Capítulo 29

9 3 0
                                    

Muchas veces necesitamos miles de corazas para seguir en pie, aún así podemos luchar así estemos solos.

Andrés me observo serio y más estoy segura que la incomodidad hace que en repetidas ocasiones trague saliva apartando la mirada de mi pero sin apartarse, decido respirar profundo y encararlo o está situación bochornosa no acabará nunca.

Luego del silencio decidí continuar.

-No tengo ánimos de hablar contigo, no puedes tratar bien a una persona y luego hacerla a un lado ¿Entiendes? La gente suele tener sentimientos así no parezca. -lo observó sopesando mis palabras. -antes de entrar a la vida de alguien pregúntate si realmente quieres seguir ahí.

-No era mi intención- sus cejas se unieron haciendo un gesto de frustración- no acostumbro a sentirme así- sus ojos chispearon enojo.

-¿Sentir que? ¿Tener una amistad? Eso lo hacen algunas personas, no todo es sexo, existen los amigos aunque ahora ese significado tristemente haya cambiado, tambien está el desapego al igual que existe el amor así nos lleve a caminos de dolor nos puede guiar a su vez a la alegría- suspiré cansada.

¿Por qué todo es tan complicado? ¿Por qué explico tanta bobada?Siempre pensé lo mismo mil veces como aquel dicho la gente se ahoga en un vaso de agua lo sé y quizás yo soy de esas que se ahogan pero para mí es complicado llevar una vida tan simple, con emociones pasajeras, todo momentáneo; siempre quiero más.

-¿Y si lo intentamos de nuevo? Cómo dices somos amigos, aparte tu eres una excelente alumna ¿Quién podría culparme?.

Aquello último me hizo forzar una sonrisa y tiene razón en algo, nada más bueno que intentar a veces dejamos que todo muera sin hacer nada al respecto cuando se puede salvar.

-si la embarras la pagarás muy caro.

Su rostro se iluminó, aquellos ojos que me deslumbran se oscurecen ocultando un deseo oculto que me hace quedar sin aliento. Tragué saliva sintiendo mi corazón por alguna razón acelerado.

-Todo sea por ti- me guiñó un ojo.

Puse mis ojos en blanco y le ofrecí mi mano como si fuese una promesa,

Andrés decidió acompañarme así que me invitó a subirme a su auto pese a que me negué él insistió muchas veces y agradezco que la incomodidad se haya acabado, me gusta sentirme así; cómoda.

El transcurso solo fueron unos cortos minutos o eso iba a ser hasta que él decidió parar en una heladería.

-esto no parece la casa de Cloe- entorne los ojos en su dirección.

-No seas amargada me antoje de helado ¿Cuál es tu sabor favorito?- sus cejas se elevaron insitandome a responder.

-um no lo sé- tome mi mentón pensando por unos segundos- ¿Ron con pasas?... ¿Chocolate?... ¿Quizás mora? Demonios que complicado.

Sus labios formaron una línea y sus ojos se entornaron observandome.

-que sea de varios sabores, entendido- se dirigió a la chica que estaba atendiendo.

Lo seguí ya dentro de la heladería y en el transcurso de la tarde nos pusimos a hablar de temas normales la incomodidad había desaparecido es bastante agradable sentirse cómodo con alguien que no es de tu círculo social aunque es tonto si lo pienso así sabiendo que mi vida social es casi nula.

Quiéreme sin miedo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora