Pasaron los minutos y no se que pasaba a mi alrededor solo que la música era jodidamente excelente, que buenos gustos los de esta gente. Cerré mis ojos disfrutando de las melodías, de los golpes, de lo mucho que amaba esas canciones.
Mis ojos se abrieron como platos cuando sonó una de mis tantas canciones favoritas Helloween- I want out. Demonios cuánto la amaba grite como muchos dicen y me levanté para saltar y mover mi cabello al ritmo de la canción.
Mi pecho se estrujó al recordar que cuando vivía con mi padre cantaba está canción a todo pulmón y que desde que me alejé de él había dejado de escuchar, ahora que lo pienso que tonta he sido.
A veces solo me alejaba del dolor, de todo aquello que me hace trizas.
—Hace tiempo no veía una mujer moverse así.
Me detuve en seco al escuchar una voz, no la reconocí así que mire de dónde provenía, nada más y nada menos que el Andrés que nos dejó plantados.
—Te traía un trago pero veo que ya bebiste suficiente— me observó unos minutos.
—uhum gracias.
—Perdona la demora.
—No importa, igual ya me iba, gracias este lugar es bueno.
Mis ojos buscaron a una Cloe loca por ahí junto a mi jefe el serio no tan serio pero no los veo. Mis ojos se entornan, bingo, se están deborando en una esquina solitaria como si nadie los viera, que asquerosos.
—Voy por Cloe— suspiré. —permiso ya vuelvo.
Pase por su lado para dirigirme dónde los dos tortolos se encontraban, Cloe me miro mientras paraba de besar a Sebastián tratando de controlar su respiración, el hizo lo mismo pero tragando seco al ver mi rostro.
—Es tarde, vamos o tu madre se pondrá peor que una fiera.
Cloe volteó a mirar nuevamente a Sebastián mientras mordido sus labios, voltee mis ojos frustrada por su actitud hormonal y más viniendo de ella que tanto lo juzgaba.
—Fue un gusto— le sonrió Cloe coquetamente.
—El mío más...
—Si, si, ok— hablé cansada del tema.
Tomé a Cloe de la mano para marcharnos de ahí, alce la mano y la moví en el aire para despedirme de él había una intranquilidad también satisfacción que me confundían. Los ojos de Andrés estaban vacíos y tristes ¿Que le habrá pasado justo ahora? Porque yo lo ví genialmente bien. Suspiré mientras caminábamos por la calle solitaria, que venteaba
Sentir el aire frío hizo que cerrara mis ojos de inmediato.
—¿Si disfrutaste?— Cloe me observa intentado concentrarse.
Mierda, está mal.
—Si, la música estaba genial, quería sentirme diferente.
—¿Lo dices por el alcohol?— su entrecejo se arrugó.
—Si, es bueno de vez en cuando.
Su sonrisa creció, de acuerdo con lo que dije, era verdad. Se que no lo soluciona pero a veces es agotador querer sentirte de otra forma, intentar todos los medios y no lograrlo porque siempre al final terminas igual; rota.
El alcohol hacía que por lapsos de tiempo me sintiera más liviana y dejara de juzgarme tanto, es como otra yo pero está vez a esta nueva yo le valía todo el triple de verga.
Le Sonreí de regreso mientras la rodee con mi brazo derecho, ella trato de ocultar su asombro por mi acto de confianza y hizo lo mismo, tarareando la canción de black sabbath, algo que me hizo reír estruendosamente, era una locura, estamos mal de la cabeza seguro y ella... ¡¡Demonios!! Esta perdída.
***
Anoche, no recuerdo bien como llegamos mi amiga y yo, solo me acuerdo escucharla cantar paranoid y lo mucho que me causo gracia, el caso es que caímos profundas y dormimos calientitas abrazadas como dos hermanas, fue gracioso ver su rostro al despertar.
Mis pies caminan inseguros mientras mis manos se forman en puños por más que trate soltarlas, estoy tan tensa que podría romperme.
Una llamada llegó a mi cel, confundida mire de Que se trataba. Un escalofrío cruzó por mi columna hasta detenerse en mi pecho y quedarse ahí dejando una sensación intranquila; incómoda. A veces era paranoica, está vez tenía miedo, terror de que fuera él pero decidí dejar la cobardía y afrontarlo.
—¿Si?.
—Hola Lizbeth— su voz era ronca por el alcohol y puede que por despertar, no se sabe.— ¿Cómo va todo?.
Dre unos minutos porque no sabía que responder, seré honesta no sabía ni como sentirme.—Gracias por invitarnos al bar, la pasé bien.
—No es nada, lamento no charlar tanto.
—No importa.
—¿Si la pasaste bien?
—Si— dure unos minutos hasta de nuevo responder. — estuvo genial.
—¿Estas celosa?— su tono al otro lado de la línea se escuchaba asombrado.
—No, ¿Por qué lo estaría?.— blanquee los ojos (que egocéntrico)
—Ujum, ¿Por qué lo estarías?— se pregunto luego de unos minutos.
—Exacto, no lo estoy— reí.
—Me alegra saber que estás bien.
—Lo estoy y gracias, ¿Tú cómo estas?.
—Bien, te hablo después.
Colgó.
Me quedé congelada con el celular en la mano, recordando su voz y algunos recuerdos de anoche, de ella y él juntos... No me acuerdo, no se que hicieron solo se que me sentí mal estando sola allá pero bueno, de algo aprenderé
Eso digo siempre...
Cloe cada vez estaba más curiosa por saber lo que pasaba, por lo que me pasó ya que era más callada de lo normal. Ella sabía que me sentía mal... Sabía que algo en mi interior se había roto, mucho más que antes...
Lo peor es que, no importa con cuánta gente te cruces, no sabes que peleas internas sostienen en esos momentos, no sabes porque tanto luchan o cuantas veces quisieron rendirse, en mi caso yo no tenía porque luchar o quizás si, por mi.
A veces me duele el pecho, siento como se contrae, esta está cansado de respirar y quisiera abandonar la vida para descansar y no estar agotado pero que al mismo tiempo quiere lo mejor para mí.
Eso es... Esforzarse así tú mundo se caiga a pedazos, intentar reconstruirte; ser feliz.
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Quiéreme sin miedo (En Proceso)
RomanceNunca tuvo alguien en quien apoyarse, era ella contra el mundo. Su música deprimente por más raro que fuera la hacía sentirse mejor, no quería seguir con una vida de mentira donde fingir se habia convertido en una rutina. ¿Como se puede dañar alguie...