24.

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Me volteé quedando boca arriba y suspiré por decimoquinta vez en una hora y media, tal vez dos. 
—Llevamos horas intentando dormir, Harry —susurró Niall.
—Ni siquiera el cansancio que tengo encima de la práctica me hace dormir...
—Mañana nos dormiremos en la mitad de las clases.
—Debemos sacar ese papel mañana mismo de donde está. No estoy tranquilo sabiendo que esta ahí no más.
—Yo estoy igual.


—¡Mierda! —exclamó Liam con una mueca de dolor—. ¿Por qué me duele tanto?
—Porque es un esguince, Liam —hablé.
Era la primera vez que me dirigía a Liam desde que había despertado después de tan solo dormir dos horas.
—Encima voy a perderme algunas clases; hasta que no me traigan las muletas no puedo caminar.
Niall y yo nos miramos con preocupación. Liam estaría solo en el cuarto, ¿y si encontraba el papel? No, no tendría por qué revisar mi ropa, ¿no? Creo que era el único momento en mi vida que sentía tanta responsabilidad por algo.
—¿Y cómo caminaste ayer? —preguntó Niall luego de varios segundos de silencio.
—Si fuera por mi caminaría sin nada, pero el doctor me dijo que me perjudicaba más.
Ellos dos siguieron conversando mientras que Zayn y yo permanecíamos en silencio. Él terminaba de vestirse y yo recién me iba a vestir.
Al cabo de unos minutos Niall y yo abandonamos la habitación para ir a clases.


El día pasó aburrido, si no fuera porque en cada una de las clases las compartía con alguno de mis amigos, me hubiese dormido en todas.

Otro recreo al fin. Salí de la clase solo ya que Niall me había abandonado, por así decirlo, para ir con Mandy.
Me dirigí afuera a tomar algo de aire; era un día bastante caluroso. Encontré una mesa y un banco libre, a la sombra y lejos de donde se encontraban todos. Era perfecto, justo lo que necesitaba.
Amber llegó y se sentó a mi lado. No la había visto en toda la mañana.
Yo tenía la cabeza apoyada encima de la mesa y tenía la mirada perdida.
—¿Qué te pasa? —preguntó ella apartando los lentes de sol que llevaba puestos, ya que el resplandor me mataba.
—Nada, estoy cansado —respondí simplemente.
Sí, estaba cansado, con sueño, pero aparte estaba molesto con ella.
—¿Solo eso? ¿Seguro que no te pasa nada más? —cuestionó e inclinó su cabeza para verme mejor. Sus admirables ojos azules pasaron a estar en un tono grisáceo cuando un rayo del sol que se colaba por entre medio de los altos pinos los alumbró por completo.
—¿Y bien? —insistió ella ya que me había quedado en las nubes admirando sus mirada.
—Sí, solo eso, cariño... Oh, cierto que ahora Zayn es "cariño".Tendremos que buscar otro apodo —hablé con un tono de voz que no reflejaba más que enojo y... celos.
Frunció el ceño y pensó. Cerro los ojos unos segundos y sonrió una vez que supo a qué me refería.
—Harry —me llamó melosa—, eres un tonto, ¿lo sabías? No fue mi intención.
—Sí claro... Obviamente lo hiciste para molestarme o para que me dieran celos.
—¿Celos? Creí que eramos amigos —me recordó.
—Y lo somos, pero de todos modos sabías que no me gustaría que llamaras a tu novio como lo hacíamos entre nosotros dos.
—Zayn y yo somos pareja, "cariño" es algo entre parejas principalmente.
—Bien dijiste, entre parejas principalmente, pero nosotros éramos la excepción.
—Bien, como digas, Harold —rodó los ojos—. ¿Por qué me tratas mal últimamente?
—No lo hago.
—¿No? ¿Y que me dices de ayer después de la práctica?
—Ya me disculpé por eso, no estaba de humor.
—Al parecer, últimamente nunca estas de humor. Hay muchas veces en las que estoy de malhumor y sin embargo nunca te he tratado así —dijo. Su tono de voz estaba cambiando. Esto se convertía cada vez más en una discusión.
—Haz memoria, lo has hecho —le recordé—. Ponte en mi lugar antes de juzgarme por tratarte mal una sola vez. Si alguna vez pasas lo que estoy pasando, me comprenderás.
—Sí, sí —se cruzó de brazos—. Deja de hacerte la victima.
—¿Hacerme la víctima? —repetí, me senté correctamente y la miré incrédulo—. ¿Hablas en serio?
—Sí, estoy hablando enserio. Deja de hablar como si tu vida fuera la peor porque--
—Lo es —le interrumpí.
—No me interrumpas.
—¿O qué?
—Ja, ¿me estás retando? Que infantil.
—Uy sí, muy infantil, habló la grande... —dije sarcástico y levanté mis manos haciendo un gesto.
—¡Cállate! ¿Quieres!? ¡Me hartas! —exclamó.
—¿Por qué tengo que callarme? ¿Porque tú lo digas?
—¿Por qué eres así conmigo? Me tratas mal, me hablas mal, me gritas... ¿Qué más? —cuestionó y se levantó del banco al igual que yo e hizo gestos mientras hablaba.
—Te traté mal una vez, te hablo como tú me hablas y te grito como tu lo haces, querida.
—¡Vete al infierno!
—Contigo al lado, créeme que ya estoy en el infierno.
—¿Ah, sí?
—Sí.
—¿Sí?
—¡Sí!
—Bien.
Sin más que decir, se alejó furiosa de allí.
—Agh —refunfuñé y golpeé un árbol que tenía a mi lado.
Niall llegó a mi lado unos pocos minutos después con una soda en la mano y se sentó.
—Tienes un banco en frente y estas parado, recostado a un árbol. ¿Quién hace una cosa así? Solamente Harry Styles.
Me di cuenta que Niall tenía razón y sonreí apenas.
—¿Qué te pasa?
—Amber —respondí y me senté en frente de él.
—¿Qué pasó ahora?
—Discutimos por una estupidez. Parecemos niños discutiendo por quién se come el caramelo restante —dije. Apoyé mis codos sobre la mesa y a continuación mi mentón sobre mis manos.
—Mmm... —pensó unos instantes y torció la boca—. ¿Quieres saber mi opinión?
—Adelante —aparté la vista en la misma posición.
—Ustedes no pueden estar juntos, bueno si quieren pueden, pero ella esta con Zayn. Yo se que siente algo por ti, pero por algo sigue estando con Zayn. ¿Por qué? Porque también lo quiere —habló y volví mi vista a él—. Así que lo mejor para tí será que la olvides, que comiences una vida con otra persona. Busca otra chica, Harry, tu puedes tener a cualquier chica a tus pies. Es hora de usar tu habilidad con las chicas en algo más serio, ¿entiendes?
Unos segundos después de procesar todo lo que me había dicho Niall, supe que él tenía razón. Era hora de cambiar de ritmo, cambiar de vida.
—Claro... —asentí con la cabeza con la mirada enfocada en un punto fijo—. ¡Eso es! —exclamé y señalé a mi amigo con el dedo—. Tienes razón, Niall.
—Es así, cualquier chica saldría contigo en cualquier momento. No todos tienen tu suerte, Harry.
—Pero... va a costarme olvidarme de Amber..
—Nadie dijo que no iba a costarte, pero inténtalo al menos.
—Sí, eso haré. ¡Gracias, Horan!

Confía en mi || h.s - Original - (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora