
Finalmente me vestí y una vez listo bajé a desayunar. Mi padre aún no me había visto, así que había tenido vario tiempo para pensar una excusa.
—Santo cielo... —dijo al verme y se puso de pie para examinar mi rostro—. ¿En qué te metiste esta vez, Harold?
—Me quisieron robar —mentí e intenté alejarme.
—¿Cómo?
— Queriéndome robar, tal vez... —dije en tono de pregunta dando a entender que era obvio.
—¿Estás bien, cariño? —preguntó Margaret con preocupación en su rostro.
—Sí, estoy bien.

Una vez que pisé el suelo del internado, me coloqué la capucha e intenté esconder mi rostro lo más posible. No tenía planeado hacer otra cosa que encerrarme en la habitación. Coloqué las manos en mis bolsillos y caminé con la cabeza gacha. Llegué a la habitación sin inconvenientes, abrí la puerta y en ese momento me encontré con Niall que justo iba a salir.
—¡Qué diablos! —exclamó—. ¿Qué te pasó?
—Déjame entrar y te cuento.
Asintió con la cabeza, pasé y cerró la puerta. Me senté en el borde de mi cama y me quité la capucha.
—¿Y bien?—preguntó cruzándose de brazos.
—¿Quién más puede haber sido? —negué con la cabeza—. Zayn.
—¿Por qué no me extraña?
—Porque es obvio—dije—. Y hay más..
Niall me miró y prestó atención. 
Me puse de pie y me saqué el buzo. A continuación me desprendí la camisa y le mostré mi abdomen.
—Qué hijo de perra —musitó observándome detalladamente.
Segundos después me prendí la camisa y volví a colocarme el buzo.
—Pude haber terminado peor de no ser por Jake, Drew y Wesley, aparecieron de la nada allí.
—¿Wesley? —preguntó confundido.
—Sí, en serio —respondí—. Lo peor de todo es que.. .—pausé—. Amber y yo terminamos.
—¿Qué? —exclamó.
—Sí, estoy deshecho. Anoche lloré por horas —confesé.
—Qué mierda —dijo refiriéndose a toda la situación—. No puedes rendirte Harry, no ahora.
—Es lo mejor, Niall, Zayn demostró ser alguien peligroso.
—Pero no pueden terminar justo ahora cuando lograron estar juntos.
—Lo sé, es injusto, pero no hay otra.

Después de haberle contado la misma historia a Liam, él y Niall se fueron a clases al igual que todos en el internado. Me encontraba recostado en la cama mirando fijamente el techo cuando escuché como la puerta se abría. Fijé mi mirada en esa dirección y se trataba de Amber.
—Harry—me llamó con algo de emoción en su voz. 

Hola, bueno resulta que el capítulo 41 tenía 2 partes, una la subí hace unos días y hubo una gran confusión con la segunda parte que sería esta, entonces, este capítulo sería la segunda parte del 41, pero lo RESUBO como si fuera otro capítulo, por eso ahora es el 42. ¿Okay? Por cierto, HOY ES MI CUMPLEEEEEEEEEEEE! Así que me merezco un voto o un comentario como regalito(? Jajajjaja, las quiero<3

Confía en mi || h.s - Original - (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora