𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇

⚡Breaking Point⚡

Lo primero que le dicen a una persona que sufre de alguna adicción es que tiene que aceptar que tiene esa enfermedad, que tiene que decir en voz alta soy un adicto para poder dar el primer paso hacia la rehabilitación.

Es algo complejo tener que decir en voz alta que tenía que reconocer lo enferma que estaba. Rompía mi corazón en mil pedazos tener que aceptar lo mal que me encontraba frente a alguien que puso su corazón en mis manos para cuidar de el cuando no podía ni cuidarme a mi misma.

Sabía que todo había terminado y comenzado al mismo tiempo en que abrí los ojos descubriendo que estaba en una habitación de hospital. Sabía que había llegado finalmente a ese punto de quiebre que había querido evitar toda mi vida.

Parpadeando varias veces para alejar la picazón de mis ojos cansados, pude sentir el frío líquido de la intravenosa en mi mano. Me sentía exhausta y sedienta, pero mi garganta se cerró en cuanto vi a la única persona que sentía le había fallado en la vida ligeramente recostado en un pequeño sillón de cuero, lucía incómodo.

Ojos cerrados, pestañas descansando sobre sus mejillas, la sutil arruga entre sus cejas en señal de preocupación a pesar de estar dormido. La misma que vi momentos antes de perder el conocimiento en medio de un viaje familiar que había terminado arruinado por mi culpa.

Suspiré frustrada y avergonzada. Estaba enferma y tenia que admitirlo de una vez por todas.

Mientras la oscuridad detrás de las cortinas me hacían saber que era de noche, mi mente trataba de recordar lo que había desencadenado todo este lío.

Después de esperar algunos minutos a que los hermanos de Luke llegaran con sus respectivas parejas al sitio donde aparcamos, comenzamos el camino colina arriba. Secciones rocosas y tierra suelta por todos lados, el sonido de la olas chocar contras las rocas creando la expectativa en mi interior al no poder verlas hasta llegar a la cima.

Luke riendo de mí y viceversa al resbalar una que otra vez entre las rocas, mi cámara en mano y mi corazón galopando en mi interior, feliz de estar ahí o quizás trabajando en exceso para mantener mi cuerpo alerta.

Recuerdo respirar profundo al llegar a lo alto de la pequeña y larga colina, el viento aún más fuerte y Luke posar su mano en mi cadera para estabilizar mis torpes pies. La vista robaba mi aliento, el cielo nublado pero el mar azul demostrando lo poderoso  he imponente que es.

Recuerdo sentir vértigo al mirar el acantilado a escasos pasos de distancia, la barandilla instalada por el gobierno del país con una placa hablando un poco sobre la historia del lugar. Mi piel se erizó al sentir el viento colarse bajo mi ropa, mis ojos ser testigo de golpe del agua contra las grandes rocas debajo nuestro.

Recuerdo sentirme justo en dónde estaba, en la cima. No pasó mucho tiempo después para que la energía acumulada en mi cuerpo comenzara a desaparecer, dejándome una sensación de escalofríos, manos temblorosas y pulso descontrolado.

Regresé a la actualidad al escuchar el clic de la puerta y segundos más tarde, una enfermera atravesar el marco. Aún con la sensación de mi garganta seca tragué duro sabiendo que estaba a nada de tener que enfrentar la mirada decepcionada de Luke.

No sabía si podría soportar eso.

—Hola Alexandra, que bueno que has despertado. ¿Cómo te sientes? —La enfermera, quien
por cierto tenía unos intimidantes ojos grisáceos, llegó al borde de mi cama con una sonrisa
amable. Las palabras estaban en atoradas en ni garganta porque ni siquiera yo sabía como me
sentía. Todo seguía siendo muy irreal para mi. —¿Puedes por favor tirar con fuerza de mis
pulgares?.

Con mis extremidades acalambradas y la molestia de la intravenosa en el dorso de mi mano,
hice lo que me pidió, ella asintió con una sonrisa y caminó a los pies de la cama para tomar la
tablet colgada en el extremo. Aclaré mi garganta.