Capitulo 4

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Lizbeth.

Me levanto por la alarma tiendo mi cama, voy a cepillarme hago mis necesidades y procedo a bañarme, al acabar me pongo mi uniforme para empezar otro día de mierda.

Dejo mi cabello suelto, es corto ondulado de color verde y lo sé... puede que a la mayoría nunca les guste pero jamás me deje cambiar o permiti que me prohibieran pintarme el cabello porque el solo hecho de hacerlo me hacía sentir yo misma, me habían quitado tanto en esta vida que está era una de las cosas que jamás permitiría que me quitaran.

Cojo mi bolso mis audífonos y me marcho corriendo, la música me hace relajarme y olvidarme por unos momentos de todo. Ya que el instituto me queda a quince minutos caminando, al llegar tomo asiento junto a Cloe esperando un rato a que comience la clase.

Andrés Martínez.

Al llegar al salón donde me corresponde veo todos los estudiantes, dos chicas llegan tarde y lo dejo pasar por ahora, se supone que en el colegio se forman para ser puntuales, donde estudie no les importaba pero conmigo de profesor cambia todo, empiezo a presentarme.

-Hola, se que soy muy joven y que están cansados de los cambios constantes de profesor de inglés pero vine de planta me verán seguido... Me llamo Andrés, espero llevarme con ustedes, bien ahora quiero que se presenten todos- doy por finalizada mi presentación.

Pasan todos y parece ser un curso muy calmado, algo llama mi atención una chica de mirada triste, es callada... Parece ignorar todo y tiene aspecto de ser una niñita rebelde y para colmo luego me doy cuenta que se llama Lizbeth, me da risa de solo pensar en aquello-a veces soy estúpido como querer burlarme por ese nombre-todos como todo eran distintos y era imposible no detallar la diferencia entre ella y las demás, su espresion era de seriedad absoluta y quizás algo de odio, era interesante.

Al salir ella se queda dibujando y yo trato de hablarle del porque no presto atención a clase ya que estuvo en otro planeta mientras yo hablaba, también para preguntar si se siente bien, porque aquellas bolsas debajo de sus ojos dicen lo contrario. No sé qué sucede simplemente hoy me gana la curiosidad, no es por darmelas del más galán pero no acostumbro a que me ignoren, vivo en medio de suspiros y de cartas de amor enviadas de chicas de todo tipo. -no digo que ella sea fea, es hermosa - pero no me acostumbro a que me ignoren es muy raro, el querer saber el motivo de su silencio puede conmigo.

Quiéreme sin miedo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora