Capitulo 2

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Han pasado tres semanas después de lo que sucedió, he ido a estudiar sin hablar con nadie... no le he hablado a mi padre después de su traición... y si, me traiciono. Porque pense que estaría para mi y al contrario de eso me dio la espalda. Hice lo imposible por no tener contacto visual con alguien, estoy segura que verían la tristeza reflejada en mis ojos pero no... por suerte no todos se percataron y lo mejor, como siempre; fui invisible.

-¿Hola?- pregunta mi padre con voz de resaca.

-¿Que quieres?-respondo sin animos.

-Tranquila... Solo venía a saludarte y a decirte que si quieres comer helado- dice él despreocupado.

-No me interesa, ahora sí me permites...- al decir esto cierro la puerta en su cara.

-¡¿Ves?! ¡Yo quería arreglar las cosas!- dice alzando la voz casi gritando.

-No me interesa arreglar las cosas, ¡no me trates como el padre que no eres!- al decir esto se queda callado y se marcha.

Empiezo a llorar de manera desenfrenada algo que no era normal en mi, él siempre fue borracho y su querido amigo desde aquella noche se la pasa persiguiendome, acechandome como un cazador a su presa. Mi mamá murió al darme a luz y por desgracia tuve que quedar bajo la custodia de un padre como él, a veces me pregunto ¿Cómo se había sentido ella con alguien asi?.

...

Me levanto son las 10:00 de la mañana se me hizo tarde y raro que él no me regañara aunque no tiene derecho de hacerlo.

Ato mi cabello en una coleta, me quito mi ropa, me pongo una toalla, lista para ir a la ducha, al colgarla aún lado y ver mi cuerpo automáticamente lágrimas caen en el... de recordar lo que sucedió ese día. Mi padre seguía tomando con él esos días mientras yo por mi parte solo huía de casa.

Empiezo a bañarme ignorando algunos ematomas en mi cuerpo, odio que mi cuerpo sea tan débil, cualquier cosa y ya tenía marcas. Me seco y procedo a vestirme lo más rápido que puedo. Me puse una camisa larga de dbz, unos shorts y unos convers.

Llamada entrante.

-Hola genia- dice Cloe .

-Hola tonta- la saludo normal.

-Hey Lizbeth... ¿Por que no viniste al cole?- pregunta Cloe.

-Um... Pues... No tenía ánimo- digo secamente.

-¿Paso por tu casa y salimos?- pregunta Cloe.

-Si, me hace daño este maldito encierro.

-¿Tu?¿Hacerte daño?- dice ella efectivamente burlándose de mi por lo que dije.

-Ya se... Amo estar encerrada y soy amargada, pero en serio necesito salir de acá o me matará la depresión-le digo algo alterada.

-Ok, ok.. ya pasó por ti nena- dice en tono divertido.

-Pues no te hagas de rogar.

Cuelgo.

Para ella es normal escuchar comentarios negativos de mi parte, no seria yo sino fuera de esa forma.

Empiezo a escuchar música y en mi mente recopilar los momentos en los que fui feliz, la verdad no eran muchos pero para mi eran importantes. ¿por qué? ¿por qué tanto dolor? Yo soy una joven muy juiciosa, no soy sociable porque no quiero que me juzguen por mi papá borracho pero a pesar de eso siempre he sido o me considero alguien agradable.

A veces algunos se burlaban de mi, mi padre no tenía obviamente buena reputación y justo en esos momentos estaba Cloe conmigo para animarme, algo que en realidad valoro; que estén ahí. No todos se quedan a estar contigo a pesar de que tu vida sea un asco y ella desde siempre estuvo conmigo, o bueno casi siempre.

A veces es mejor evitar el dolor que vivir en el, solo que sin drogas, el dolor es inevitable de alguna manera te lastimarán. Los seres humanos estan hechos para herir a los demás, son personas que vienen al mundo con la intención de fallar y fallar... y jamás aprender de sus errores. Lastimosamente mí padre no penso en las consecuencias que traería el ignorarme. Cada día así no quiera reconocer, me lleno de odio, no se que será de mi futuro...

Pero eso si, no le daré el gusto al mundo de verme caer, por más que quiera dejar de respirar, no pienso rendirme...

Quiéreme sin miedo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora