Capitulo 11

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Nunca estas exento a caer...

Otro dia más y en esta ocasión una clase que empezó y terminó aburrida. El profesor me ignoro hasta cuando llamó a lista, lo estúpido de esto era ¿por que me fije en eso? Si me vale mierda.

—¿La pasaste bien?— entornó sus ojos hacía mí

Guarde mi cuaderno y esferos, ya anoté que páginas del libro tengo que traducir. Me levanté encarandolo.

—¿Ah, De que hablas?— pregunté confundida.

—De que anoche tuviste una actitud fea— una sonrisa burlona apareció en sus labios.

—Eres mi profesor señor Andrés— sabía que le molestaría que le dijera "señor"— Además... ¿que tiene de importante eso?— Lo último que dije hizo que apretara su mandíbula, todo rastro de burla desapareció.

—Tiene razón, no es nada importante.

Me trague mis propias palabras, sentí un vacío raro en mi estómago pero lo ignoré, me  puse la maleta y salí a pasos rápidos de ahí sin tan si quiera despedirme, quizás fui grosera pero era la verdad, nuestra relación era solo eso; profesor y alumna.

***

Me senté a comer en silencio lo que compré. Cloe se estaba comportando raro, apenas acabo la clase literal salió corriendo a descanso como si evitara algo ¿pero que le pasa?. Observé a mi alrededor buscándola por todo el patio y fijé mi vista en la caseta por si estaba comprando aún sus onces. No estaba.

—¡Aquí estas!— su voz me hizo asustar.

—¡¡Hey!! que susto. Eso mismo te digo ¿pasa algo?— la observé intrigada.

—Es que de lo de ayer...— apartó la mirada nerviosa.

—Te es difícil creerlo. Tranquila, yo tampoco lo creó aún.

—No, no es eso.

—No mientas, odio eso.

—Es que es uno de los más guapos del colegió.

—¿Ves? Si era eso— trató de corregirse pero la detuve. — Te dije que tampoco lo creo— suspiré confundida.

Detestaba cuando un montón de pensamientos se arremolinaban en mi mente, llenos de preguntas que siento algún día me van a enloquecer.

—Cloe en serio necesito saber en que puedo ayudar— cambie de tema por uno que tengo desde hace mucho en mi cabeza.

—Pero...

—Pero nada— la interrumpí. —no me como el cuento de que no me cobrarán nada, yo estoy comiendo, bañándome y todo en tu casa. Sino me dejan pagar te lo digo a ti; prefiero irme.

Su expresión se torno triste. Cloe tiene una infinidad de amistades pero dice que una persona como yo jamás habrá. El tenerme cerca la puso muy feliz, somos como hermanas.

—Pues ayudarás con las cosas de comer, y si quieres los servicios— me miró no muy convencida.

—perfecto, si ves que falta algo más me dices—  la miré fijamente.

Solía hacer esto para que se supiera de lo serio que una persona puede hablar, en este caso esa persona era yo.

—Si tu ganas, pero si te sientes alcanzada me dices.

Quiéreme sin miedo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora