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Texto en negritas son diálogos en español.


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Mi mente solo pensaba en dos cosas. 

1-. Terminar la idea conceptual para el diseño del disco, por no decir, un diseño general de esta era. 

2-. Sobrevivir para poder hacer todo sin problemas. 

Mi vista pasaba de mi cuaderno con garabatos a la nevera al interior de la cocina de nuestro departamento. Tomé aire para soltarlo en un largo y doloroso suspiro. Llevaba horas tratando de concentrarme y poder tener una idea clara de lo que presentaría mañana. Pero en mi cuaderno solo había palabras regadas sin ningún sentido y algunas paletas de colores distribuidas a mis costados. Mi vista se estrelló de nuevo en la nevera. Quité de mi regazo el computador para dejarlo en la mesa de centro, me levante con firmeza y un mareo me hizo volver a poner mi trasero en el asiento. 

—Mierda —Cerré los ojos, esperando que la sensación de vértigo se esfumara. Inhalé y exhalé por segunda ocasión. 

Me levanté a conciencia y más tranquilamente caminé hasta el interior de la cocina, el único sonido en el lugar era el de la nevera, sinceramente, parecía que en cualquier momento se convertiría en un Transformer, el aparato era viejo y supongo que no duraría mucho tiempo más. Me quedé frente a ella, congelada, tragué duro. Cerré los ojos apretándolos con fuerza. 

Al siguiente segundo mi mano tomó la puerta y la abrió. Analicé el contenido. Mis padres se encontraban de visita, por lo que la nevera estaba más llena que de costumbre. Mi madre era una increíble fanática de la repostería, por lo que no era extraño ver los restos del gigantesco pastel de chocolate que había preparado ayer por la tarde, quedaba poco menos de un cuarto del pastel. Mi hermano y mi padre eran los que devoraban todo a su paso. Me le quedé viendo al increíble trozo de pastel. 

Cerré los ojos y a su vez la puerta. 

—No, no, no debo. —Me dije a mi misma, lo medité unos segundos más. —A la mierda. 

Abrí la puerta de nuevo y tomé el plato con el pastel. Caminé al otro extremo de la cocina y abrí el cajón para sacar un tenedor. Lo cerré con fuerza, furiosa por mi debilidad. Salí de la cocina y regresé a la sala para dejar caer mi escuálido trasero en donde anteriormente se encontraba. Comencé a comer el gran trozo de pastel, el sabor era exquisito, mi madre era increíble para hacer estas cosas. 

Regresé la vista al computador, tenía pausada una de las canciones perteneciente a una banda que conocía de hace tiempo, no precisamente porque los escuchara, sino por que en algún momento de mi vida escuché un millón de veces la clásica canción que suena en las radios durante tantas semanas que te la aprendes. Una parte de mí estaba increíblemente emocionada por tener esta oportunidad. Pero ahora, devorando mi trozo de pastel estaba en extremo nerviosa. Dudaba de mis habilidades. 

La palabra MADURAR resonaba en mi cabeza. Cambié de pestaña para observar el correo electrónico con el manager de la banda, leí de nuevo lo que según él, la banda buscaba para su nueva imagen. 

La puerta del departamento se abrió, seguido de tres escandalosas voces bastante familiares diría yo. Puse pausa de nuevo a la música. Mis padres entraban riendo al lugar acompañados de mi hermano Fernando. 

¡Ay Alexa! ¿Cómo es posible que sigas en el mismo lugar en que te dejamos? —Pregunta mi padre, tomando asiento en el sofá frente a mi. 

Estoy trabajando papá, ya te dije —Él rueda los ojos. 

Pero estamos de visita, deberías de aprovecharnos antes de que nos marchemos —Respinga. Iba a responder pero mamá habló. 

Déjala, ella es una mujer responsable y tiene que cumplir con su trabajo, ya tendrá tiempo para nosotros —Le regaña mamá. 

Papi, tu sabes que mañana es la reunión y debo de terminar esto, prometo que después de eso estaré libre para ustedes —Me regala una mirada dudosa para luego sacar un suspiro. 

Bien, está bien anda, sigue —Sonrío. Fernando, mejor conocido como Fer se sienta a mi lado y miro a mamá ir a la cocina. 

—¿Quiénes son ellos? —Pregunta él. Por lo general, tratamos de hablar entre él y yo siempre en inglés a pesar de que nuestra lengua madre es el español.

5 Seconds of Summer —Levanta la ceja. — ¿Recuerdas la canción de...? "You look so perfect standing there, in my American Apparel underware, and I know now, that I'm so down" ¿No? —Pregunté después de mi pésimo canto. 

—¡Oh si! ¡Oh wow! ¿Vas a trabajar para ellos? —Preguntó un tanto impactado, asentí con cierta emoción. Sinceramente esto era un gran paso para mi, había estado trabajando con artistas desconocidos y en asenso, por lo que jamás había tenido la oportunidad de trabajar con alguien así de grande. 

Alexa —La voz de mi madre me saca de la emoción, solo para bajarla de golpe. —¿Te has comido todo el pastel? ¿Sabes la cantidad de calorías que te comiste en ese trozo? 

Querida, por favor, deja a la niña, no creo que le haga daño un par de calorías, ¿No ves que ya está lo suficientemente delgada? —Me defiende mi papá, sin embargo, la culpabilidad regresa de nuevo a mi como es costumbre. Mamá resopla. 

Bien, bien —Ella regresa a la cocina, le doy una rápida mirada a papá que hace un gesto con su mano dándome a entender que está loca. Le doy una sonrisa de lado. 

Regreso la vista al computador, pero la voz de mi madre ya se instaló en mi cabeza, por lo que la quito de mis piernas y la dejo en la mesa de centro. Me levanto rápidamente hacia el interior de mi habitación. Las lágrimas inmediatamente se hacen presentes y con gran velocidad entro al baño, cierro la puerta con cuidado y me apoyo en ella. Observo mi reflejo en el espejo. Es una imagen increíblemente deplorable. 

Abro la llave del agua hasta el tope, ocasionando que el choque de ésta en el lavabo suene fuerte en el baño. Levanto la tapa del inodoro y me hinco frente a él. Esto era básicamente el pan de cada día. Mis dedos viajaron al fondo de mi boca para provocar las arcadas y comenzar a vomitar. Trataba de hacer el menos ruido posible. Estiré mi mano por un trozo de papel higiénico y limpié mi boca. El dolor en mi estómago comenzó a hacerse más fuerte pero lo ignoré, tire de la palanca y tiré el papel. Me levanté con pesadez y cerré un poco el agua, finalmente mojé mis manos mientras veía de nuevo mi patética imagen en el espejo. 

—Que vergüenza Alexa —Me dije a mi misma. 

Yo era perfectamente consiente de lo que hacía, había intentado detenerme porque sabía que estaba mal, pero mi mente me traicionaba constantemente. Me sentía como una adicta que no puede aceptar que es adicto a cierta droga porque tiene la sensación de que no lo es cuando claramente la necesita todo el tiempo, así pasaba conmigo. Sabía que tenía un problema pero mi mente me hacía creer que todo estaba bien y no era la gran cosa. Aún así, era bastante buena ocultándolo, al menos hasta ahorita. 

Un minuto después salí del baño después de lavarme los dientes y echar aire en mis ojos para ocultar mi previo llanto. Regresé a la sala, Fernando jugaba con la Xbox y mis padres estaban en la cocina, regresé a mi lugar para tratar de seguir con mi trabajo, pensando en no morir mañana en la primera reunión con la banda. 

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora