Capitulo 3

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Es la 1:00 de la tarde, Cloe dijo que pasaría por mí y yo ya estoy lista. Se pasó el tiempo rápido por hacer aseo, escuchar música y leer. llevo algo de dinero para comprar ropa... estoy trabajando en un bar donde tocan canciones que a mi me encantan, mís bandas favoritas están ahí o bueno sus copias... Ya que no sería tan fácil verlos tan cerca, de ser asi sería genial.

—¡Holaaaa Liz!— observo a Cloe saludarme afuera, desde mi ventana da perfecto para ver a la gente que llega.

—¡Hola! Ya bajo— alzo la voz  para que me escuche.

Al salir me da un beso en la mejilla y nos vamos, lo importante es distraerme, no hay peor martirio que estar sola mortificandome con recuerdos.

—Vamos a renovar tu ropa Wii— sus ojos destellan emoción.

—Si, diablos,  ¿es tan obvio que la necesito?...¿Tanto se me nota?.

—¡Muchísimo amiga!— dice mientras ríe.

Mi ropa estaba algo gastada, solía tenerle mucho amor a lo que uso, por ende cuido mucho y me dura bastante, sin embargo ya era hora de renovar mi closet.

Llegamos a una tienda que vende artículos dark mezclados con ropa ghot pastel y artículos todos kawaii así como a mi me gustan.

—Aww pero mira ese pusheen— le muestro el peluche a Cloe.

—Es tan kawaii— nos reimos juntas.

Habían muchos peluches, maletas y llaveros con muchos motivos, camisas grandes con pokemones, todo muy bien organizado, el lugar era muy limpio y el aroma era de incienso quizás de vainilla no lo se.

Me quedo con ella comprando ropa interior y todo lo que necesite, hace mucho tiempo no hacia, era obvio que estaba mal pero no  quiero hundirme en mi miseria... para nada.  Quiero y necesito salir adelante por mi, distraerme de lo que poco a poco me destruye.

...

Después de comprar lo necesario nos dio mucha hambre así que decidimos ir a una panadería, este lugar tenía muchísimas. Asi que optamos por una que queda cerca, su nombre es (Candy) soliamos frecuentar este sitio. Las baldosas son en madera, sus paredes blancas adornadas con dibujos de pasteles, donas, tasas de café, teteras. Las mesas y sillas contrastan con el lugar al ser de color blanco.

Entré mirando en que lugar sentarme, opte por la última mesa, le hice señas a Cloe para que me siguiera, ella me hizo caso y en unos minutos ya estábamos comodas y más con el delicioso aroma a pan recién hecho.

—¿Qué desean señoritas?— pregunta un chico de nuestra edad.

Me siento incomoda, el chico me observaba mucho y eso me hace sentir peor, siento una mezcla de rabia, miedo y algo de asco es algo muy raro, lo mire con cara de ¿Qué tanto me miras?. El chico volteó está vez para mirar a Cloe.

—Yo quiero dos galletas de chocolate y un yugurt por ahora— respondió Cloe con una sonrisa.

Claro... Como no engorda.

Cloe era de esas chicas con buena suerte, tenía un lindo cuerpo ya que todo lo tenía en el lugar adecuado, a pesar de que comía, comía no engordaba, yo aunque me cuidaba y no comía mucho, me ponia como una ballena con cualquier cosa.

—yo...— hablé llamando la atención del chico— quiero una galleta de avena y un yogurt también— Trate de ser amable.

El chico me sonrío y se fue con el pedido. Cloe subio y bajo sus cejas un par de veces y si, era de esas amigas que se la pasaban buscándote novio Aúnque  eso nunca fuera lo tuyo

Quiéreme sin miedo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora