5✨.

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Amber Tomlinson.

—¡En serio Louis, era él! —Insistí.
—Pero ¿qué haría el aquí?
—No lo sé, quizá el tenía razón, es inocente —dijo Cally.

Ambos dirigimos una mirada asesina a Cally.

—¡Hey! Solo decía... También hay un rumor.
—¿Qué rumor? —preguntó con interés Louis.
—Bueno se dice que su padre es un hombre rico, trató de sacarlo bajo fianza y como se lo negaron, pagó el doble.
Louis y Cally eran mis acompañantes aquella media mañana. El tema "Harry Styles" había sido furor de manera automática en el internado. Habían muchas dudas circulando en la vuelta y pocas respuestas certeras, por lo tanto, la gente hablaba demasiado, incluso de más.

Caminaba casi con miedo de cruzármelo y de no cruzármelo. Temía que estuviera observándonos en algún rincón como un psicópata. Me sentía insegura y alerta todo el tiempo.

Hablando de roma, Harry Styles apareció en mi campo de visión. Lo divisé a lo lejos junto a Annie West, la ex de mi hermano, a quien no le causó tanta gracia como la que estaban compartiendo ellos dos quien sabe de qué.

Realmente me había perdido un largo capítulo ahí, ¿en qué momento Harry y Annie se habían convertido en los mejores amigos? Es decir, ¡ni siquiera había pasado un día!

Nadie se atrevía a hablar de aquella escena, así que decidí romper el hielo yo, con la primer cosa que se me cruzó por la cabeza.
—Vayamos afuera, por favor, ha parado de llover.
—Sí, está haciendo calor aquí dentro, necesito un poco de aire —secundó Cally al comprender qué pasaba.
—¿Qué dices, Lou?
—Sí, cómo digan —Respondió sin apartar la mirada de ellos dos a lo lejos.

Al cabo de unos minutos, Cally y Louis hablaban animadamente, al mismo tiempo que yo me sumergí en mis pensamientos. Unos pasos más atrás de ambos, mientras miraba las baldosas que contrastaban manchas marrones de barro, no podía pensar en otra cosa que no fuera él y esa mirada helada suya.

Hasta que sucedió lo que en cualquier momento iba a sucederme: me choqué contra alguien. Gracias a ello recibí varios insultos, mientras que yo solo pedía disculpas cien veces. Como seguía caminado pero en vez de mirar para adelante miraba hacía la persona que había chocado, me choqué brutalmente contra otra y caí al suelo.

Oh no.

Un escalofrío me azotó.
—Tomlinson, tú que supuestamente ves taaantas cosas... —mencionó indirectamente haciendo referencia a la noche en que vi la escena del crimen—. ¿No me ves aquí parado?

Me quedé paralizada en el lugar mirándole fijamente a sus ojos. Sus ojos... Verde esmeralda asimilados al mar sereno por la mañana, sin embargo no había nada de sereno en él. Y por más que sus ojos fueran claros no se podía ver nada más que oscuridad a través de ellos.

—¿Te vas a quedar todo el día allí? —Cuestionó con una mirada indiferente y su semblante en blanco, sin ninguna emoción.

Extrañamente estiró su mano para ayudarme a levantar. El gesto que menos esperaba de su parte.

Fue la primera vez que reconocí cuánta belleza poseía el mismísimo Harry Styles. Si alguien allí de todas las personas que nos estaban observando, podían leer la mente... estaba frita al pensar que era lindo.
Podía ser dueño de una figura divina, sin embargo, el rechazo que sentía por él era más pesado en la balanza. Además del hecho no menor de haber querido asesinar a mi novio, me sacaba de quicio su actitud tan indiferente todo el tiempo. Pero cuando se enfadaba hacía temblar mi cuerpo con las miradas venenosas que me lanzaba.

El momento era muy humillante. Primero porque fui yo la idiota que chocó sola contra él. Segundo, todas las personas que ocupaban el corredor nos observaban, y por último yo estaba como una idiota, paralizada, en shock y... con miedo. Esa inseguridad incontrolable que tengo desde el primer día que lo vi no cesa con nada.

—Eh, ¿qué pasa contigo? —Se agachó a mi lado y palmeó mi hombro izquierdo.
De un momento para el otro, fue cuando volví al planeta tierra. Parpadeé varias veces y lo miré con el ceño fruncido.
—Yo... eh... lo siento —titubeé.

Idiota, idiota, ¡idiota! Juro que me hubiera autogolpeado a mi misma una y otra vez en aquel momento.

Me paré de manera fugaz con torpes movimientos y me largué de allí totalmente avergonzada.

¿Por qué me pasaba esto a mi? ¿Por qué? Desear que la tierra me tragara era poco.

—Amber, ¿dónde rayos estabas?
—Ah, tuve que... —vacilé pensando qué decir—. Me quedé hablando con unas amigas.
—Ajá... Estábamos esperándote para que pusieras música en tu celular —sugirió Cally, pero no la escuché porque estaba de nuevo en aquel lejano mundo. Juro que no tiene nada que ver con Harry Styles de nuevo eh...
—Amber —me llamó.
—¿Qué? Ah, ¿me hablabas a mi?
—No, al árbol —contestó sarcástica.
—De acuerdo, espera... —cheque los bolsillos de mi campera pero mi teléfono móvil no se encontraba en ninguno de ellos. Fue ahí entonces cuando me di cuenta de dónde se encontraba éste—. Mierda, lo tiene él... —maldije en voz alta.
—¿Lo tiene quién? —preguntó Louis confuso con una mueca en su rostro.
—¿Qué? —fue lo primero que salió de mi boca, no sé por qué.
—¿Quién tiene tu celular?
—Ah sí, quién tiene mi celular...
Bueno, esto es ridículo. No podía dejar que Harry Styles me afectara de tal manera.
—¿Quién? —preguntó después de unos segundos en los que no respondí.
—Eh, un amigo, sí, un amigo.
—¿Estás bien?
—Sí, estoy bien, ¿por qué no estar bien?
—No sé, estás... —pausó—, rara.
Reí exageradamente.
—No estoy rara.
—O... kay —respondió mi hermano con el ceño fruncido.
Genial, qué bien disimulas, Amber.

Confía en mi || h.s - Original - (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora