18.

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—Muy bien, bienvenido, Styles... Y siéntese dónde quiera —dijo la profesora Farw...Farwo... al diablo con su apellido.
Me dirigí a la segunda fila, casi en el fondo y cuando estaba pasando por al lado de grupito de chicas, una de ellas tiró a propósito su bolígrafo al piso. Lo levanté y lo apoyé en su mesa, ella sonrió pícaramente y yo solo sonreí de costado.


—¿Podrías dejarme en paz de una maldita vez? —exclamé y me volteé molesto a ver al chico que llevaba toda la clase molestándome.
—Oh, ¿el niño bonito se enojó? —dijo otro chico al lado de manera burlona.
—No es gracioso —refunfuñé.
—James, Eric, déjenlo ya —dijo ahora un castaño de ojos color miel.
—Bueno, ¿qué pasa allá en el fondo? —preguntó la Profesora "F".
—Nada —respondí secamente y volví a mirar al frente.
Una chica que estaba adelante mío levanto la mano.
—¿Qué pasa, Williams? —preguntó la profesora supongo que llamándole por su apellido.
—Eh, sí, el grupito del fondo está molestando al pobre Styles —dijo ella con un tono de voz inocente. Se volteó y me sonrió.
—Harper y compañía... ¿Por qué no me sorprende? —dijo la profesora—. Siempre la misma historia.
—¿Qué? No, no, no ¡Esta vez yo no tuve nada que ver! —se defendió el mismo castaño que le había dicho a sus amigos que dejaran de molestarme.
—Retírense los cuatro a-- —y en ese momento en que la profesora iba a decir “Oficina del director” sonó el timbre de receso a favor de los chicos—. Por ésta vez se salvan.
Todos los chicos que habían en el salón salieron como desesperados al patio, por poco se peleaban por quién salía primero. Yo fui el último o uno de los últimos en salir, no tenía prisa. No iba a comer, no iba a estar con nadie, así que mantuve la calma.
Dejé los libros en mi casillero y caminé hacia fuera, pero en el camino me encontré con una escena alarmante.
Los dos chicos que me habían molestado antes acorralaron contra la pared a la chica que me había defendido.
—¿Qué mierda pasa contigo, Rebecca? —exclamó fogoso uno de ellos tomándola del brazo.
—Él no va a acostarse contigo si esas son tus intenciones, ¡zorra! —le insultó el otro.
—¿De-De qué hablan? —dijo la chica algo asustada.
—Encima te haces la desentendida... ¡Estamos hablando del nuevo, idiota! —volvió a insultarle.
—¡Eric, suéltame! ¡Me estás lastimando! —pidió la rubia e intentó soltarse de su agarre pero fue en vano.
Ahora podía diferenciar a "James" y "Eric". James era castaño y lucía su cabello corto despeinado. Sus ojos eran simplemente marrones, tenía nariz levemente ancha y labios gruesos. Mientras que Eric tenía el pelo negro puro y llevaba una gorra de visera recta encima de éste. Sus ojos eran azules y la tez de su piel era completamente blanca.
—Hey, suéltala —intervine.
—¡Lárgate, imbécil! —exclamó y me empujó el otro chico que estaba a su lado, "James".
—Suéltenla; métanse con alguien de su físico.
—Tú no nos dirás que hacer, nadie lo hace —dijo "Eric" y soltó a la chica—. Y si la solté es por voluntad propia.
—¿Nadie les dice qué hacer? —pregunté sarcástico y reí—. Claro, por eso están en este internado, ¿no?
—No me causa gracia —habló exasperado Eric y me empujó él esta vez.
No quería problemas... o tal vez sí... Analicemos, mis padres quisieron enviarme aquí porque en el otro internado ocasionaba demasiados problemas y si en el internado también ocasiono demasiados problemas, verían que ésta no es la solución y con suerte me sacarían de aquí. 
—¿Quién se ríe ahora... "niño bonito"? —me burlé y le devolví el empujón pero con más fuerza tirándolo al piso. El otro castaño, James, se abalanzó sobre mí y me golpeó.
Esto de que me golpearan se me estaba haciendo una rutina. Me habían golpeado por la madrugada y ahora nuevamente. 
No fueron muchos más los segundos que pasaron para que volteara quedando encima de él y devolverle los golpes. 
—¡Hey! ¡Deténganse! —exclamó alguien.
—¿Qué mierda está sucediendo? —exclamó "Harperr" y él y otro chico más nos separaron.


Me encontraba afuera, en el patio, aislado de todos, en una mesa, en tranquilidad, en silencio y no pude evitar encender un cigarro a pesar de que estaba prohibido fumar allí.
¿Los golpes? Bueno, tenía varios moretones, sumándole los de antes. El principal era uno en el ojo y el corte que tenía de la madrugada en el labio se me había vuelto a abrir gracias a James.

Harper y el otro chico de antes venían acercándose y suspiré.

—Amigo, lamento todo lo que paso —se disculpo el castaño.
—Descuida... —respondí.
—Soy Justin Harper —se presentó—, él es Ryan Dominique —señaló a su amigo, un chico rubio de ojos claros.
Justin... Justin... ¿Dónde había escuchado ese nombre?
—Un gusto, ya saben mi nombre así que...
—Claro —se sentaron en frente de mi en la mesa.
En eso mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, así que les pedí a los chicos que me esperaran unos minutos para poder hablar y me alejé.
—¿Hola? —respondí.
—Harry, soy Liam, ¿cómo est--? —habló y lo interrumpí.
—Justo contigo necesito hablar.
—¿Qué pasó? —preguntó él con naturalidad.
—¿Qué pasó? —le devolví la pregunta.
—¿Qué? —preguntó confundido.
—¿Qué de qué? —bromeé.
—¡Qué de qué paso! Y ya no mas preguntas porque estoy enredándome —habló y se rió apenas.
—¿Qué? —repetí solo para molestarlo.
—¡Harry, voy a golpearte! —dijo entre medio de risas.
—De acuerdo, ya —hablé en serio y terminé de reírme—. Cuéntame qué pasó en la fiesta...
—No, Harry, no creo que sea buena idea...
—¿Están jugando conmigo? 
—¿Por? —preguntó extrañado.
—Hablé con Chelsea, me dijo que estaba ebrio y me llevaste a casa. Uno, Mágicamente, cuando me hicieron una prueba de alcoholemia me dio correcto y dos, mágicamente tengo moretones por todos lados.
—Sé que si te cuento la verdad harás una locura, Harry, te conozco.
—Liam, no quiero que me mientan más, ¡déjense de vueltas! —exclamé exasperado—. Sé que Zayn tiene algo que ver en todo esto, lo sé y no voy a ser tan estúpido como para involucrarme en algo nuevo con ese psicópata para volver a la cárcel.
—Pero... —vaciló.
En ese momento vi a uno de los tutores cerca y me acerqué a Justin y Ryan para disimular.
—Al diablo, Liam. Esta vez te me salvas porque tengo que colgar, no están permitidos celulares aquí y no quiero que me lo quiten, pero apenas pueda hablar en otro lugar te llamo —advertí.
—Bien, nos hablamos amigo —se despidió.
—Hasta luego.
Me senté en el mismo lugar de antes y aparté la vista. 
—¿Estas bien? —preguntó Justin.
—Sí —respondí simplemente.
—Díselo a tu cara... —intervino Ryan con algo de humor y sonreí.
—Oye, creo que eres uno de los nuestros... —dijo el castaño.
—¿Por qué? —pregunté algo confundido.
—Fumas y está prohibido aquí, traes aún celular y está prohibido aquí y ya el primer día tuviste un lío.. Tenemos varias cosas en común amigo —analizó Justin. 
Tal vez tuvieran razón. Al parecer ellos más Eric y James eran los problemáticos del internado, y yo encajaba perfecto con ellos. Mi plan de meterme en problemas se facilitaría si me juntaba con ellos, suena a que los usaré, pero en realidad me caen bien y son los únicos que conozco...
—Sí, bueno, así soy yo. Siempre me las ingenio... —hablé algo egocéntrico.
—¿Cómo aún conservas el celular y los cigarros? —preguntó interesado Ryan.
—Sobre el celular, en el momento que tenía que entregarlo, les di uno falso y los cigarros simplemente los escondí —expliqué.
—¡Así se hace! —exclamó Justin y ambos me chocaron la mano.
El timbre de receso sonó desgraciadamente y tuvimos que volver a clases. Por lo menos ahora no estaría tan solo después de todo.

Holaaaa! Jajjajaj siempre estoy dos horas pensando que escribir al final de cada capítulo pero bueno.. Es gracioso porque Harry pasa peleando con otros y anoche salí a bailar, un chico me tocó la cola y me di vuelta y le pegué una piña en la cabeza y me quedó doliendo mucho la mano ajjajajajjajajajjaja y bueno, no les importa pero igual xd. Gracias por sus votos y comentarios! No olviden hacerlo :) 

Confía en mi || h.s - Original - (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora