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Estábamos reunidos en las oficinas de la agencia para discutir las fechas de lanzamiento del primer single de los chicos. No era algo en lo que yo tuviera voz y voto, pero necesitaba estar ahí porque era importante coordinarme para todo lo visual que ellos tenían que publicar.

Mientras escuchaba las propuestas de la gente de Modest! en cuanto a las fechas en los que creen conveniente lanzarlo y la contra propuesta de los chicos, mi mente vagaba en una sola cosa.

La noche anterior.

Si bien sabía que últimamente mi nervios estaban algo alterados por mi constante exposición en las redes sociales, estaba dejando que la ansiedad me consumiera y a este punto, tenía que parar antes de que se hiciera un hábito que ya no pudiera controlar más.

Había salido con Luke de nuevo, esta vez a un centro comercial para hacer compras de ropa o ver qué cosa innecesaria necesitaba, si es que eso tenía algo de sentido. Por supuesto algunas fans lo detuvieron y se sacaron fotos con él.

Pero digamos que hay personas que no pueden evitar expresar sus opiniones frente a los demás y esta vez enfrente algo que me dejó muy mal sabor de boca.

En algún punto de mi vida he sido ofendida por mi origen de nacimiento, no era nuevo y sabía que por más que se peleara contra el racismo, eso jamás terminaría. Es solo que, cuando la gente lo hace y lo dice con ese odio tan particular en la boca, duele mucho más de lo normal.

—¿Estás bien? —No había sido consciente de la tibia mano de Luke sobre mi muslo y parpadee girándome a verlo, me removí inquieta en la silla para enderezar mi postura y asentí suavemente con una sonrisa a labios cerrados. —Vale.

Llevé la vista al frente escuchando de nuevo a la gente de Modest! que intercambiaba palabras con Calum. Comencé a raspar el esmalte rojo en mis uñas y me límite a guardar silencio.

Comenzaba a sentirme algo ahogada, sentía que los minutos avanzaban demasiado lento y necesitaba ocupar mi mente para dejar de pensar en lo de ayer. La mano de Luke se posó sobre las mías deteniendome, me giré a verlo.

—¿Qué sucede? —Preguntó bajo, me miraba directamente a los ojos intimidandome como siempre, es solo que era buena ocultandolo.

—Necesito salir un segundo —Respondí echando la silla hacia atrás y lentandome del lugar, todos me observaron pero me disculpé respetuosamente y salí tan pronto como mis pies se movieron.

Azoté la puerta del baño y me apoyé en el lavabo respirando agitada, si, estaba en medio de un ataque de ansiedad a mitad de mi trabajo. Abrí el grifo del agua y sumergí mis temblorosas manos en ella, me observé en el reflejo y me veía pálida, parecía que el color se había drenado de mi sistema.

Mis ojos se llenaron de lágrimas porque la sensación en mi pecho era horrible. Cerré el agua y sacudí mis manos presionando ahora las palmas contra mi cuello buscando quitar la sensación ardiendo de mi cuerpo.

—Tranquila, respira, respira —Me dije a mi misma. Necesitaba pensar en algo lindo, necesitaba distraer mi mente.

Cerré los ojos concentrada en mi respiración y me decidí a recordar la Navidad con mi familia, alejada del ambiente americano y sintiendo como esos días fueros de los mejores. Inhala y exhala, me dije mentalmente.

Regresé a la sala de juntas en silencio y me senté de nuevo junto a Luke, me miró buscando las respuestas a sus preguntas mentales que se que tenía pero le sonreí suavemente esperando que olvidará mi arranque anterior.

Un par de horas más tarde la junta finalizó y salimos del edificio ubicado en el centro de Los Angeles, siendo aún Enero, el aire seguía lo suficientemente frío como para.obligarte a usar al menos una chaqueta delgada, la ventaja era que el sol era delicioso.

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora