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—Como una persona amante del frío en temporada Navideña solo puedo decir; que horror —Luke rodó los ojos y llevó el tenedor lleno de pasta a la boca. —No podría pasar las fiestas ahí.

—Creo que estás muy negada, creo que si te secuestro en mi maleta y te llevo a Australia haré que te lo pases genial en la playa celebrando Año Nuevo —Negué desesperada. Estábamos en mi apartamento cenando pasta que hice en menos de quince minutos porque no esperaba su visita.

—No muchas gracias, yo necesito morir congelada o no disfruto las fiestas decembrinas —Soltó una risilla y llevé pasta a mi boca.

—Anda, eres pequeña y cabes perfectamente en mi maleta, tienes unas cuantas horas para pensarlo —Rodé los ojos divertida y negué. Luke se marcharía de la ciudad mañana por la mañana y honestamente no sabía cómo sentirme al respecto.

—O quizás tú puedas venir conmigo y ver los fuegos artificiales a la media noche con la nariz congelada por el frío —Alcé las cejas juguetona.

—Nada que no haya vivido ya, aquí el punto es que no has experimentado las fiestas en la playa —Hice una mueca. —Algún día te llevaré y se que te gustará.

—En ese caso no iré tan lejos, tenemos playas a menos de veinte minutos aquí —Señalé con mi pulgar hacia un lado. —Seria lo mismo.

—No porque aquí es invierno y en Australia es verano, es más caliente, más divertido —Rodé de nuevo los ojos.

—Sobre mi cadáver Hemmings.

Luke había aparecido en la puerta del apartamento a eso de las nueve de la noche, yo estaba en mis peores pintas con unos pantalones de arcoiris y una hoddie extra grande mientras que él tenía unos jeans negros y una hoddie del mismo color. Parece ser que se empeñaba en aparecerse en mi puerta mientras yo lucía fatal.

Después de regañarlo por no avisarme que vendría, cocinar pasta fue una opción rápida y sencilla, sobre todo porque mientras lo hacía charlabamos en la cocina de cualquier cosa.

Todo ese coraje y vergüenza quedaba de lado a los pocos minutos y después de cenar, nos quedamos un buen tiempo en la mesa simplemente charlando sobre tantas cosas, incluidos los planes con nuestras familias.

—Estoy emocionada por este año que va a comenzar, es decir, emocionada por ti... Por ustedes —Reí nerviosa jugando con el líquido en mi copa. —De hecho, ahora que recuerdo, tengo algo que necesito pase por tus manos.

—¿Que pase por mis manos? —Alzó la ceja y sonreí divertida levantandome.

—Si... Y es sumamente importante —Caminé hasta el mueble donde tenía todos mis vinilos y discos sacando dos de ellos, sonreí regresando a su lado. Posé sobre la mesa el SelfTitled y SGFG.

—No inventes... —Estiré la mano al otro extremo de la mesa donde tenía mi computador y una bolsita lapicera dónde tenía mis bolígrafos y marcadores.

—Lo siento, tienes que autografiar esto si o si, no tienes escapatoria —Soltó una risa tomando los vinilos de su propia banda y negó divertido.

—¿Por qué gastaste en esto? Me hubieras dicho y te los obsequiaba, debo de tener un par de sobra en casa —Rodé los ojos y saqué el Sharpie negro dejándolo frente a él.

—No es lo mismo, quería vivir la experiencia de comprarlo y después rogar por tu autógrafo —Me miró divertido y destapó el marcador.

—¿Quieres una dedicatoria especial? —Mordí mi labio pensando unos segundos pero al final de cuentas alcé los hombros.

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora