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El aroma suave y floral del perfume en la piel de mi chica era básicamente uno de mis nuevos olores favoritos. Esos aromas que lograban hacerme suspirar y relajarme mientras estuviera dentro de mi espacio personal.

Regresar a Los Angeles para la última semana de Abril era básicamente como regresar a casa. Una de las primeras cosas que hice al bajar del avión y observar a Alexa en la sala de abordaje esperando por mi fue estrujarla entre mis brazos por unos largos minutos.

Todos estos días desde que se marchó no quería nada más que buscar una manera de consolar su corazón lastimado. Odiaba con todo mi ser ver cómo su semblante cambiaba cuando me hablaba sobre los intentos de arreglar las cosas con su mamá, obviamente todos siendo un fracaso.

Quería apoyarla, quería que supiera que tenía en mi alguien en quien apoyarse. Pero me era muy difícil estando lejos, sobre todo porque solo hablábamos por las noches o muy temprano por la mañana, el resto del día estaba ocupado casi al cien por cierto y lo único que pensaba era en ella.

Viendo su situación, agradecía infinitamente que mi mamá haya querido a Alexa desde el primer instante en qué se conocieron. ¿Pero como no quererla? Ella transmitía una seguridad y confianza en si misma al hablar que hasta a mi me impresionaba, sabía que en realidad era algo tímida pero cuando se proponía dar una buena imagen, lo lograba.

Llegar a casa después de un vuelo relativamente corto y poder descansar al menos el resto del día junto a mis dos chicas era la gloria. Suspiraba una y otra vez con mi rostro en la zona de sus clavículas. Podía escuchar el sonido de la televisión con alguna serie o película que no ubicaba pero que no me interesaba demasiado.

Alexa pasaba sus dedos entre mi cabello siguiendo cierto patrón que comenzaba a crear una gran pesadez en mi cuerpo, seguramente me quedaría dormido en algún momento, pero no me importaba, estaba en dónde quería estar con la persona que más deseaba ver.

—Estaba en Twitter hace unos días y algunas chicas me estaban escribiendo algo desesperadas preguntándome por qué solamente irán a la capital de México en el tour —Habló ella de pronto. —La gran mayoría era del norte, justo de donde soy, están muy tristes.

—¿Y está muy lejos de la capital? —Pregunté aún en mi cómodo sitio sobre su pecho. Ella rio por mi comentario y suspiró.

—Luke, ya has ido a dar concierto a ese país, incluso en mi ciudad. ¿Por qué no la incluyeron en el tour? Ahora que lo pienso, se me hace extraño porque usualmente es la segunda ciudad más visitada.

—No tengo idea mi amor, la agencia hace sondeos para escoger las ciudades a dónde iremos —Se quejó. —Cuando volvamos a ir para allá, prometo hablar con quién sea que arregle los contratos para que busque la.manera de visitar tu ciudad.

—Sería divertido... Podría mostrarte el terreno de mis papás, hay muchas flores y árboles de naranjas y las vistas están llenas de pequeñas montañas largas, lo bueno de estar lejos del centro de la ciudad es que no hay contaminación y en las noches podemos ver las estrellas, no como aquí —Sonreí imaginando el lugar, pero sobre todo imaginarla a ella ahí disfrutando de la vista.

—Suena increíble.

—Lo es —Moví mi rostro para observarla, ella sonrió y dejé un beso en su mejilla.

—¿Ya pensaste lo de ir conmigo a casa? —Pregunté.

—Un poco... Si.

—¿Y? —De nuevo peinó mi cabello hacia otro lado con la vista fija en sus movimientos. —¿Conocer a mamá fue mucho?

—¿Qué? ¡No! No para nada. Liz es un ángel y creo que le agradé lo suficiente.

—¿Entonces? Siento que hay un 'pero' escondido. —Hizo una mueca. —Mi papá y mis hermanos son inofensivos, lo prometo, ya saben mucho de ti y no dudo que mamá le haya dicho todo de ti a papá.

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂𝐈𝐓𝐘 - 𝐋𝐑𝐇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora